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El rey del ocio de Benidorm (Aqualandia) creó su imperio desde Islas Vírgenes
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inversiones en españa desde una estructura 'offshore'

El rey del ocio de Benidorm (Aqualandia) creó su imperio desde Islas Vírgenes

Georges Santamaría, dueño de Terra Mítica, de hoteles y de salones de juego, montó una estructura ‘offshore’ para canalizar inversiones inmobiliarias en España tras hacerse rico en Francia

Foto: George Santamaría, accionista de la francesa Bally France y dueño de Aqualandia y Terra Mítica.
George Santamaría, accionista de la francesa Bally France y dueño de Aqualandia y Terra Mítica.

George Santamaría tiene más de 80 años y una larga carrera empresarial que le ha llevado a crear uno de los mayores grupos de ocio y turismo de Benidorm y la Costa Blanca. De padres españoles, con pasaporte francés y un inseparable sombrero blanco, comenzó su andadura empresarial en Argelia en la década de los sesenta del siglo pasado, hasta que su familia se trasladó a París como consecuencia de la independencia argelina. Tras poner en marcha negocios ligados al sector del juego desde Francia y consolidar el Grupo Santa María (GSM Investissements), aterrizó en España en los ochenta para subirse a la ola de la edad de oro de la economía patria tras la recuperación de la democracia.

[Consulte el especial sobre los Paradise Papers]

Fundador y accionista de Bally France, una enseña dedicada a la importación de máquinas tragaperras y con intereses en casinos, se instaló en la costa alicantina hace 30 años y hoy es dueño del parque acuático Aqualandia y del complejo de zoológico Mundomar, ambos en Benidorm, que cada año reciben cientos de miles de visitantes. En 2012 aprovechó la quiebra de Terra Mítica, el parque temático impulsado por Eduardo Zaplana, para comprárselo a la Generalitat valenciana, a Bankia y al Banco Sabadell a precio de derribo. Pagó 65 millones de euros por un recinto lúdico que había costado más de 370 millones a las antiguas cajas CAM y Bancaja y a la Hacienda valenciana. Además de estos activos, Santamaría controla también los hoteles Palm Beach y Luxor de Benidorm y ha puesto en marcha un complejo turístico en República Dominicana, donde es dueño de una playa, entre otros negocios inmobiliarios. En 1985 abrió sus puertas Aqualandia, el parque acuático de 20 hectáreas ubicado en Benidorm. En 1996 se inauguró su hermano Mundomar, ambos en la falda trasera de Sierra Helada, la estribación montañosa costera situada al norte de la capital de la Costa Blanca. Ambos tiene como accionista indirecto a la filial francesa de Santamaría, GSM Investissements.

placeholder El parque acuático Aqualandia, con Benidorm al fondo. (Aqualandia)
El parque acuático Aqualandia, con Benidorm al fondo. (Aqualandia)

Lo que no se conocía hasta ahora es que una parte importante de su fortuna en España tiene como punto de partida sociedades radicadas en paraísos fiscales, concretamente en las Islas Vírgenes Británicas y la Isla de Man, según revelan documentos relativos a un enfrentamiento legal que el empresario tuvo con dos exsocios belgas desde 2002 hasta bien entrado 2006. Los documentos forman parte de los llamados Paradise Papers, una filtración conseguida por el diario alemán 'Süddeutsche Zeitung' y compartida con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), que publican El Confidencial y La Sexta en España y medios como 'The New York Times' y 'The Guardian' en el resto del mundo.

Georges Santamaría, dueño de Terra Mítica, montó una estructura ‘offshore’ para canalizar inversiones inmobiliarias en España tras hacerse rico en Francia

Según recogen estos documentos internos del bufete de abogados Appleby, con sede en Bermudas y especializado en servicios corporativos ‘offshore’, a partir de 1980, Santamaría y dos de sus socios en Bally France, los hermanos Lucien y Alfred Wilms, afincados en Bélgica, se involucraron en varias empresas de ocio con propiedades en España y otros lugares. Para ello, constituyeron un grupo de sociedades y fideicomisos entre los que figuraban la mercantil Flatrental Limited, con sede en las Islas Vírgenes Británicas, y las firmas Notting Hill Investments y Anglo Investments, estas dos últimas domiciliadas en la Isla de Man.

Estas sociedades sirvieron de palanca como accionistas y propietarias últimas de algunos de los negocios de Santamaría y los hermanos Wilms en España. Entre los activos, figuraban acciones de la sociedad española del Grupo Santa María (GSM) Jardin Park Europea, con intereses inmobiliarios en Almería, y los derechos de cobro de un préstamo de 1.494 millones de pesetas (8,9 millones de euros) que Flatrental hizo a Florencio Agustín e Hijos (Fahsa), una promotora almeriense en quiebra. El crédito debía servir para que Fahsa atendiese las reclamaciones pendientes de cobro de la Agencia Tributaria tras haber suspendido pagos.

Foto: Ilustración: Raúl Arias.
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La relación entre Santamaría y los Wilms se prolongó durante más de una década. Sin embargo, en el año 2002, el romance empresarial se torció. Los socios decidieron separar sus negocios, para lo que los hermanos Wilms vendieron a Santamaría sus participaciones en las sociedades Notting Hill, Anglo Investments y Flatrental Limited. En virtud de ese acuerdo, Santamaría se quedaba los activos y las acciones de las sociedades ‘offshore’. A cambio, desembolsó dos pagos de 436.000 euros y de 2,15 millones de euros a Lucien y a Alfred Wilms, respectivamente. Además, renunció a sus derechos en opciones sobre acciones de Groupe Partouche, el gigante galo del juego, los casinos y hoteles.

placeholder La firma de George Santamaría, en uno de los documentos de Paradise Papers.
La firma de George Santamaría, en uno de los documentos de Paradise Papers.

El acuerdo contó también con la firma de un abogado y consultor afincado en Isla de Man, Frank Scott, responsable de Scott Consultancy, cuyo nombre no solamente figura en los Paradise Papers, sino también en los archivos de los papeles de Panama, como agente intermediario en varias sociedades de Islas Vírgenes. Según reflejan los documentos analizados por El Confidencial, Santamaría y los Wilms hicieron a Scott responsable fiduciario de un fideicomiso, por el cual se hacía cargo físicamente de las acciones Notting Hill, Anglo y Flatrental, aunque en realidad el propietario último era el empresario afincado en Benidorm.

Los conflictos entre todos ellos llegaron en 2005. Los Wilms bloquearon la entrega de las acciones de la sociedad Flatrental a Santamaría hasta que se resolviese el cobro del préstamo concedido a Fahsa, para asegurarse un reparto equilibrado de esos “fondos adicionales” necesarios para dar por cerrado el acuerdo de traspaso de activos. En esas fechas, el dueño de Terra Mítica y Aqualandia aceptó una oferta de una empresa catalana hotelera denominada Hotels Rurals por la deuda de Fahsa. Hotels Rurals libró a través de Cajamar un cheque de 8,9 millones de euros en favor de Flatrental, la sociedad de las Islas Vírgenes.

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Pero el fiduciario Frank Scott se negó a entregar a Santamaría las acciones de Flatrental y hacer efectivo el cheque en favor de la mercantil hasta asegurar un acuerdo entre las partes para repartir los fondos de Hotels Rurals. Esta circunstancia propició un proceso de arbitraje en el Centro de Arbitraje y Mediación de Bélgica (Cepani) y en la Corte Suprema de la Isla de Man. De la documentación de los Paradise Papers se desprende que el empresario de origen argelino pudo sufrir un perjuicio económico como consecuencia del retraso en el cobro del cheque.

El Confidencial se ha puesto en contacto con el Grupo Santa María a través de Aqualandia España para tratar de contrastar los datos que figuran en los Paradise Papers. La respuesta de fuentes oficiales es que "todas las empresas que el señor Santamaría tiene en España tributan en España" y que el empresario está al corriente de sus obligaciones tributarias. Sobre la existencia de la sociedades en Islas Vírgenes o Isla de Man, las mismas fuentes se han limitado a manifestar, tras consultar con los asesores jurídicos y financieros, que no tienen "constancia ni conocimiento" de su existencia.

George Santamaría tiene más de 80 años y una larga carrera empresarial que le ha llevado a crear uno de los mayores grupos de ocio y turismo de Benidorm y la Costa Blanca. De padres españoles, con pasaporte francés y un inseparable sombrero blanco, comenzó su andadura empresarial en Argelia en la década de los sesenta del siglo pasado, hasta que su familia se trasladó a París como consecuencia de la independencia argelina. Tras poner en marcha negocios ligados al sector del juego desde Francia y consolidar el Grupo Santa María (GSM Investissements), aterrizó en España en los ochenta para subirse a la ola de la edad de oro de la economía patria tras la recuperación de la democracia.

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