La Policía Autonómica se suma a las protestas por los recortes en Cataluña

Los sindicatos más representativos del sector público catalán mantendrán hoy una reunión para estudiar una estrategia conjunta de movilizaciones ante los recortes que quiere hacer el Gobierno autonómico en materia de servicios públicos. La gota que colmó el vaso de las centrales fue la convocatoria ayer, por tercer día consecutivo, de la Mesa de la Función Pública. “Allí se presentó sólo la directora general de la Función Pública y la responsable de personal. Nos dijeron que no venían a negociar y que tenían prisa porque había que cerrar los presupuestos, que han de ser presentados por el Gobierno el próximo día 31. Fue muy desagradable, incluido el tono. Y lo que denota es una falta de profesionalidad y de respeto hacia los representantes de los trabajadores”, relata a El Confidencial Encarna Fernández, secretaria general de la Federación de Servicios Públicos de la UGT catalana.

Durante los últimos días, el Gobierno catalán decidió seguir recortando el gasto en el sector público, pero esta vez, agotado ya el filón del cierre de plantas de hospitales y quirófanos, en otras materias: por ejemplo, ha decidido suspender la aportación de la Generalitat al plan de pensiones a funcionarios y personal laboral que trabaja para la Administración. Además, elimina el Fondo de Acción Social, que implica que deja de pagar gafas, audífonos o becas al personal. Y, para terminar, elimina la paga de productividad que abonaba a algunos trabajadores. 

La situación incluso ha enervado, en esta ocasión, al sector de la seguridad. Los principales sindicatos de los Mossos d'Esquadra mantuvieron ayer una reunión para concretar medidas de protesta: que se convoque urgentemente el Consejo de la Policía para tratar la situación retributiva del cuerpo, apoyar una concentración de todos los sindicatos contra el tijeretazo el próximo 31 de mayo (día en que el Gobierno entrega los presupuestos al Parlamento) y pedir a los agentes que no acudan a las celebraciones del Día de las Escuadras, es decir, su festividad, ya que consideran que es "innecesario" y que su presupuesto se podría destinar a otros fines. 

“Lo que ha hecho la Administración es presentar unas propuestas sin contrapartida. No hubo negociación. No aceptaron nuestras propuestas. El Gobierno está cerrado a todo. El resultado es que, además de que nos han rebajado el sueldo un 5% unilateralmente, nos imponen más medidas restrictivas pero no nos garantizan ni siquiera estabilidad en las plantillas”, señala Carme Navarro, secretaria general de Sanidad de Comisiones Obreras.

Raquel Gil, secretaria general de Igualdad y Políticas Sociales de la UGT, abunda en lo mismo. “Cuando una de las partes da por acabada la supuesta negociación, ya no hay más que hablar. Nos han dicho que hasta aquí han llegado y punto. Y ante eso, no podemos negociar. Han reventado la Mesa, porque con esas actitudes no se puede negociar. Todavía estamos estupefactos y recuperándonos”, dice a este diario.

La ruptura entre Gobierno y sindicatos se produjo el día en que, cada semana, los trabajadores del sector público realizan movilizaciones. Ayer, profesores y alumnos irrumpieron en la reunión del consejo de Gobierno de la Universidad de Barcelona y tomaron el rectorado durante cuatro horas. Unos protestaban por la situación de precariedad laboral a que les obligan, pagando una miseria y realizando el trabajo de un catedrático, y por las perspectivas de recortar aún más el sueldo. Otros, por el aumento del precio de las matrículas y por las condiciones de los planes de estudio.

La Plataforma Unitaria en Defensa de la Universidad Pública también convocó para hoy una concentración en la plaza de Sant Jaume, sede de la Generalitat, para protestar por los recortes. A ella se han adherido los principales sindicatos. CCOO pidió, por su parte, una reunión urgente de la Mesa General de Universidades para acordar medidas con las que hacer frente a los recortes y convocó una asamblea general en el Paraninfo de la UB para el próximo 7 de junio.

Cortes de tráfico

Pero el ambiente está también muy caldeado en el sector sanitario. Ayer, los trabajadores de los hospitales públicos repitieron las protestas y los cortes de tráfico de las principales vías de la ciudad. La jornada de este miércoles, sin embargo, fue más dura. Varios centenares de empleados del Hospital Clínico tomaron la calle Villarroel y se sentaron en la calzada durante todo el día, cortando el tráfico en el centro de la ciudad.

El consejero de Economía y Conocimiento de la Generalitat, Andreu Mas-Colell, detalló ayer las líneas generales de los recortes. Dijo que las consejerías que tendrían menos tijeretazo serían las de Enseñanza, Salud y Bienestar y Familia, mientras que los departamentos más afectados serán Presidencia, Vicepresidencia, Economía y Conocimiento y Territorio y Sostenibilidad. El consejero justificó las medidas por la necesidad de cumplir con los mandatos de Europa y porque el actual sistema “es insostenible” y pidió a los trabajadores de la sanidad que hagan un esfuerzo “para entender que hay reglas de la aritmética presupuestaria”.

Pero desde el sector se le contesta con rotundidad. “No nos han querido dar ningún número desde el Gobierno. Queremos saber, por ejemplo, si van a cerrar más plantas de hospitales. Y cómo afectarán los recortes a los empleados y a los ciudadanos. Si tuviéramos los datos en la mano, quizás podríamos aportar ideas. Porque nosotros estamos afectados doblemente por unos recortes que no nos quieren detallar: como ciudadanos y como trabajadores”, explica Encarna Fernández.

Hasta ahora, la palabra huelga había sido tabú. Sólo la Confederación General del Trabajo (CGT) se había atrevido a hablar de esa opción. Pero las tornas están cambiando. De momento, el próximo 31 de mayo, la fecha en que el Gobierno lleva los presupuestos al Parlamento, los sindicatos han convocado una concentración a las puertas de la Cámara para hacerse oír por los diputados que asistan al pleno. Al día siguiente, habrá movilizaciones y concentración de delegados del sector público. El día 15 de junio, dos grandes manifestaciones confluirán en la plaza de Sant Jaume. Y el 21 de junio, habrá una jornada europea de protesta a la que se adhieren las centrales catalanas.

Pero nada es descartable, vistas las circunstancias. “La huelga es una cosa que habrá que valorar -dice Carme Navarro-. No es la mejor opción y hasta ahora habíamos sido reticentes porque una huelga en el sector afectaría a los ciudadanos. Lo que tendríamos que ver es cómo darle a la Administración donde más le duela sin que lo sufran los usuarios”. Raquel Gil, por su parte, admite que “la huelga es un instrumento. Y el Gobierno ha de comprender que cuantas más puertas cierra, va dejando solamente una acción de esas características. Pero se habrá de tomar con el máximo apoyo y consenso de los trabajadores”.