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La ‘diplomacia’ de CiU atrae por fin a PP y PSOE para sacar adelante la ‘ley estrella’ de Artur Mas
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NACIONALISTAS Y SOCIALISTAS ESCENIFICAN SU PACTO

La ‘diplomacia’ de CiU atrae por fin a PP y PSOE para sacar adelante la ‘ley estrella’ de Artur Mas

Convergència i Unió (CiU) se apuntó ayer un tanto importante: llegó a un acuerdo con los socialistas para sacar adelante las tres leyes que se derivan

Foto: La ‘diplomacia’ de CiU atrae por fin a PP y PSOE para sacar adelante la ‘ley estrella’ de Artur Mas
La ‘diplomacia’ de CiU atrae por fin a PP y PSOE para sacar adelante la ‘ley estrella’ de Artur Mas

Convergència i Unió (CiU) se apuntó ayer un tanto importante: llegó a un acuerdo con los socialistas para sacar adelante las tres leyes que se derivan de lo que se conoce como la Ley Ómnibus, un texto que en principio tenía casi 700 artículos y que modificaba casi un centenar de normas y organismos de la administración catalana de una tacada. Los presidentes de los grupos parlamentarios de CiU y del PSC, Oriol Pujol y Joaquim Nadal, presentaron ayer al alimón el acuerdo por el que los socialistas no interpondrán enmiendas a la totalidad en las tres leyes que se derivan del mamotreto inicial: la Ley de Simplificación Administrativa, la Ley de Agilidad y la Ley de Promoción Económica.

De momento, el Gobierno de Artur Mas se ha asegurado casi el 80% del apoyo parlamentario a la tramitación del proyecto legislativo más importante de la primera parte de su legislatura, puesto que ni PSC ni PP presentarán enmiendas a la totalidad, lo que asegura la tramitación de las normas que pretende impulsar. Es todo un éxito de lo que en algunos círculos se comienza a conocer como la diplomacia de CiU, es decir, la increíble circunstancia de contentar por igual a los extremos opuestos del arco parlamentario: en este caso, a PP, PSC y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Si finalmente los republicanos renunciaran también a presentar enmiendas a la totalidad, el porcentaje subiría casi al 87%, un éxito sin precedentes en el Parlamento catalán, ya que pocas veces un texto legislativo de esta envergadura ha concitado en torno suyo semejante unanimidad. Y eso teniendo en cuenta que el Ejecutivo gobierna en minoría, puesto que tiene 62 diputados y la mayoría absoluta se sitúa en 68.

“Había una incomodidad en la oposición por presentar en un solo texto todas las modificaciones legislativas que pretendíamos. Pues bien, lo que hicimos fue trocearla por capítulos. Con ello, contentamos a la mayoría de la oposición y evitamos que el trámite sea muy complejo. Además, no queremos eternizar la tramitación parlamentaria, ya que queremos tenerla aprobada en un tiempo récord: el próximo mes de diciembre. Por ello, hacemos una valoración muy positiva de los acuerdos logrados hasta el momento”, señala a El Confidencial el portavoz adjunto de CiU, Ramon Espadaler. La pasada semana, los nacionalistas habían llegado a un acuerdo con el PP para crear un grupo de trabajo conjunto y acercar posturas. Ahora, según confirman a este diario fuentes de CiU y del PSC, se hará otro grupo de trabajo similar con los socialistas.

No obstante, para el portavoz del PSC, Miquel Iceta, a lo que se ha llegado es a un acuerdo para solventar el trámite inicial. “Porque nosotros presentaremos cientos de enmiendas a los articulados. Yo creo que se hacen un dibujo demasiado sencillo del tema y va a ser una negociación muy complicada, ya que habremos de negociar artículo a artículo de cada ley”, señala a El Confidencial Iceta, quitando importancia al hecho de que los dos presidentes de los grupos parlamentarios hayan dado la cara en una rueda de prensa conjunta para presentar los pactos. “Se llegó a un acuerdo para que lo explicasen juntos. Lo que se pretendía era solemnizarlo y darle una cierta relevancia”, enfatiza.

El pacto de CiU con los socialistas no fue fácil. Los representantes del PSC pusieron sobre la mesa el acuerdo firmado en diciembre pasado con CiU para facilitar la investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat. En él se especificaba que determinados asuntos debían consensuarse entre ambos partidos, como cualquier modificación del estatus de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), el organismo que controla los medios públicos del Gobierno. CiU transigió finalmente en eso y en los temas urbanísticos.

ERC se decide hoy

A CiU le queda por atar el acuerdo con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). “Estamos negociando todavía”, dice Espadaler. Fuentes de la organización republicana, sin embargo, señalaron a El Confidencial que, hasta ahora, sólo desisten de presentar una enmienda a la totalidad a una de las leyes. “CiU no quiere hablar. Lo único que quiere es llegar a un pacto a cambio de nada. Se cierra en banda. Y, por ello, a falta de que mañana [hoy para el lector] tengamos una última reunión, hemos preparado enmiendas a la totalidad de dos de estas leyes”, dice a este diario una miembro de la cúpula de ERC.

Se da la casualidad de que esta semana,se votarán los presupuestos de la Generalitat y se presentarán las enmiendas correspondientes a las leyes derivadas del proyecto Ómnibus. Y habrá una paradoja: “Tendremos un desencuentro importante con los socialistas en materia de presupuestos y un encuentro importante en la Ley Ómnibus”, detalla Espadaler. El PSC votará en contra de los presupuestos simplemente porque el Gobierno de Mas llevó adelante la supresión del Impuesto de Sucesiones en un momento en que hace falta ese dinero. Este impuesto sólo afecta a un 5% de los catalanes, pero permitía recaudar casi 500 millones de euros. Y para el PSC, cuando se están cerrando plantas de hospitales o cuando los presupuestos públicos se están rebajando un 10% de media, no es la hora de rebajar impuestos a los más ricos. ”Podrían haber esperado un año o dos para llevar adelante esa medida y entonces no les hubiéramos dicho nada. Pero ahora mismo, es un contrasentido”, dicen a este diario fuentes socialistas.

Pero lo cortés no quieta lo valiente. El PSC pretende plasmar que en temas importantes apoyará sin complejos al Gobierno aunque esté en la oposición y a CiU le va bien que su principal oponente reconozca la importancia y la necesidad de sus iniciativas.

Convergència i Unió (CiU) se apuntó ayer un tanto importante: llegó a un acuerdo con los socialistas para sacar adelante las tres leyes que se derivan de lo que se conoce como la Ley Ómnibus, un texto que en principio tenía casi 700 artículos y que modificaba casi un centenar de normas y organismos de la administración catalana de una tacada. Los presidentes de los grupos parlamentarios de CiU y del PSC, Oriol Pujol y Joaquim Nadal, presentaron ayer al alimón el acuerdo por el que los socialistas no interpondrán enmiendas a la totalidad en las tres leyes que se derivan del mamotreto inicial: la Ley de Simplificación Administrativa, la Ley de Agilidad y la Ley de Promoción Económica.

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