Subastas de crédito promotor: así resucita la fiebre inmobiliaria en Benidorm y Dénia

La aparición de nuevas promociones de viviendas en zonas de elevada demanda o dirigidas a un público prémium ha abierto una batalla entre la gran banca española por posicionarse en la concesión de créditos. CaixaBank, Santander, Sabadell o BBVA han pasado de sentir urticaria ante la llegada a sus despachos de proyectos inmobiliarios ajenos a sus propias carteras y 'stocks' a darse codazos en las licitaciones privadas de préstamo promotor en determinadas iniciativas vinculadas a proyectos de lujo o superlujo.

Así lo ha podido contrastar El Confidencial de fuentes financieras en dos de las promociones más potentes que han dado el pistoletazo de salida en la Costa Blanca alicantina, Delfin Tower, en Benidorm, y Amare, en Dénia. La primera es un rascacielos de lujo de 22 plantas y 100 metros de altura que ocupa una de las escasísimas parcelas de primera línea de la conocida meca del turismo de masas español. Presume de ubicación, de primeras calidades, de diseño arquitectónico y de sostenibilidad medioambiental. Tanto como para que el precio de sus apartamentos oscile desde los 700.000 euros y los 1,56 millones.

El dinero para sacar adelante el proyecto no llegará de entidades o inversores internacionales. CaixaBank, Sabadell y BBVA han dado un paso adelante y han quedado finalistas en un proceso de negociación de la financiación dirigido por consultoras independientes, con ventaja para la entidad que preside Jordi Gual, para una operación que superará los 30 millones de euros y que no está cerrada.

El mismo nivel de competencia o más y con actores que se repiten se ha producido en la promoción Amare, de Dénia. El proyecto inmobiliario tiene detrás a la compañía AB Living, propiedad del fundador de SHA Wellness Clinic, el complejo hotelero-medicinal de superlujo situado en la localidad alicantina de l’Albir. Alfredo Bataller, que en 2014 recibió de manos del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la Medalla al Mérito Turístico, ha montado una de las clínicas de turismo de salud y bienestar más reconocidas de España, a más de 500 euros la noche.

CaixaBank, Santander, Sabadell y Bankinter pujan por el proyecto de Alfredo Bataller (SHA Wellness). La entidad de Gual toma ventaja en Delfin Tower

El empresario, de origen argentino pero afincado en Altea desde 1989, es conocido junto a su esposa, Graciela Pineda, por su actividad hotelera, pero se ha lanzado también a la promoción inmobiliaria de lujo. Gestiona propiedades en la Costa Blanca, tiene en marcha un espacio de eventos en pleno barrio de Salamanca en Madrid (SHA Loft) y acaba de poner en el mercado la mayor promoción de lujo en primera línea de costa en Denia, también en una de las pocas parcelas libres que quedan sin construir. El proyecto residencial consta de 68 viviendas con terrazas, piscinas desbordantes y más de 5.000 metros cuadrados de jardines, más piscinas, club infantil, gimnasio y sala polivalente. Los precios por apartamento oscilan entre los 350.000 y los 500.000 euros.

Bataller compró la parcela hace varios años. El proyecto lo comercializa Olivares Consultores y cuenta ya con las licencias correspondientes del Ayuntamiento de Dénia, por lo que las obras podrían comenzar en breve. Con cerca de un 30% de reservas realizadas, AB Living ha iniciado la negociación para contratar la financiación bancaria necesaria para ejecutar las obras. No le faltan novios. Según fuentes de mercado, CaixaBank, Santander, Sabadell y Bankinter son los bancos que han entrado en la puja y pelean por cerrar el préstamo promotor de Amare. La operación ronda los 25 millones de euros.

Según explican fuentes del sector, el carácter prémium de este tipo de promoción permite exigir a sus compradores incluso garantías adicionales en los contratos de preventa (al contrario que en una promoción normal, donde es el comprador el que solicita avales por las cantidades entregadas a cuenta). Y con estas condiciones, las entidades financieras salivan por posicionarse como prestamistas para ejecutar la obra, incluso con vocación de que sus créditos sean subrogados posteriormente por el propietario particular, normalmente personas o familias adineradas, a las que convierten automáticamente en clientes. Al tratarse de operaciones millonarias, la negociación de los créditos se realiza a través de consultoras independientes. La financiación bancaria cubre en torno al 60 o el 70% del coste de la obra. El promotor aporta recursos propios y los contratos de preventa.