Sánchez: "Puigdemont y Torra harían la ola con un gobierno de derechas en España"

El candidato socialista, Pedro Sánchez, participó en un mitin en Huelva durante su jornada del martes en Andalucía, poniendo el foco en la "falta de lealtad" de las derechas en la crisis de Cataluña. Sánchez se mostró convencido de que al independentismo le gustaría que gobernase la derecha en España después del 10-N. "Puigdemont y Torra harían la ola con un gobierno de derechas", sostuvo.

Sánchez se refirió a la reunión que mantuvo días atrás con los dirigentes de PP, Cs y Vox. "Los tres me dijeron que iban a ser leales, pero la lealtad les duró lo que tardaron en salir por la puerta de Moncloa", lamentó el socialista. "Nosotros en Cataluña estamos haciendo lo que tenemos que hacer y lo estamos haciendo solos", subrayó, "pero qué fortuna tiene España de que lo hagamos nosotros y no ellos". "Esta crisis con Casado como presidente, con Abascal como ministro de Interior y Rivera de Justicia... Puigdemont y Torra hacen la ola", sostuvo durante el mitin.

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El presidente en funciones tenía previsto un paseo por la calle hasta llegar al 'Gran Teatro' de Huelva donde se celebró el mitin y que reunió a unas 1.500 personas, según fuentes de la organización, aunque el aforo de auditorio era de 650. Sin embargo se suspendió la llegada a pie por "falta de tiempo", indicó Ferraz. El candidato socialista llegó en coche oficial hasta la puerta y aún así los organizadores no pudieron evitar algunos gritos aislados de personas bien colocadas en la entrada del acto que lo increparon como "traidor", "vendepatrias" o "profanador". Un grupo de funcionarios de prisiones también coló el eco de sus protestas pese a que la zona estaba acordonada para evitar a los manifestantes.

Sánchez se refirió de nuevo al presidente de la Generalitat, Quim Torra, para dejarle claro que no va a abrir con él ningún diálogo. "Si Torra quiere hablar, que hable con los no independentistas de Cataluña", insistió el presidente en funciones. "Si quiere hacer llamadas, que haga una llamada a la convivencia y a la solidaridad con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado", indicó.

El candidato socialista recordó que los altercados violentos días atrás en Cataluña son la respuesta a una sentencia del Tribunal Supremo por unos hechos que ocurrieron cuando Mariano Rajoy era presidente y por eso exigió al PP "corresponsabilidad". Sobre la exhumación de Franco, prevista este jueves, insistió en que los tiempos los ha marcado la justicia y se mostró convencido de que debería alegrar a todos los partidos: "Es una victoria de la democracia, de todos".

"No nos vale una victoria cualquiera, necesitamos una victoria rotunda", reclamó Sánchez. El PSOE sabe que la abstención en sus filas puede ser letal, como ocurrió en las autonómicas del pasado diciembre que permitió a PP, Cs y Vox desalojar a Susana Díaz de la Junta de Andalucía. En eso insistió también el candidato que dejó claro que no vale confiarse con las encuestas y llamó a acudir a las urnas.

La abstención fue muy significativa en Huelva el pasado diciembre, una provincia muy socialista que pinchó sorpresivamente en aquellas andaluzas, aunque luego Gabriel Cruz revalidó la alcaldía con mayoría absoluta. La movilización en Andalucía, una comunidad sensible frente a la gestión que se haga de la crisis catalana, será clave. Esta tarde Sánchez tiene un acto en Cádiz, tiene previsto volver a Huelva el último día de campaña y abrirá en Sevilla, aunque estas citas aún no están cerradas ni confirmadas por el PSOE.

"Susana, pronto vas a ser presidenta"

Susana Díaz mostró todo su respaldo a Sánchez en su gestión del desafío independentista. "En un momento muy complicado". También el presidente fue más cariñoso de lo habitual con Díaz y en esta ocasión no se limitó a asegurar que el PSOE volverá a la Junta de Andalucía, fue más allá dando por hecho que ella será la candidata de nuevo: "Pronto vas a ser presidenta y te vamos a echar una mano para ello".

La líder del PSOE andaluz alertó de las consecuencias del Brexit y los aranceles de Trump en la economía andaluza y dedicó parte de su intervención a la memoria histórica y "las heridas abiertas" con 50.000 andaluces en las cunetas, muchos de ellos onubenses.