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Las estacas antinarcos siguen pendientes en ‘el río del hachís’
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Obras en ‘la autopista de los traficantes’

Las estacas antinarcos siguen pendientes en ‘el río del hachís’

El Gobierno asegura que esta misma semana presentará de forma definitiva el proyecto que evitará que las lanchas y las motos del tráfico de drogas naveguen por el río Guadarranque

Foto: Agentes de la Guardia Cilvil trasladan fardos de hachís incautados en septiembre. (EFE)
Agentes de la Guardia Cilvil trasladan fardos de hachís incautados en septiembre. (EFE)

A plena luz del día. Mientras los niños se bañan en la playa de Guadarranque, las motos acuáticas o lanchas con motores de gran cilindrada se cruzan a gran velocidad y se escapan por el río. La imagen es de este mismo verano. A partir de ahí su fuga es segura. Ni las embarcaciones de la Guardia Civil ni las de Vigilancia Aduanera pueden seguir ese camino. Es un río de poco calado, no navegable. Posiblemente ya habrán descargado el hachís o el tabaco de contrabando en tierra, en algún punto desconocido de la costa. Es más seguro. Las embarcaciones que han transportado la droga acabarán guardadas en los embarcaderos del río Guadarranque. Esta desembocadura es un punto clave en la logística de las mafias dedicadas al contrabando con Marruecos. Se conocen como los narcoembarcaderos.

El Gobierno se comprometió a acabar con estos garajes de lujo para los capos de la droga, pero siguen ahí. El subdelegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, ha asegurado a El Confidencial que esta misma semana se presentará el proyecto definitivo para su erradicación y que las obras serán “inminentes”. Desde la coordinadora antidroga Alternativas, que trabaja desde hace décadas en el Campo de Gibraltar, ya no quieren más palabras sino hechos. Su presidente, Francisco Javier Mena, reclama que las obras comiencen ya, con urgencia.

“Hace solo un par de días estaba en la zona, grabando un reportaje con unos compañeros y entró una de las embarcaciones a gran velocidad, saludando, riéndose”, relata Mena para contar la impunidad en la que viven estos supuestos traficantes. “Son embarcaciones que se guardan ahí, donde las reparan, evitan que estén expuestas... Solo tienen una finalidad y sirven para una cosa: para traficar con droga o tabaco”.

Un intento fallido hace dos décadas

Ya en los años 90 se colocó una valla de cierre a este río del hachís, entre San Roque y Los Barrios (Cádiz), en el epicentro de la comarca del Campo de Gibraltar, junto a Algeciras. Una zona caliente en las estadísticas de operaciones contra el narcotráfico del Ministerio del Interior. El Guadarranque quedó bajo un cierre metálico cuyo mantenimiento era responsabilidad de los ayuntamientos de la zona. Sus cenizas fueron óxido corroído por el agua y destrozado por actos vandálicos.

En principio los narcoembarcaderos eran legales. Los construyeron para las viviendas de pescadores o embarcaciones de recreo. Pronto se convirtieron en un lucrativo negocio. Alquileres de miles de euros y la demanda disparada.

placeholder Gráfico de la franja de estacas que impedirán el paso de las lanchas en el río Guadarranque. (EFE)
Gráfico de la franja de estacas que impedirán el paso de las lanchas en el río Guadarranque. (EFE)

Antonio Sanz explica que el proyecto que se presentó hace cinco meses ha tenido que someterse a “ajustes técnicos para elevar las garantías hídricas y medioambientales y se aprobará de forma definitiva esta misma semana”. Unas estacas de metal evitarán la navegabilidad del río pero permitirán que el agua fluya. Tendrán un coste de un millón de euros.

Tras las autorizaciones de los ayuntamientos de Los Barrios y San Roque y de la Autoridad Portuaria, lo previsto es que las obras comiencen “de inmediato”. Desde Alternativas recuerdan que estaban comprometidas para 2015 y confían en que no haya retrasos por la actual situación política.

A plena luz del día. Mientras los niños se bañan en la playa de Guadarranque, las motos acuáticas o lanchas con motores de gran cilindrada se cruzan a gran velocidad y se escapan por el río. La imagen es de este mismo verano. A partir de ahí su fuga es segura. Ni las embarcaciones de la Guardia Civil ni las de Vigilancia Aduanera pueden seguir ese camino. Es un río de poco calado, no navegable. Posiblemente ya habrán descargado el hachís o el tabaco de contrabando en tierra, en algún punto desconocido de la costa. Es más seguro. Las embarcaciones que han transportado la droga acabarán guardadas en los embarcaderos del río Guadarranque. Esta desembocadura es un punto clave en la logística de las mafias dedicadas al contrabando con Marruecos. Se conocen como los narcoembarcaderos.

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