Es noticia
Réquiem por la flor cortada española en el día de los difuntos
  1. España
  2. Andalucía
CAÍDA DE VENTA Y SUBIDA DE PRECIOS

Réquiem por la flor cortada española en el día de los difuntos

El cambio de hábitos hunde las ventas de ramos en esta fecha y apuntilla a un sector que pide ayuda para no desaparecer y que tiene en Cádiz su mayor producción nacional

Foto: Día de todos los santos
Día de todos los santos

El Día de Todos los Santos y el Día de los Difuntos suponen históricamente el colofón a la temporada de otoño para los agricultores de flor cortada, que venden en esta época un tercio de su producción anual. Los otros dos tercios corresponden a la temporada de primavera, que comienza adelantada para dar respuesta a la demanda del Día de los Enamorados (14 de febrero) y que se prolonga hasta verano con Semana Santa y ferias y fiestas varias.

Sin embargo, este año, los productores de flor cortada aseguran que viven uno de los peores momentos del sector, debido al incremento de los costes de producción, a la sequía prolongada y, paradójicamente, a las dos fuertes borrascas que hace apenas unos días, con la producción ya a punto de salir, ha azotado sus invernaderos hasta el punto de destrozar no sólo los cultivos sino también buena parte de las infraestructuras.

La tormenta “Bernard”, que entró por el Sur de la península hace dos semanas, arrasó buena parte de la provincia de Cádiz, líder nacional en la producción de flor cortada, con unas 250 hectáreas repartidas entre la localidad gaditana de Chipiona y alrededores (Sanlúcar, Jerez...) y en torno al Bajo Guadalquivir sevillano (Los Palacios, Lebrija…), a los que hay que sumar plantaciones más dispersas en otros puntos de la región como Almería y Granada, y también en la región de Murcia y Cataluña.

Este cultivo lleva más de 50 años y, según datos de la Junta de Andalucía, hace apenas dos décadas, la región contaba con más de 1.200 hectáreas dedicadas a la flor cortada, casi toda en la provincia gaditana y era un sector dinámico que generaba mucho empleo. Sin embargo, en el actual siglo, esta producción no ha parado de disminuir en una provincia tan necesitada de actividad (tiene la mayor tasa de paro de España).

placeholder Invernaderos con las cubiertas destrozadas por el temporal.
Invernaderos con las cubiertas destrozadas por el temporal.

En los últimos tres años, las desgracias se han sucedido hasta terminar con la paciencia de muchos agricultores que han decidido dejar el sector o cambiar de cultivo y dedicarlo a la hortícola (patatas, calabacines, melones, etc…). En 2020 fue la pandemia la que pilló a los productores con toda la flor cortada a punto de salir, en marzo, y tuvieron que tirarla a la basura con pérdidas millonarias; en 2021 se vieron afectados por la huelga de transportistas (el 50% de la producción española se exporta a Holanda, desde donde se distribuye a toda Europa); y en 2022, la guerra en Ucrania provocó un aumento de los costes nunca vistos (fertilizantes, gasoil, plásticos, etc.). Este año, tras una fuerte sequía, el agua llegó como nadie quiere, con una tormenta que ha afectado a más de 62 hectáreas días antes de la salida de la producción.

La organización agraria Asaja ha calificado de castastrófica la situación de los cultivos en Cádiz tras esta gran borrasca. Sus técnicos han estado visitando los invernaderos y han comprobado cómo no sólo se ha perdido buena parte de la producción como también las cubiertas de muchas instalaciones. Según señala, los destrozos son tan numerosos «que las dos o tres empresas especializadas en este tipo de reparaciones no van a dar abasto» para proceder a efectuar las reparaciones con celeridad para que el sector pueda hacer frente a las ventas de flores sin que éstas resulten dañadas por estar a la intemperie.

Asaja-Cádiz ha anunciado que una vez que se cuantifiquen los daños intentarán que la Junta de Andalucía y Gobierno central «abran una línea de ayudas urgentes para paliar el destrozo económico». Además, la entidad ha hecho un llamamiento «y una crítica» a Agroseguro y a Enesa (Entidad estatal de Seguros Agrarios) porque «no están adaptados a la realidad de esta provincia, que no cubren los daños de los invernaderos ni del aguacate, por lo que sus condiciones técnicas están muy lejos de lo que ocurre en Cádiz».

placeholder Puesto de flores en el Cementerio de Sevilla. (Rocío Ruz/Europa Press)
Puesto de flores en el Cementerio de Sevilla. (Rocío Ruz/Europa Press)

También el portavoz de Flor Cortada de Coag, Luis Manuel Rivera, insiste en pedir ayuda a las administraciones públicas “para un sector que no se puede dejar morir, que tiene más de 50 años, que está profesionalizado, que es dinámico y que da mucha mano de obra en esta tierra, más de 5.000 empleos”.

Sin embargo, Rivera reconoce que lo que vive el sector no es una crisis puntual sino una tendencia a la baja de los últimos años que desanima a los productores, que no ven claro el futuro de sus empresas, la mayoría de ellas pequeñas y familiares.

Los cambios de hábitos de los españoles también tienen mucho que ver con la actual situación del sector. En el caso del Día de los Difuntos, porque las generaciones más jóvenes no cumplen con los ritos tradicionales de visita a los cementerios como hacían sus mayores, y porque, cuando lo hacen, también optan por no comprar flores o lo hacen con exornos de plástico.

Además, el número de incineraciones supera ya al de enterramientos y eso también afecta a las ventas. Por otra parte, fuera de estas fechas, el cambio social también hace que numerosas personas opten por regalar plantas en lugar de flor cortada.

Por todos estos motivos, el sector vive uno de los momentos más complejos de su historia y pide ayuda tanto a las administraciones como a los propios consumidores. Para ello, han activado una campaña en redes sociales para animar a los españoles a consumir flores frescas nacionales, a pesar de las quejas de algunas organizaciones de consumidores por el aumento de los precios de estos productos en esta fecha tan señalada.

El Día de Todos los Santos y el Día de los Difuntos suponen históricamente el colofón a la temporada de otoño para los agricultores de flor cortada, que venden en esta época un tercio de su producción anual. Los otros dos tercios corresponden a la temporada de primavera, que comienza adelantada para dar respuesta a la demanda del Día de los Enamorados (14 de febrero) y que se prolonga hasta verano con Semana Santa y ferias y fiestas varias.

Noticias de Andalucía