Archivan la causa contra Nacho Vidal por la muerte de un fotógrafo con sapo bufo

La titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Xàtiva (Valencia) ha acordado el sobreseimiento provisional y archivo de la causa la muerte del fotógrafo valenciano José Luis Abad el 28 de julio de 2010 en casa del acto porno Nacho Vidal en Enguera. La magistrada ha dictado tres autos en los que concluye que no puede establecerse una vinculación directa entre el fallecimiento y el investigado (de nombre real Ignacio Jordá) durante un ritual con metilbufotenina (DTM), una sustancia tóxica que se extrae de la piel del sapo bufo. Otros dos acompañantes de Vidal también figuraban como investigados.

La resolución, que revoca un auto anterior de procesamiento y es recurrible, se ha adoptado después de que el instructor recibiese un informe forense en el que se señala que la víctima había consumo cocaína entre uno y cuatro días de la muerte. Según el análisis de la forense, adelantado por EFE, las sustancias tomadas por el fallecido se configuran como "alcaloides", que aumentan los efectos cardiovasculares, como la tensión arterial, la frecuencia cardíaca y las arritmias.

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Raquel Pérez

La forense indica asimismo que el consumo de tales sustancias alcaloides provocan una vasoconstricción coronaria, por lo que el flujo sanguíneo se compromete, no dilatando la coronaria y no produciéndose la debida irrigación sanguínea muscular. La posible causa de la muerta fue una reacción adversa de ambas de la conjunción de ambas sustancias, una fumada y otra esnifada, no pudiendo desvincular una de la otra, lo que exime en principio de responsabilidad de Nacho Vidal.

La instrucción ha servido para confirmar que José Liuis Abad se sometió de forma voluntaria al supuesto ritual sanador con sapo bufo a través del contacto de una prima del actor y que informó a la mujer de que había consumo alcohol y cocaína días antes de acudir a la casa de campo de Enguera, donde Vidal ejercía de conductor o chamán dle ritual.

En sus declaraciones, Vidal ha asegurado además que no se lucraba con este tipo de encuentros, si bien algunas fuentes sostienen que pedía cantidades de unos 600 euros por los gastos de preparación de cada sesión.