Así es la carta enviada por Marta Rovira: "Emprendo un camino duro, el del exilio"

La secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha decidido no presentarse este viernes ante el Tribunal Supremo y marcharse el exilio. En una carta enviada a los militantes de ERC, afirma que el camino que tiene por delante es "duro, pero es la única manera que tengo de recuperar mi voz política" y arremete contra la justicia y el Gobierno de Mariano Rajoy. La exdiputada de ERC, que renunció este jueves a su acta, se encuentra en Suiza y le acompañará su hija Inés. "El exilio me permitirá hacerle de madre, se lo merece", afirma.

Rovira estaba citada a las 10:30 horas de este viernes en el Tribunal Supremo para una vistilla de medidas cautelares junto a otros miembros del antiguo Govern, como Jordi Turull, Carme Forcadell, Raül Romeva, Josep Rull y Dolors Bassa, que han sido enviados por la tarde a prisión incondicional sin fianza. Todos ellos llegaban al alto tribunal pasadas las 10:00 horas y muchos se preguntaban, entre ellos miembros de su partido que desconocían sus planes, dónde estaba. Alrededor de las 10:20 horas, se conocía la noticia. Con su marcha, ERC queda descabezado en Cataluña: su presidente Oriol Junqueras está en la cárcel de Estremera (Madrid) desde el 2 de noviembre y ella en el extranjero.

En la misiva, Rovira dice sentir una "profunda tristeza" por estar lejos de su familia, amigos y miembros del partido. "Siento tristeza, pero mucho más triste habría sido vivir silenciada interiormente. Sentir mi libertad de expresión censurada", continúa, para denunciar la intimidación de los tribunales que "aplican descaradamente criterios políticos". Revela, además, en que las últimas semanas ha vivido "dentro de un prisión interna" y que no se sentía libre. "No me reconocía", añade.

"¡Viva la República catalana!"

Con ella, ya son siete los políticos soberanistas que están en el exilio -Carles Puigdemont, Anna Gabriel, Toni Comín, Meritxell Serret, Clara Ponsatí y Lluís Puig-. Desde su nuevo destino asegura que recuperará su voz política y se levantará contra el Gobierno del PP, "que persigue todo el que está a favor de votar, y que castiga cualquiera que intenta cambiar lo prestablecido y establecido. En este punto, denuncia que el Ejecutivo de Mariano Rajoy se ha saltado el Estado de Derecho y las libertades civiles "para conseguir sus fines políticos".

Rovira pide a los suyos que eviten que "el rencor se apodere de vosotros" y no se acerquen al resentimiento "contra nadie ni contra nada". En este sentido, hace un llamamiento al "respeto" y al "amor" hacia todos los ciudadanos y opiniones para lograr un objetivo final: la República catalana.

Por último, recuerda las palabras de Oriol Junqueras en las que pedía estar "fuertes y unidos" y "transformar la indignación en coraje y perserverancia", y asegura que así lo hará desde el exilio. "Viva la libertad, la justicia, la igualdad y la fraternidad. ¡Viva una República catalana para todos!", termina la carta.

Libertad de movimiento y con pasaporte

Rovira, que declaró en el Supremo el pasado 19 de febrero, quedó en libertad bajo fianza de 60.000 euros. El juez Pablo Llarena ordenó comparecencias cada 15 días en el juzgados y no le retiró el pasaporte ni le prohibió salir del territorio nacional.

Carta íntegra de Marta Rovira

Esta es la carta:

"Hoy emprendo un camino duro, un camino que, desgraciadamente, tantos otros que nos preceden han tenido que coger. El camino del exilio.

No puedo ocultar la profunda tristeza que siento de alejarme de tanta gente que quiero -y que quiero mucho. De tantas luchas compartidas durante tantos años con personas a las que le mueve un único objetivo: cambiar la sociedad donde viven. Hacerla más justa. Personas dignas. Dejar de ver los paisajes que me rodean desde la infancia, de pasear por las ciudades donde he vivido.

Siento tristeza, pero mucho más triste habría sido vivir silenciada interiormente. Sentir mi libertad de expresión censurada por unos tribunales que intimidan y que aplican -descaradamente- criterios políticos. Cada día, cada hora sentía mi libertad limitada por amenazas judiciales arbitrarias. No me sentía libre. No me reconocía. Estas últimas semanas he vivido dentro de una prisión interna.

El exilio será un camino duro, pero es la única forma que tengo de recuperar mi voz política. Es la única forma que tengo de levantarme en contra del Gobierno del PP, que persigue todo el que está a favor de votar, y que castiga cualquiera que intenta cambiar lo prestablecido y establecido. Un Gobierno que está dispuesto a saltarse el estado de derecho y las libertades civiles para conseguir sus fines políticos.

Tengo una hija, Inés. Las madres saben cómo la quiero. Y cómo de fuerte es el sentimiento de darle todo lo que le pueda dar. El exilio me permitirá hacerle de madre, y se lo merece.

Os quiero decir una última cosa. No dejéis que el rencor se apodere de vosotros. El análisis de una realidad anti-democrática y profundamente injusta no debe dar paso al resentimiento. Contra nadie. Contra nada. Solo desde el respeto y desde el amor hacia todos los ciudadanos y todas las opiniones construiremos cambios radicales y profundos. Solo desde el trabajo conjunto lograremos una República para todos.

Como dice Oriol, "En estos días que vendrán, hay que estar fuertes y unidos. Transformar la indignación en coraje y perseverancia. La rabia, en amor. Piense siempre en los demás. En lo que tenemos que rehacer. Persiste porque yo persistiré. Gracias por todo su apoyo. Os quiero ". Y eso es lo que haremos, Oriol.

Os escribo, ahora sí, con sinceridad y libertad. Y es tal como lo podré hacer desde ahora como secretaria general de ERC, un partido que amo, que ha dado tanto en el país y que todavía tiene que dar mucho más.

Viva la libertad, la justicia, la igualdad y la fraternidad. ¡Viva una República catalana para todos!".