Rosell renueva al frente de la patronal catalana y se refuerza para optar a presidir la CEOE

Sin sorpresas. Así fue la votación para elegir al nuevo presidente de la gran patronal catalana, Fomento del Trabajo. En realidad, lo de nuevo es un eufemismo, porque Juan Rosell, que ya lleva 15 años en el cargo, ha renovado mandato. Su contrincante, el empresario del metal Joaquim Boixareu, que encabezaba la candidatura alternativa bajo el lema Foment Futur, obtuvo 866 votos (el 32,2%) frente a los 1.760 de Rosell (el 67,8%). Este holgado resultado le permitirá afrontar ahora el proceso para optar a presidir la CEOE en sustitución de Gerardo Díaz Ferrán. Era una situación inédita, pues hasta ahora nadie había osado plantarle cara al presidente de la patronal en unas elecciones internas.

Estos comicios han reforzado la situación de Rosell no sólo en la patronal catalana, sino de cara a los de la patronal nacional. En este sentido, Rosell se mostró cauto, ya que antes de optar al cargo quiere tener la completa seguridad de que será elegido. “Primero debemos tener nuestro debate interno y ver qué nos conviene. Dejemos pasar unos días y ya veremos”, dijo sobre su posible candidatura a la CEOE. Se abre, pues, un tiempo de reflexión en el que establecerá puentes de diálogo y colaboración con otras organizaciones patronales de cara a recabar apoyos y, paralelamente, encenderá el debate dentro de la propia Fomento, donde contará con el apoyo de prácticamente toda la junta directiva. La decisión de optar a sustituir a Díaz Ferran se tomará, muy probablemente, la próxima semana, después de que se reúna por primera vez la nueva junta de Fomento y cuando ya se conocerán las fechas de los comicios de la CEOE. Será la nueva junta la que le hará decidir si emprende o no esa aventura.

Sus ejes programáticos se basan en “seguir manteniendo” la independencia política y el prestigio de la institución, al mismo tiempo que la unidad empresarial y el equilibrio presupuestario. La candidatura opositora pretendía un cambio de caras al frente de Fomento “para renovar ideas” y una mayor dureza en las formas, incluso ante la CEOE. Fuentes de esta candidatura manifestaron a este diario, tras el resultado de las elecciones que, a pesar de la derrota, “es positivo que se haya abierto un debate sobre lo que ha de ser Fomento en el futuro”.

La línea continuista de Fomento está, pues, asegurada, aunque el propio Rosell ya advirtió que la patronal catalana se renueva constantemente. “Ésta es la casa de todos [los empresarios], donde tienen que mandar las mayorías y no sólo de unos pocos”, señaló nada más ser reelegido, tendiendo la mano a la candidatura rival. Advirtió, eso sí, que las minorías no pueden mandar, por muy amplias que sean, pero prometió que todos tendrán voz y que las iniciativas que salgan de las bases no caerán en saco roto.

Rosell también tendió la mano a los sindicatos, aunque les recordó que es preciso transformarse porque el mundo cambia y hay que adaptarse a los nuevos tiempos. Y al Gobienro, una advertencia: “Quien haga las reformas que tiene que hacer nos tendrá a su lado”. Mano de hierro en guante de seda.