El otro referéndum de independencia está en el sur: "No tengo ganas de exiliarme"

Mientras España mira a Cataluña por un referéndum de independencia que vuelve a acaparar el foco mediático, en el sur ha pasado desapercibida la negativa a otra consulta sobre la organización territorial frenada por el Estado. La Línea de la Concepción (Cádiz), municipio de 63.000 habitantes fronterizo con Gibraltar, ha visto frustradas sus intenciones de convertirse en ciudad autónoma. No habrá referéndum en el territorio limítrofe con la colonia británica. Al menos, de momento.

El Tribunal Supremo ha tumbado el referéndum promovido por Juan Franco, el alcalde más votado de España, quien pretende convertir a la localidad en la tercera ciudad autónoma del país junto a Ceuta y Melilla. La Sala de lo Contencioso-Administrativo ratificó la negativa del Gobierno central, que hace un año negó al municipal la posibilidad de sacar las urnas a la calle. El varapalo puede ser definitivo, aunque el Ayuntamiento estudia presentar un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. Es una opción sobre la mesa, aunque supondría un importante coste para las arcas municipales. "Puede que no merezca la pena", trasladan desde el Consistorio.

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La idea de realizar una consulta había sido aprobada en el Pleno municipal por mayoría, situando a La Línea en el foco nacional por el órdago al Estado. Sin embargo, el alcalde siempre rechazó la "caricatura" del "Puigdemont del sur" y evitará llegar a ese extremo. "No tengo ganas de exiliarme", bromeaba tras conocer la sentencia. Su proyecto va más allá de colocar unas urnas en los colegios sin permiso: pretende conseguir un régimen fiscal especial y poder competir en igualdad de condiciones con la colonia británica, donde el paro no existe y la renta per cápita, la tercera más alta de Europa, es tres veces mayor. Nada que ver con la identidad española de los linenses, donde abundan las banderas rojigualdas. "Nosotros somos gaditanos, andaluces y españoles", defiende el regidor.

En su pulso con el Estado, el "lobby de funcionarios" —término acuñado por el consultor gaditano Emilio de la Cruz— que gobierna La Línea con 23 de los 25 concejales, ya recurrió al Supremo basándose en el artículo 71 de la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local. La ley especifica que los "los alcaldes, previo acuerdo por mayoría absoluta del Pleno y autorización del Gobierno de la nación, podrán someter a consulta popular aquellos asuntos de la competencia propia municipal y de carácter local que sean de especial relevancia para los intereses de los vecinos, con excepción de los relativos a la Hacienda local".

El Tribubal Supremo impide una consulta que "excede" los intereses locales y afecta a la organización del Estado

El PSOE siempre consideró la iniciativa un "engaño" y un intento de sacar rédito electoral. Una estrategia "populista" que "no era viable ni política ni jurídicamente". El Tribunal Supremo le da la razón, al menos en la vía jurídica. Según la sentencia, la propuesta del Ayuntamiento de La Línea "excede absolutamente de los intereses meramente locales" al incidir "en la organización territorial del Estado y de las comunidades autónomas". Se trata de una "materia extremadamente delicada". "Es una sentencia muy política", critica el alcalde, Juan Franco, quien insiste en que no solicitaba constituir a La Línea como una ciudad autónoma, sino en preguntar a la población qué piensa al respecto. "Acatamos la sentencia, pero no compartimos su contenido", añade.

El equipo jurídico del Ayuntamiento que estudia la sentencia decidirá próximamente los pasos a seguir en un futuro. La vía judicial parece cerrada, aunque el alcalde cree que hay otras opciones por la vía política. El partido de Juan Franco sostiene el Gobierno de la Diputación provincial, donde decidió apoyar al PP a cambio de una serie de compromisos que incluía inversiones de la Junta de Andalucía. Incluso del Gobierno central, en el caso de que Alberto Núñez Feijóo llegase a la Moncloa, algo que parecía evidente cuando se firmó el acuerdo. Entonces decidió dejar caer al PSOE, partido con el que había cogobernado en la legislatura anterior. "¿Que si soy un chaquetero? Soy un pantalón gris, combino con todas las chaquetas", manifestó entonces.

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La pregunta que pretendía llevar a las papeletas ha llegado a las más altas instancias judiciales. "¿Cree usted conveniente que el Ayuntamiento de la Línea de la Concepción eleve al Gobierno de la Nación y a las Cortes Generales una petición para instar la conversión del municipio en comunidad autónoma de acuerdo con el artículo 144 a) de la Constitución española?", pretendían plantear desde el Ayuntamiento a los ciudadanos. Sea por la vía política o por la judicial, Franco insistirá en conseguir mejores condiciones para sus vecinos.

¿Cómo? "A nivel político, os la podéis imaginar. Las reivindicaciones de infraestructuras con la Junta de Andalucía están arrancando a raíz del pacto con el PP y a nivel Estado deberemos seguir presionando", expone Franco, que admite una gran "incertidumbre" en la comarca a la espera de la constitución del nuevo Gobierno nacional y las negociaciones para el Brexit de Gibraltar, que tendrán de nuevo a Fabián Picardo como el interlocutor tras revalidar su cargo como presidente de la colonia británica.