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Fèlix Millet controlaba todas las obras públicas que se licitaban desde la Generalitat de Cataluña
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NUEVOS DOCUMENTOS SOBRE EL SAQUEO DEL PALAU DURANTE EL GOBIERNO DE CiU

Fèlix Millet controlaba todas las obras públicas que se licitaban desde la Generalitat de Cataluña

El caso Millet se recrudece, políticamente hablando, con los últimos documentos aportados al juzgado. Además de la implicación de Jaume Camps, ex diputado de Convergència i

Foto: Fèlix Millet controlaba todas las obras públicas que se licitaban desde la Generalitat de Cataluña
Fèlix Millet controlaba todas las obras públicas que se licitaban desde la Generalitat de Cataluña

El caso Millet se recrudece, políticamente hablando, con los últimos documentos aportados al juzgado. Además de la implicación de Jaume Camps, ex diputado de Convergència i Unió (CiU) y actual miembro del Consejo de Garantías Estatutarias, desvelada por este diario, el ex presidente del Palau de la Música, Félix Millet, disponía de completas listas de adjudicaciones del Gobierno de la Generalitat cuando éste estaba todavía en manos convergentes. En estas listas se detallaban las obras pendientes de adjudicación, los litigantes y las ofertas de cada uno. “Esta información sólo se podría haber obtenido con la connivencia de alguien de dentro de la Administración”, señalan a El Confidencial fuentes cercanas a la investigación.

De ahí que Millet, en ocasiones, dirigiese misivas a cargos de Convergència para que se modificasen las adjudicaciones y poder ofrecer a determinadas empresas obra pública. Un ejemplo de ello es una carta dirigida el 8 de septiembre de 1999 a Carles Torrent, entonces responsable de finanzas de CDC. “El motivo de estas líneas es solicitar tu ayuda para que se adjudique alguna obra a Agroman, ya que estamos muy retrasados y comienzo a tener problemas”, inicia la epístola Millet. En realidad, en esta carta hace referencia a la construcción de una depuradora de aguas residuales en la localidad gerundense de L’Escala que nunca se otorgó a dicha compañía. Este modo de proceder es similar al de los implicados en el caso Pretoria, que amañaban los concursos públicos para adjudicar obras a las empresas que les interesaban, como Proinosa o Limasa.

En otra carta dirigida en mayo del 2002 a Pedro Buenaventura, director general de Ferrovial, Millet le comenta: “He estado intentando hablar contigo porque ya hace días se me informó de la adjudicación de la obra del Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès, concretamente el 29 de abril del 2002, para la construcción de un nuevo pabellón PAV3, por un importe de 4.176.019 euros. Creo que sería conveniente que comentáramos el tema lo antes posible”. En un papel aparte, los saqueadores del Palau hacían sus propias cuentas.

Bajo el epígrafe Construcció d’un nou pabelló PAV3 a Sant Cugat del Vallès, especificaban el monto citado en euros y en pesetas (694.831.097 pesetas) y desglosaban el 4%, que ascendía a 167.040,76 euros (27.793.243 pesetas). A partir de ahí, desglosaban de nuevo el 2,5% (104.400,47 euros) y el 1,5% (62.640,28 euros). En las anotaciones no consta, sin embargo, a quién iba cada uno de los porcentajes, aunque en otras anotaciones referidas a cuentas similares se detallaba que el de mayor volumen iba a Carles Torrent o a un tal Daniel, y el pequeño, a la Fundación del Palau de la Música. Sant Cugat es el ayuntamiento catalán más grande en manos de CiU. Su alcalde, Lluís Recoder, negó que en las adjudicaciones realizadas influyese ningún otro factor que el puramente empresarial y se mostró dispuesto incluso a personarse en la causa como parte perjudicada si Millet trató de jugar sucio o de implicar al consistorio en maniobras turbias.

Modificación del reparto: el 3% desaparece

Lo cierto es que de los documentos encontrados se desprende que algunas de las empresas beneficiadas -preferentemente Ferrovial, Agromán y Copisa- realizaban aportaciones suculentas al Palau de la Música, que después repartía el dinero según sus intereses. Las anotaciones manuscritas de Millet, del director administrativo, Jordi Montull, y de la directora financiera, Gemma Montull, desvelan que normalmente cobraban el 4% de las adjudicaciones públicas a determinadas empresas. De esta comisión, la fundación del Palau se quedaba sólo el 1,5%, mientras que el 2,5% restante era utilizado para pagar a la Fundación Trias Fargas, vinculada a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC). En ocasiones, no obstante, el dinero de esta partida era utilizado para pagar a empresas por supuestos servicios al Palau. Estas empresas, de las que nadie recuerda que hubieran trabajado para la institución musical, sí realizaban tareas, sin embargo, para la Trias Fargas y para CDC. En algunos de los últimos documentos hallados, sin embargo, se modifican los repartos: el Palau pasa a quedarse sólo el 1%, y el 3% restante desaparece.

Fuentes de Convergència consultadas por este diario señalan que “todas las adjudicaciones que se han realizado son correctas y legales. Estamos dispuestos a que se investigue si alguna de las adjudicaciones que se realizó a Ferrovial o a cualquier otra empresa tiene alguna irregularidad”. Un dirigente convergente señala, asimismo, que lo primero que hizo el Tripartito al llegar al poder fue realizar una completa auditoría de las obras adjudicadas. La auditoría fue presentada públicamente el 28 de diciembre de 2004, curiosamente el Día de los Santos Inocentes. “Y en ella se avalaban todas las adjudicaciones de obras que habían realizado los gobiernos anteriores, por lo que tenemos la conciencia tranquila y el convencimiento de que no hubo nunca trato de favor a ninguna compañía”, aseguran las mismas fuentes.

Además, detalla que “lo que sí matizó la auditoría es que una de las premisas para obtener adjudicaciones era el enraizamiento de las compañías licitantes a Cataluña, es decir, que el tener sede aquí sumaba puntos. Y, en este sentido, exponía el caso de una gran empresa que había perdido una concesión en beneficio de otra con sede en Cataluña. La empresa perjudicada era ni más ni menos que Ferrovial. ¡Y ahora nos quieren hacer pasar como los grandes valedores de Ferrovial!”, se queja.

El caso Millet se recrudece, políticamente hablando, con los últimos documentos aportados al juzgado. Además de la implicación de Jaume Camps, ex diputado de Convergència i Unió (CiU) y actual miembro del Consejo de Garantías Estatutarias, desvelada por este diario, el ex presidente del Palau de la Música, Félix Millet, disponía de completas listas de adjudicaciones del Gobierno de la Generalitat cuando éste estaba todavía en manos convergentes. En estas listas se detallaban las obras pendientes de adjudicación, los litigantes y las ofertas de cada uno. “Esta información sólo se podría haber obtenido con la connivencia de alguien de dentro de la Administración”, señalan a El Confidencial fuentes cercanas a la investigación.

Fèlix Millet