IU radicalizará el “nuevo tiempo” de Susana Díaz en la Junta

Una partitura nítida de izquierdas. Susana Díaz, que se ubica en el ala más oeste de la ideología, aceptará exigencias programáticas de Izquierda Unida que el todavía presidente de la Junta, José Antonio Griñán, no quiso implantar en su Gobierno de coalición. Las dos más estrellas del “nuevo tiempo” que proclama Díaz son la creación de un impuesto a las grandes superficies y de un banco público de tierras.

Antonio Maíllo, coordinador de Izquierda Unida Andalucía, tiene claro que ha llegado el momento de acelerar la versión más de izquierdas del bipartito, y para ello está dispuesto a aprovechar el cambio de timón en la Presidencia de la Junta para arrancar “medidas que no habían cuajado con Griñán”, según confirman a El Confidencial fuentes del grupo parlamentario de IU. La reunión de esta semana entre Mario Jiménez, vicesecretario general del PSOE-A, y José Manuel Mariscal, coordinador de la Comisión Ejecutiva de IU en Andalucía, sentó las bases de estos cambios.

“Estamos en una situación de penuria económica y hay que apurar al máximo la política fiscal de la Junta. La idea es que el impuesto que se está planteando sea el más elaborado; tampoco tiene que ser necesariamente el único: no se puede despreciar el margen de maniobra en el aumento del régimen fiscal”, señala a este diario Ignacio García, vicepresidente del Parlamento de Andalucía y diputado de IU por la provincia de Cádiz.

Antes de que acabe 2013 podría estar allanado el camino para la aprobación en la Cámara autonómica de este impuesto, que entraría en vigor ya en 2014. El tributo supondría unos ingresos cifrados entre 20 y 25 millones de euros. “Aunque la recaudación cuantitativa no vaya a ser espectacular, la carga simbólica sí lo será”, añade García, quien descarta que ninguna de las grandes empresas de distribución ubicadas en Andalucía planee su retirada de la comunidad andaluza tras la implantación del impuesto. “Estamos seguros que no será así. Todavía tienen muchísimo margen de beneficio”, señala.

El Banco Público de Tierras supondrá la puesta a disposición de familias andaluzas sin ingresos del patrimonio agrario y forestal de la comunidad autónoma. El modus operandi ya se negocia entre el PSOE e Izquierda Unida. El banco podría entrar en funcionamiento en esta misma legislatura, al igual que el Instituto de Crédito Andaluz, auspiciado a través de un grupo de trabajo en el Parlamento y destinado “a optimizar y racionalizar y aprovechar al máximo los recursos de inversión pública para que el dinero llegue a las pymes y accedan más y mejor al crédito disponible”, según el vicepresidente de la cámara autonómica.

El discurso de investidura y ¿un Gobierno con las "manos libres"?

En el Gobierno que nombrará Susana Díaz, previsiblemente el próximo sábado, tras su toma de posesión, no se prevén cambios en la cuota de Izquierda Unida. Ni en el número (tres consejeros) ni en las carteras o nombres (Diego Valderas en Vicepresidencia y Relaciones Institucionales; Elena Cortés en Fomento y Vivienda y Rafael Rodríguez en Turismo y Comercio).

La próxima presidenta de la Junta de Andalucía ya ha estrechado sus relaciones con la vieja guardia del PSOE andaluz tras su acercamiento a Manuel Chaves. Díaz no contará en su Ejecutivo con ningún consejero tocado por el escándalo de los ERE, como Carmen Martínez Aguayo, consejera de Hacienda y Administración Pública, y Antonio Ávila, consejero de Economía, Innovación y Empleo.

En el discurso de investidura de este mediodía en el Parlamento de Andalucía se prevé, además de los guiños a Izquierda Unida, mensajes de apoyo y recuerdo a Chaves y a Griñán, aunque el hermetismo en su contenido es total. “Todo lo lleva con mucha discreción. No le dice nada a nadie. Está tranquila y va a intentar componer su Gobierno con manos libres”, cuenta a El Confidencial un destacado político socialista andaluz.

Fuentes próximas a Susana Díaz destacaron a este diario que la consejera de Presidencia e Igualdad en funciones “hace bien en no filtrar nada”. “Es verdad”, añadieron estas mismas fuentes, “que está siendo muy hermética, pero Griñán también lo fue cuando nombró a Susana como consejera: fue una sorpresa de muy ultimísima hora”.