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NUEVAS REVELACIONES SOBRE EL EXPOLIO

El Palau de la Música descubre nuevas facturas falsas de empresas con vinculaciones políticas

No todo está dicho en el ‘caso Millet’, el desvío de fondos del Palau de la Música de Barcelona. La auditoría de Deloitte que los actuales

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El Palau de la Música descubre nuevas facturas falsas de empresas con vinculaciones políticas

No todo está dicho en el ‘caso Millet’, el desvío de fondos del Palau de la Música de Barcelona. La auditoría de Deloitte que los actuales gestores presentaron ayer certifica que Fèlix Millet y su mano derecha, Jordi Montull, desviaron de la institución un total de 35.177.491,50 euros, aproximadamente la cantidad que ya se preveía desde hace meses. De ellos, casi la mitad se camuflaron mediante transacciones entre las entidades que componen el Palau: el Orfeó Català, el Consorcio y la Fundación Palau de la Música.

 

El director de la institución, Joan Llinares, detalló que la auditoría de Deloitte descubrió nuevos desvíos de dinero. Por ejemplo, en un primer informe realizado el pasado otoño, se habían detectado 14,9 millones de euros que desaparecieron utilizando para ello transacciones irregulares entre las tres entidades del Palau. Ahora, han aflorado dos millones más que se habían evaporado de la misma forma.

 

Pero hay más: según los números de Deloitte, Millet sustrajo 9.376.486,99 euros en cheques al portador. Esta cantidad no se había contemplado todavía en la lista de perjuicios propiciados por los saqueadores del Palau. Los auditores confirmaron también que 1.262.483,11 euros fueron a parar a sociedades controladas por el propio Millet o por Montull, como pago por “servicios imaginarios”. En cierto modo, los dos personajes cobraban bonus anuales -a razón del 70% del saqueo para Millet y el 30% para Montull- a través de empresas personales donde figuraban como administradoras sus propias esposas, que declararon ante el juez que su nombramiento era puramente decorativo, ya que quienes manejaban las compañías eran los dos directivos del Palau. A través de la Fundación de la institución, Millet, Montull, la hija de éste, Gemma Montull y la ex directora general, Rosa Garicano, cobraron, además, un total de 1.074.762,82 euros en pluses.

 

Deloitte ha añadido también 1.139.840 euros a la partida de 4,5 millones que se habían pagado a determinadas empresas que no supieron justificar los trabajos realizados para recibir tales cantidades. Estas compañías, entre las que se encuentran Newletter, Letter Graphic e Hispart no eran conocidas por el personal del Palau, a pesar de sus abultadas facturas. Sin embargo, sí realizaban trabajos periódicos para Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y la Fundación Trias Fargas, vinculada a este partido.

 

Nuevas empresas sospechosas

 

Según Llinares, las nuevas “facturas ficticias” detectadas pueden dar lugar a nuevas imputaciones en el proceso. Según informaciones cercanas a la investigación, se están mirando con lupa algunas facturaciones de compañías como Altraforma y GPO, vinculada, según algunas informaciones, a Triobra, una empresa que sí había hecho restauraciones en el edificio del Palau. Algunos ex directivos de Triobra facturaron detemrinados trabajos a nombre de ésta -hecho reconocido por trabajadores de la institución musical- pero abandonaron la sociedad hace unos años y desde entonces se dedicaron a operar, fundamentalmente, con GPO, que cobró sumas suculentas del Palau sin que se sepa la contraprestación de estos pagos. Por si fuera poco, esta nueva compañía funcionaba como empresa pantalla y, por no presentar, ni siquiera presentaba sus cuentas anuales en el registro de la propiedad desde el año 2003, algo a lo que la obliga la ley. Otra coincidencia extraña planea ahora sobre el caso: tanto Altraforma como los directivos de GPO tienen vinculaciones con CDC, con lo que la pista política se agranda por momentos.

 

La auditoría presentada ahora, y que ha sido enviada al juzgado, certifica también que Millet y Montull gastaron 868.639,81 euros sin justificación alguna. Este dinero sirvió para que viajasen lujosamente ellos y sus familias por todo lo largo y ancho de este mundo, así como para pagar la boda de la hija de Millet en el Palau, multas de tráfico o “servicios de tintorería”, según confirmaron ayer los nuevos gestores.

 

De los 35,1 millones de euros desviados, el Palau ha podido recuperar, hasta el momento, tan solo 8.304.128,04 euros. De ellos, más de 3,6 millones corresponden al dinero que hace justamente un año iban a cobrar Millet y Montull por vender un local al Palau por esa cantidad, cuando su valor de mercado era menos de la mitad. La operación policial realizada en la institución musical el 23 de julio del año pasado frustró esta suculenta operación. Otros 2,8 millones recuperados eran cheques interceptados y listos para su desaparición; 809.000 euros correspondían a una hipoteca sobre un local a favor del Orfeó Català; algo más de 4 millones fueron depositados por los principales acusados en el juzgado que investiga el caso; y 632.000 euros corresponden al dinero que la Fundación Trias Fargas se ha comprometido a devolver de aquí al 2017. Pero los 27 millones restantes que continúan desaparecidos se han esfumado completamente. Aún así, son todavía inferiores al patrimonio que los dos acusados han ido acumulando durante los últimos años y que han escriturado al 50% junto a sus respectivas esposas.

 

No todo está dicho en el ‘caso Millet’, el desvío de fondos del Palau de la Música de Barcelona. La auditoría de Deloitte que los actuales gestores presentaron ayer certifica que Fèlix Millet y su mano derecha, Jordi Montull, desviaron de la institución un total de 35.177.491,50 euros, aproximadamente la cantidad que ya se preveía desde hace meses. De ellos, casi la mitad se camuflaron mediante transacciones entre las entidades que componen el Palau: el Orfeó Català, el Consorcio y la Fundación Palau de la Música.

Fèlix Millet Deloitte