Las apps nativas educativas crecen sin cesar sus usuarios con el estado de alarma

Gonzalo Corrales vive en Huesca y es padre de dos niños. Inés Alix es madre de tres niños y vive en Madrid. Gonzalo e Inés comparten, como tantos millones de españoles, las tareas del hogar, el teletrabajo y estar pendientes de sus hijos en este confinamiento covid-19.

En un universo educativo que se está adaptando a marchas forzadas a las clases online, la familia de Gonzalo e Inés parten con cierta ventaja. Ya llevan varios años entrenados en una app como Smartick, matemáticas que se hacen entretenidas y están basadas en el esfuerzo personal para niños entre 4 y 14 años.

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EFE

“Ellos están encantados y no hay una necesidad de convencerles. Lo más importante es la educación. Por eso es importante tener otros recursos y no depender en exclusiva de la enseñanza tradicional”, explica Corrales, que como suele viajar por su trabajo a menudo fuera de España está tomando con motivación extra estas semanas de confinamiento.

Alix afirma que el confinamiento es “incómodo, pero no muy complicado”. Vive en una casa espaciosa y también tiene claro que se trata de vivir día a día. “Es lo único que podemos hacer, sin más horizontes”. Su hija de 12 y el niño de 10 utilizan Smartick antes de empezar cada día con las tareas del colegio. La hija mayor también la ha utilizado. Los hijos de Inés también utilizan, a través del colegio, Google ClassRoom. “Yo les veo con mucha soltura tecnológica. Antes teníamos que estar encima los padres y ahora cuentan con mucha autonomía”.

Más de 30.000 clientes

El método Smartick lleva nueve años en España y está creciendo de manera exponencial, con crecimientos sostenidos del 50% (en las primeras semanas se alcanzó el 80%) desde el comienzo del estado de alarma. Tiene más de 30.000 clientes en todo el mundo.

“Hay un cambio de mentalidad de los padres y ya nos hemos convertido en un recurso casi obligatorio en muchas familias", señala a El Confidencial Javier Arroyo, cofundador de Smartick, unas de las apps nativas educativas de más éxito: en un año ha pasado de ser la quinta en la preferencia en España a situarse como la tercera. El otro cofundador es Daniel González de Vega. En 2018 explicaba en este vídeo las claves del método.

La compañía, con una facturación en 2019 de 5,5 millones de euros e incrementos medios del 30% anuales, está ya presente en 100 países y tiene oficinas en Boston, México, Colombia, Chile, Perú y Sudáfrica. El mercado más fuerte es España, seguido de EEUU, México, Colombia, Sudáfrica y Reino Unido. Ya han pasado más de 50.000 alumnos por Smartick.

El crecimiento de la app se sustenta, además de en la continua expansión geográfica, en el producto: actualización cada cinco semanas (nuevos ejercicios, tutoriales interactivos, mejoras en la algoritmia, nuevos juegos para entrenar habilidades cognitivas). Ahora planean nuevos productos: uno de lectura y otro denominado test de discalculia para probar estudiantes que pueden tener problemas aritméticos.

En lectura, una de las grandes referencias en España es Leobien, que incorpora una metodología online de refuerzo de comprensión lectora para niños de primaria, con edades entre 5 y 12 años. Desarrollada por pedagogos y logopedas, cuenta con el aval del Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Granada (UGR).

“Los colegios han cerrado y han reaccionado como han podido. Muchos no estaban preparados porque no tenían ni equipamiento ni proyecto pedagógico. La enseñanza con apps como la nuestra es una tendencia que se va a quedar. Calculamos que solo un 30% de los que se han apuntado en estas semanas abandonará Smartick”, expone Arroyo. El cambio de paradigma en el aprendizaje ha venido para quedarse. Pero se trata de un cambio que requiere una modificación del proyecto pedagógico en el que hace falta un enfoque híbrido que aúne la tecnología con un profesor que facilite la tareas. Y ofrecer un auténtico valor añadido.

Lingokids es otra de la apps estrella. Se trata de una ‘startup’ española especializada en contenidos digitales en inglés para niños de 2 a 8 años

Lingokids también es otra de la apps estrella. Se trata de una ‘startup’ española especializada en contenidos digitales en inglés para niños de 2 a 8 años. “Nos dimos cuenta de que teníamos algo muy valioso para apoyar a las familias y a los colegios en estas circunstancias tan complejas. Por ello, iniciamos una campaña de alianzas que le permitieran poner a disposición del mayor número posible de niños de todo el país los contenidos de su aplicación móvil de forma gratuita durante el tiempo que durara el confinamiento”, explica un portavoz de la plataforma.

Los datos: ya son más de 80.000 las nuevas familias españolas que han comenzado a utilizar la aplicación de Lingokids, “cuyos hijos están aprendiendo inglés y al mismo tiempo entreteniéndose de forma educativa con sus vídeos, juegos y canciones”. Han multiplicado por 10 la tendencia media de crecimiento de uso de la app. En total son ya más de 452.000 las familias que la utilizan en todo el país (en todo el mundo superan los 15 millones).

Nada de aprobado general

RTVE ha contado con Lingokids para poner en marcha su plataforma Educlan: Huawei, MásMóvil o Cuétara están promoviendo la app entre sus clientes. También ha hecho un llamamiento directo a colegios interesados en contar con estos recursos como complemento o refuerzo de aprendizaje de la asignatura de Inglés para sus alumnos, y a ONG que trabajan con familias con niños pequeños para tratar de ayudarles en estos tiempos difíciles.

Estas apps cuentan con una cosa en común: no tratan de que el estudiante sea el mejor de la clase, sino que sea el mejor según sus capacidades. “No soy nada partidaria del aprobado general, no por solo por injusticia de quien más se esfuerza, sino porque los niños tienen que ir aprendido a responsabilizarse de sus propias tareas”.

Y mientras dure el confinamiento, la mayoría de los padres e hijos han logrado “mucha más piña con la vida familiar”, comenta Inés. Niños que necesitan al profesor en su escuela, padres que les atiendan y entiendan… y apps que se convierten en rutinas divertidas y que enseñan a superarse.