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Miradas indiscretas y cortes de mangas: una noria gigante solivianta a un edificio de Almería
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"INVASIÓN A LA INTIMIDAD"

Miradas indiscretas y cortes de mangas: una noria gigante solivianta a un edificio de Almería

Desde las cabinas del aparato, de 40 metros de altura, se divisa a la perfección las habitaciones de los pisos. El Ayuntamiento acaba de aprobar una concesión de dos años

Foto: Una de las vecinas afectadas observa la noria desde su ventana. (M. A. S.)
Una de las vecinas afectadas observa la noria desde su ventana. (M. A. S.)
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Lo que iba a ser una simple atracción navideña, una imponente noria de 40 metros de altura, una forma de dinamizar el comercio y la hostelería de la plaza de las Velas de Almería, se ha convertido en una pesadilla. En un incordio para los vecinos. La infraestructura, cuya concesión se acaba de aprobar por dos años, se levanta frente a un bloque de viviendas que se ha alzado en pie de guerra. La razón es sencilla, desde las cabinas del aparato se divisa a la perfección las habitaciones de los pisos. Adiós, intimidad. Hola, mirones. Si los vecinos, unos 50, podían antes presumir de salones con amplios ventanales y vistas panorámicas al Puerto, la Rambla y la Alcazaba, ahora amenazan con cambiar el sentido de su voto en las próximas elecciones.

Aunque las críticas de los vecinos venían de lejos, esta semana el conflicto ha terminado por enconarse. El Ayuntamiento ha acordado una nueva concesión. Así, aunque la noria llegó como una reclamo para la Navidad, y este febrero debía desmontarse, finalmente se va a quedar dos años, con posibilidad de prorrogar otros tantos. La indignación es patente, pero el consistorio no parece dispuesto a ceder.

placeholder Vista desde los amplios ventanales de los pisos. (M. A. S.)
Vista desde los amplios ventanales de los pisos. (M. A. S.)

"Me pongo a leer tumbada en mi cama y desde la noria me están viendo", asegura a El Confidencial la vecina que lleva la voz cantante. Denuncia que los usuarios de la atracción les observan mientras cenan y hacen ademanes de brindis. Incluso, asegura que a una de sus nietas, una niña menor de edad, le hicieron "un corte de mangas". Preguntadas por la polémica, fuentes del Ayuntamiento señalan que "un reducido grupo de vecinos ha presentado un escrito en el Área de Cultura, el cual se estudiará y se le dará contestación".

La apertura de la noria, el pasado 3 de diciembre, tuvo una buena acogida. La expectación y la novedad generaron grandes colas, pero ahora "raro es el día que se suban más de cuatro personas", asevera la mujer indignada. "Unos conocidos me dijeron que me vieron cómo cogía el chaquetón del sillón y lo colgaba en el perchero", indica. "Tenemos miedo por si nos espían y quieran entrar a robar o lo que sea, nos tienen vigilados", puntualiza.

Foto: Vista aérea de Madrid Río, el parque del Manzanares de la capital. (EFE)

Y vuelve a la carga: "Nos mintieron cuando nos dijeron que la noria solo iba a estar ahí hasta el mes de febrero, pero no para cuatro años". La empresa Mirador Princess, la única que se presentó al procedimiento abierto por el Ayuntamiento, es la que se ha llevado la concesión por 10.428 euros anuales. Según se detalla en el pliego de condiciones técnicas, la atracción podrá estar en funcionamiento durante seis horas los días laborables y durante 12 los sábados, domingos y festivos.

Los vecinos han presentado una queja formal en el consistorio por "invasión a la intimidad", ya que sus ventanas dan justo a las catorce cabinas de la noria, con capacidad para ocho personas cada una. Sin embargo, según cuentan, solo les han ofrecido la posibilidad de "poner unos vinilos en la parte de las góndolas que miran a sus casas". De hecho, según explican desde el Ayuntamiento, la empresa concesionaria ya ha encargado los protectores. La solución no ha gustado a los demandantes, que piden que la atracción se reubique "en otra zona que no moleste a nadie". Mientras, se ven obligados, lamentan, a bajar las persianas y a correr las cortinas para evitar a los mirones.

Reclamo turístico

"Esta noria es como la de Londres y potencia el turismo". Esa es la respuesta, según cuenta otra vecina, que obtuvieron de María Vázquez, la vicesecretaria general del PP de Almería, cuando se dirigieron a la alcaldía con sus quejas. Sin embargo, muchos de los hosteleros y tenderos de la zona no parecen compartir el argumento.

"No es cierto que se haya notado ningún incremento en la caja desde que la pusieron, estamos igual", apunta la gerente de un restaurante muy conocido de la periferia. El encargado de un bar unos metros más arriba de la Rambla concede que "tal vez alguien, después de subirse a la noria, haya querido un café, pero eso ha sido algo extraordinario".

Por su parte, Cristina, trabajadora de Mahalo Poké, zanja que "no se ha notado nada", aunque defiende que la noria "está muy 'bonica' y le da su toque a la ciudad". Luis Ruiz, socio de la conocida floristería Divina Pastora, señala que los días de navidad sí aumentó "un poco" la venta de flores y rechaza las quejas de los vecinos: "La Noria crea vida. La gente de Almería es un poco acomplejada. Luego se quejan de que aquí no hay nada y se lo lleva todo a Málaga". En la misma línea se posiciona una viandante de la Rambla: "A mí me parece muy importante incentivar los atractivos turísticos y sacarle partido a nuestra ciudad".

Polémica con la instalación

Pero más allá de la división de opiniones sobre la atracción y antes de que surgieran las quejas de los vecinos, la instalación de la noria ya estuvo envuelta en polémica. "Empezó de una forma irregular", explica José Antonio Alfonso, concejal del PSOE. El edil relata que el montaje comenzó cuando todavía no habían concluido los trámites administrativos necesarios. Extremo que corrobora el propio Ayuntamiento. "Por cuestiones de plazos, la instalación de la noria comenzó unos días antes de que se formalizaran los permisos", por lo que el consistorio debió asumir "una sanción administrativa por parte de la Policía". Las fuentes consultadas, sin embargo, no han querido precisar a cuánto ascendió la multa.

El edil socialista denuncia que el Ayuntamiento tendría que haber contado con la opinión de los vecinos y emplaza al alcalde a encontrar otra ubicación para la noria que no implique molestias, ni ruidos, ni impacto visual. Los afectados, sin embargo, advierten que si el Ayuntamiento hace caso omiso a sus quejas "no les volverán a votar jamás. Mucho menos con la que tienen liada en Madrid", en referencia a la polémica que ha recorrido el PP a cuenta del enfrentamiento entre la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el todavía responsable del partido, Pablo Casado.

Lo que iba a ser una simple atracción navideña, una imponente noria de 40 metros de altura, una forma de dinamizar el comercio y la hostelería de la plaza de las Velas de Almería, se ha convertido en una pesadilla. En un incordio para los vecinos. La infraestructura, cuya concesión se acaba de aprobar por dos años, se levanta frente a un bloque de viviendas que se ha alzado en pie de guerra. La razón es sencilla, desde las cabinas del aparato se divisa a la perfección las habitaciones de los pisos. Adiós, intimidad. Hola, mirones. Si los vecinos, unos 50, podían antes presumir de salones con amplios ventanales y vistas panorámicas al Puerto, la Rambla y la Alcazaba, ahora amenazan con cambiar el sentido de su voto en las próximas elecciones.

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