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Acusan a Omnium Cultural de ser “el ariete político de CiU a cambio de subvenciones”
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POR PERSONARSE EN UN RECURSO CONTRA LA EXIGENCIA DEL CATALÁN

Acusan a Omnium Cultural de ser “el ariete político de CiU a cambio de subvenciones”

La personación de òmnium Cultural --la entidad cívica de Cataluña más potente, con mayor poder de presión y más peso específico en los ámbitos culturales y

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Acusan a Omnium Cultural de ser “el ariete político de CiU a cambio de subvenciones”

La personación de òmnium Cultural --la entidad cívica de Cataluña más potente, con mayor poder de presión y más peso específico en los ámbitos culturales y políticos de la Comunidad—en el recurso de Convivencia Cívica Catalana (CCC) contra la exigencia de que los profesores universitarios acrediten un nivel C de catalán ha motivado la indignación de los partidos no nacionalistas, que acusan a su presidenta, Muriel Casals, de utilizar la entidad como ariete político del Gobierno de Artur Mas.

La postura de òmnium recibió los primeros dardos del presidente de CCC, Francisco Caja, para quien la actitud de la entidad catalanista es “intransigente, talibanista y, además, subvencionada por la Generalitat”. Fuentes cercanas a òmnium, sin embargo, señalaron a El Confidencial que esta entidad “tiene todo el derecho a personarse en un proceso porque defiende determinados valores que pueden ser vulnerados con el recurso interpuesto. De la misma manera que respetamos que otros interpongan un recurso contra una norma que defiende el catalán (aprobada en febrero por el Ejecutivo de Artur Mas), esperamos que esos otros respeten nuestro derecho a nuestra iniciativa para defender nuestra lengua”.

El portavoz del PP en el Parlamento autonómico, Enric Millo, tuvo también duras palabras contra Casals. Señaló que “òmnium Cultural había de ser una entidad cultural, pero cada vez es menos cultural y más política partidista. Su presidenta le hace un flaco favor a sus 50 años de historia, ya que lo que hace es convertirse en maltratadora de la pluralidad catalana, de la diversidad de pensamiento en Cataluña, defendiendo un pensamiento único que no todos comparten y, por tanto, convirtiéndose en mascarón de proa de la intransigencia, de la intolerancia”.

Más crítico aún fue el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que subrayó que òmnium “es la caverna nacionalista, el brazo político de CiU, que hace el trabajo sucio a cambio de subvenciones”. El líder de C’s pidió que la organización catalanista “deje de jugar a ser un partido político y deje de hacerlo con nuestro dinero” y demandó que se le retiren las subvenciones. En este sentido, el presidente de Ciudadanos coincide con Francisco Caja al pedir “que el hecho de saber catalán debe ser un mérito y no una barrera”. Por ello, este partido ya pidió en el Parlamento la derogación del decreto del gobierno sobre los profesores universitarios, pero todos los partidos, excepto el PP, votaron en contra. “òmnium ha recibido en los últimos 6 años ocho millones de euros en subvenciones por parte de la Administración con la excusa de la cultura”, enfatizó Rivera, quien no olvida que fue precisamente òmnium la entidad que propuso, a principios de julio, la insumisión fiscal de Cataluña para con España hasta que el Estado no pague los atrasos que debe a la comunidad y hasta que no se firme un nuevo pacto fiscal. A esta idea se sumó inmediatamente el presidente del grupo de CiU en el Parlamento catalán, Oriol Pujol.

Prepara el manifiesto de la Diada

Ahora, òmnium está ya inmersa en los preparativos de la celebración del 11 de septiembre, la Diada Nacional de Cataluña. Y ya tiene listo un manifiesto que deja entrever por dónde irán los tiros políticos los próximos meses. “Cataluña está inmersa en una especie de segunda transición en la que la sociedad civil ha de tener más protagonismo en la toma de decisiones en un contexto de profundización democrática. El país necesita respuesta en un momento en que las relaciones con España están en un punto de no retorno, estamos padeciendo sumamente la crisis económica, que afecta especialmente a las generaciones más jóvenes, estamos afrontando nuevos desafíos a nuestra lengua, que creíamos superados”, dice el manifiesto.

Para el 11 de septiembre -y, por extensión, para los próximos años-, òmnium pone sobre la mesa tres cuestiones fundamentales. La primera es una defensa a ultranza del modelo de inmersión lingüística. “Es preciso defender el modelo de inmersión lingüística como modelo viable de cohesión y construcción social y es preciso impulsar un gran acuerdo social, político y económico para hacer del catalán la lengua común de todos los que vivimos en nuestro país”. El segundo punto es lograr, en los próximos cuatro años, que Cataluña “recaude sus impuestos y determine su política económica”.

Y señala el manifiesto que “no aceptaremos ninguna rebaja ni rendición y, si el Estado español se opone, nos comprometemos a estudiar fórmulas de objeción fiscal como paso firme hacia la independencia económica”. El tercer punto es reclamar el “derecho a decidir. Es preciso que la acción pública y la de la sociedad civil confluyan en un camino irrenunciable y efectivo del derecho a la autodeterminación. Este camino sólo puede llegar a su destino cuando se convoque un referéndum de manera oficial y vinculante en todo el país”.

La personación de òmnium Cultural --la entidad cívica de Cataluña más potente, con mayor poder de presión y más peso específico en los ámbitos culturales y políticos de la Comunidad—en el recurso de Convivencia Cívica Catalana (CCC) contra la exigencia de que los profesores universitarios acrediten un nivel C de catalán ha motivado la indignación de los partidos no nacionalistas, que acusan a su presidenta, Muriel Casals, de utilizar la entidad como ariete político del Gobierno de Artur Mas.