La Policía carga contra ultraderechistas en la 'mani' del 9 d'Octubre en Valencia

Momentos de tensión en las calles de Valencia entre varios centenares de manifestantes de ultraizquierda y otros tantos de grupos de ultraderecha que se han dado cita en el centro de la ciudad con motivo de la manifestación reivindicativa que tradicionalmente se desarrolla el 9 de octubre, Día de la Comunidad Valenciana. La Policía Nacional —unos 700 agentes antidisturbios repartidos por todo el recorrido— tuvo que hacer una carga contra grupos de ultraderecha después de que intentasen saltarse el cordón policial. Durante la carga, estos contramanifestantes lanzaron 'spray' pimienta que alcanzó a algunos agentes y periodistas que cubrían el operativo.

Esta manifestación se lleva a cabo cada año de forma alternativa a los actos institucionales que se celebran durante la mañana y que en esta ocasión contaron con la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La Dirección General de la Policía desplazó al lugar a unidades antidisturbios procedentes de Madrid que dieron apoyo a los agentes de Valencia.

El año pasado, grupos ultras vinculados al colectivo Yomus del Valencia CF agredieron a jóvenes independentistas situados a la cola de la manifestación y a varios periodistas. Para la convocatoria de 2019, colectivos antifascistas y de extrema izquierda se llamaron para acudir a Valencia desde distintos puntos de la Comunidad Valenciana y también desde lugares como Madrid, según fuentes policiales. Organizados en las autodenominadas 'columnas', se concentraron a la cola de la manifestación organizada por Comissió Nou d'Octubre, llegando a superar en número al resto de colectivos convocantes, sindicatos, partidos políticos y organizaciones como Acció Cultural del País Valencià. En esta ocasión, tanto UGT como el PSPV-PSOE decidieron no participar en la marcha, de marcado tinte nacionalista y a la que acudieron grupos independentistas.

En comparación con el año pasado, cuando se produjeron agresiones, la manifestación se desarrolló con cierta normalidad, blindada por los antidisturbios, mientras algunos de los grupos antifascistas, distinguidos con brazaletes rojos o amarillos, se encargaban de mantener la seguridad en sus propias filas. Los grupos ultraderechistas que increparon a los manifestantes durante tramos del recorrido estuvieron en todo momento vigilados por la Policía, pero ello no evitó que se produjeran un intercambio de amenazas y algún encontronazo entre grupúsculos de ambos extremos.

Además, la Guardia Civil ha abierto una investigación después de que varios postes de la luz visibles desde la carretera V-21, en el acceso norte a Valencia, aparecieran el lunes con muñecos de cartón con esteladas dibujadas y simulando haber sido ahorcados.