Es noticia
Dos policías se querellan contra la división de Asuntos Internos de los Mossos d’Esquadra
  1. España
  2. Cataluña
FUERON DETENIDOS Y ENCARCELADOS POR UNA FALSA DENUNCIA

Dos policías se querellan contra la división de Asuntos Internos de los Mossos d’Esquadra

La situación interna de los Mossos d’Esquadra se agrava con los días. Dos agentes del cuerpo se han querellado contra la División de Asuntos Internos por

Foto: Dos policías se querellan contra la división de Asuntos Internos de los Mossos d’Esquadra
Dos policías se querellan contra la división de Asuntos Internos de los Mossos d’Esquadra

La situación interna de los Mossos d’Esquadra se agrava con los días. Dos agentes del cuerpo se han querellado contra la División de Asuntos Internos por haberles detenido y encarcelado en el año 2008, acusándoles de detención ilegal y de robar algo más de 100 euros a un delincuente multirreincidente con 23 antecedentes penales. La Audiencia Provincial de Barcelona les exoneró, en una sentencia de julio pasado, de cualquier comportamiento ilícito -al no haber sido recurrido, el fallo es definitivo- y ahora ellos han pasado al ataque, presentando la querella contra un agente, un cabo y un sargento que instruyeron las diligencias. Las acusaciones son de detención ilegal, acusación y denuncia falsa, delito de coacciones, tortura, delito contra la integridad moral y falsedad documental.

 

Los dos policías, Rubén Sanahuja y Albert Mesa, ingresaron en prisión y fueron suspendidos de empleo y sueldo durante 11 meses. El primero ha sido dado por incapacitado permanente debido a los problemas psicológicos provocados por su detención, mientras que el segundo se encuentra todavía de baja por razones igualmente psicológicas. “La división de Asuntos Internos tendría que pedir perdón por esto”, manifestó el abogado defensor, Marcos García Montes. Además, la Audiencia da un tirón de orejas a la actuación de Asuntos Internos, ya que dictamina que los dos agentes no habían cometido delito alguno después de examinar los medios de prueba presentados por el Cuerpo.

El secretario general del Sindicat de Policíes de Catalunya (SPC), David José, fue más allá: “Asuntos Internos es la única división que tiene una dependencia directa de un cargo político, en este caso el director general de la Policía. Y los agentes que la componen son elegidos a dedo, son agentes de confianza. Por tanto, es importante que esta división no esté sujeta a un mal uso político o a intereses personales”, subrayó.

Fuentes de la consejería de Interior, por su parte, señalaron a El Confidencial que el organigrama es similar al de otras policías, donde Asuntos Internos también depende de la cúpula policial. “Y ello es así para blindar su independencia de la jerarquía del Cuerpo”. Según estas fuentes, “es una osadía decir que esta división sólo tiene a agentes ‘de confianza’, ya que para integrarla se hacen convocatorias internas dentro del Cuerpo y pueden apuntarse todos los agentes funcionarios que lo deseen. El proceso de elección, además, está hecho con garantías”.

Una orden del director general

Para el abogado José María Fuster-Fabra, redactor de la querella contra los tres integrantes de Asuntos Internos, esta división “es importantísima. Ha de existir, pero no puede actuar de esta manera”. En el escrito de acusación, el letrado narra los hechos de la detención de los dos agentes y relata también que cinco agentes que declararon ante la brigada poniendo en duda la actuación de Rubén y Albert se desdijeron después ante el juez, argumentando que las declaraciones ante Asuntos Internos no eran exactas o que las habían firmado sin leerlas. “Resulta incuestionable que habían sido presionados”, según el abogado. Y en la querella añade: “Es obvio que éstos rectifican, bien porque su conciencia así les obliga, bien por el temor de prestar falso testimonio ante un juez, bien porque saben posteriormente que las imágenes [se refiere a las imágenes captadas por las cámaras de videovigilancia, que corroboran la versión de los dos agentes] denotan con toda claridad que la declaración que prestaron ante Asuntos Internos es imposible”.

También recoge Fuster que la orden de la detención partió directamente del entonces director general de la Policía, Rafael Olmos, a quien pide que se cite como testigo. Y, por si fuera poco, los responsables de los Mossos pidieron que ingresaran en la cárcel Modelo, a pesar de que existe un módulo especial para funcionarios en la de Quatre Camins. Nada más entrar, Albert fue reconocido por dos internos, por lo que al día siguiente tuvieron que ser trasladados a la otra cárcel y a un módulo seguro.

Ésta es la primera querella que se presenta contra Asuntos Internos, un grupo que se ha granjeado una merecida fama de duro. “Lo único que hacen es criminalizar a los agentes, llegando en ocasiones a presionar con tal de incriminar a los funcionarios”, señala un mosso a este diario. Y otro es más contundente: “Se fabrican culpables”, enfatiza, antes de contar cómo, en una ocasión, la división realizó una rueda de reconocimiento para identificar a un agente por presunta extorsión. Y en la rueda, sólo el agente al que estaban investigando llevaba perilla; los demás carecían de este detalle.

Desde las instancias oficiales se admite que, “como ocurre en otros cuerpos, es normal que Asuntos Internos despierte recelos, pero es radicalmente falso que haya una persecución sistemática contra los agentes. Y, mucho menos, que existe una voluntad política en sus actuaciones”.

La situación interna de los Mossos d’Esquadra se agrava con los días. Dos agentes del cuerpo se han querellado contra la División de Asuntos Internos por haberles detenido y encarcelado en el año 2008, acusándoles de detención ilegal y de robar algo más de 100 euros a un delincuente multirreincidente con 23 antecedentes penales. La Audiencia Provincial de Barcelona les exoneró, en una sentencia de julio pasado, de cualquier comportamiento ilícito -al no haber sido recurrido, el fallo es definitivo- y ahora ellos han pasado al ataque, presentando la querella contra un agente, un cabo y un sargento que instruyeron las diligencias. Las acusaciones son de detención ilegal, acusación y denuncia falsa, delito de coacciones, tortura, delito contra la integridad moral y falsedad documental.