Una profesora de Málaga ayuda a tres menores que sufrían abusos sexuales tras un chat del colegio

Un mensaje de una menor de 12 años en el chat de WhatsApp que tenía con sus compañeros de colegio ha hecho saltar todas las alarmas en Málaga. Según explica Diario Sur, la joven escribió: "¿Quién alguna vez ha pensado en suicidarse?". Otra alumna se lo contó a la profesora y ambas tuvieron una conversación en la que salieron a relucir abusos sexuales que, según se declara probado en la sentencia, también sufrían otras dos niñas con las que convivía en un piso compartido en Málaga capital. El autor, padrastro de una de ellas, ha sido condenado a 18 años de prisión.

Los hechos se remontan a 2016 y se alargaron hasta 2019, que fue cuando la docente destapó el caso. Las niñas tenían entonces entre 4 y 10 años. El ahora condenado, de 55 años, residía en la vivienda junto a su pareja, que era la titular del contrato de alquiler del inmueble. Ella tenía una hija fruto de una relación anterior y otros dos en común. En cuanto a las otras dos menores, de las que se ha probado que este hombre también abusó, eran hijas de una madre a la que subarrendaron un cuarto de la vivienda y de una segunda mujer, que trabajaba en Lorca (Murcia), a la que también le alquilaron otra habitación en la misma casa.

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La sentencia considera probado que el hombre realizó tocamientos "en múltiples ocasiones" a una de ellas, llegando a ocasionarle lesiones vaginales, al tiempo que le pedía que "no contara nada a nadie". También se considera acreditado que, en el verano de 2016 o 2017, el procesado llevó a las tres menores a una habitación, les ordenó que se quitaran la ropa y les hizo tocamientos "sucesivamente", pidiéndoles que no revelaran nada de lo sucedido.

Orden de alejamiento

El caso se juzgó el pasado 10 de mayo en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Málaga. La Fiscalía solicitaba para el acusado una condena a 20 años de prisión. Por su parte, la defensa del procesado negó los hechos que se le achacaban y pidió la libre absolución. Tras escuchar a las partes, el tribunal concluyó que, como establece la jurisprudencia, la declaración de dos de las menores era prueba de cargo suficiente para enervar la presunción de inocencia, ya que sus testimonios habían sido considerados creíbles en el informe pericial elaborado por el Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga.

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La defensa esgrimió contradicciones entre dos de las menores respecto a las fechas en las que se habían producido los abusos. Aun así, según los peritos psicólogos, "esas contradicciones son lógicas y no significan que las menores estuvieran mintiendo", pues a esas edades es difícil contextualizar los tiempos y ante una situación de riesgo y presión, "son posibles esas contradicciones por la saturación psíquica" que sufrían. A la condena hay que sumar una orden de alejamiento de 20 y otros 14 años respecto a las otras dos menores. Además, establece indemnizaciones para ambas de 30.000 y 5.000 euros, respectivamente. La sentencia, no obstante, aún es recurrible.