Juan Marín dimite y Ciudadanos firma su certificado de defunción en Andalucía

De tener 21 escaños a no tener representación en el Parlamento andaluz. Ciudadanos, que hace cuatro años firmó un ascenso estelar, e incluso estuvo a punto de disputarle el segundo puesto al PP en las elecciones andaluzas, este 19-J no obtendrá ningún diputado, según los resultados con el 98% del escrutinio. El partido confiaba, como sucedió en Castilla y León, obtener una mínima representación, pero finalmente todo hace indicar que la gesta de Francisco Igea ha sido un espejismo, y Juan Marín seguirá el camino que la formación recorrió hace un año en Madrid, y se quedará a cero. El líder de Cs en Andalucía ha dimitido.

Inés Arrimadas, líder de Cs, se conjuró el pasado abril para revertir la agonía del partido, en retroceso en todos los comicios desde el batacazo de las generales de noviembre de 2019. A finales de abril, presentó un plan para insuflar vida al partido, con el objetivo puesto en las municipales del año que viene y con la esperanza de que lo que sucediese en Andalucía no condicionase el futuro de la formación, pero no obtener representación en la comunidad truncaría todos los planes.

Arrimadas se había propuesto emular a Macron, "reconectar" con la sociedad, con un ambicioso proyecto para recuperar la fuerza en aquellos municipios donde el partido había obtenido una importante representación. Y en sintonía con esa estrategia, en Andalucía, los naranjas habían fiado todas sus esperanzas a las grandes capitales, a Sevilla y Málaga, donde podían obtener algún diputado. También a Cádiz, cuya lista lideró Rocío Ruiz, consejera de Igualdad en el Gobierno de coalición con el PP y, aunque crítica con Marín, uno de los principales activos en la comunidad.

La moral con la que Marín ha afrontado la campaña, con el ejemplo de Igea en Castilla y León, con un discurso muy centrado en defender los logros del Gobierno andaluz, con un planteamiento, también, de confrontación con Vox, como se pudo ver en los debates electorales, y con momentos memorables a los que ha sabido sacar chispa, como cuando le preguntó a Olona si sabía hacer torrijas, de poco ha servido. Muchas voces coinciden en destacar que la campaña de Marín, sin estridencias, fiel a su estilo, ha sido una de las mejores, pero no ha sabido recuperar el apoyo de los 660.000 andaluces que votaron naranja en diciembre de 2018.

El Gobierno de coalición entre el PP y Cs en Andalucía, a diferencia de cómo terminaron el de Madrid y el de Castilla y León, ha sido un ejemplo de entendimiento. Tanto Juanma Moreno como Marín reconocen la buena sintonía y amistad que han forjado. De hecho, el líder popular confesó durante la campaña que no habría tenido ningún reparo en incluir como independientes a los consejeros de Cs en sus listas. Hasta entonces, el planteamiento había sido una posibilidad que fuentes de su equipo habían deslizado en alguna ocasión, pero nadie dentro del PP lo había expuesto con tanta claridad.

Y aunque entre las dos formaciones a lo largo de estos años en algún momento se ha barajado la idea de concurrir con listas conjuntas, ese planteamiento de Moreno, en plena campaña no sentó bien a Marín. "Decir eso es una deslealtad", zanjó el líder de Cs. Si esa propuesta hubiese prosperado, el horizonte de Marín sería hoy muy distinto, no así el de Cs, que habría quedado completamente diluido.