Griñán, reelegido gracias a IU y al frente común de la izquierda contra Rajoy

Andalucía abre una nueva etapa con la reelección de José Antonio Griñán como presidente de la Junta, con el apoyo de IU. Sólo el verso perdido de Sánchez Gordillo, el rebelde diputado de IU y alcalde de Marinaleda, se ha salido del guión negándole su apoyo al nuevo presidente con un voto nulo. El Gobierno que se conformará tendrá menos consejerías que el de la anterior legislatura, que contaba con 13.

IU ocupará la vicepresidencia con una consejería adscrita, para Diego Valderas, y otras dos carteras más. El nexo de unión de la izquierda coaligada será la oposición al Gobierno de Rajoy, aunque en principio, todos aseguran que acatarán la legislación y aplicarán el control del déficit.

La reelección de Griñán con el apoyo de IU supone la apertura de una experiencia inédita en Andalucía. El nuevo Gobierno hace tabla rasa de muchas cosas por lo que a IU respecta: se archiva la corrupción, a expensas de una comisión de investigación que puede nacer con muchas limitaciones; se borra toda responsabilidad de los anteriores gobiernos socialistas en la crisis que sufre una Andalucía que se acerca al millón y medio de parados, y se asume el riesgo de convertir la mayor comunidad autónoma del Estado en un territorio que discurra al margen de la directrices económicas no sólo nacionales sino europeas.

El poder comunista en IU

Griñán tendrá que convivir con una IU en la que tras Diego Valderas se encuentra un Partido Comunista que es la organización que en realidad articula la coalición y tiene capacidad para movilizara las bases. La presencia en esta coalición de la izquierda jornalera de Sánchez Gordillo no es más que una anécdota que puede, sin embargo, provocar situaciones tan esperpénticas como incómodas para la coalición de Gobierno.

Frente a esta nueva etapa, el partido que ganó las elecciones, el PP de Arenas, se enfrenta a la difícil situación de recibir en sus carnes los golpes que se lancen a Rajoy desde Andalucía por su política de recortes. La estrategia del agravio que ya ensayó Manuel Chaves cuando Aznar estaba en el Gobierno nacional vuelve ahora, pero fortalecida por la actitud de una IU que desde el Gobierno tiene previsto recurrir a las movilizaciones sociales como mecanismo contundente paralelo a la acción del Ejecutivo andaluz.

Arenas insinúa que Valderas arrastra a Griñán

Arenas trata de zafarse de los embates de la izquierda proclamando la necesidad de grandes pactos para superar la crisis y crear empleo, y en su discurso remite a “el tiempo lo dirá” para insinuar que el pacto de la izquierda andaluza puede derivar en ruina. “Usted, señor Griñán, se ha acercado más a Valderas (IU) que Valderas a usted”, asegura Arenas mostrando así dónde está el peso del nuevo Gobierno, a su juicio.

Frente a ello, el líder del PP llega a manifestar incluso su “admiración por la labor que ha desarrollado la socialdemocracia” en el siglo pasado en toda Europa, y por los pactos que se han producido en algunos países de la UE para volver a ofrecerle a Griñan un acuerdo de gobernabilidad más acorde, a su juicio, con las soluciones económicas que necesita Andalucía.

Arenas le recordó a Griñán el caso de los ERE, rechazando así que el presidente reelecto se atribuya la ética política, y al hecho de que hubiera rechazado hasta diez veces una comisión de investigación sobre el escándalo. Y en todo caso, el líder del PP, temiendo lo que se le viene encima, advierte del error que supondría” convertir Andalucía en un campo de batalla” contra el Gobierno de la nación, como se atisba en los discursos de los representantes de la izquierda que se coaliga.

Nuevo presupuesto y “recortazo”

A partir de aquí, el próximo acto será la toma de posesión de Griñán, que tendrá lugar el sábado, y la composición del Gobierno compartido. Después vendrá la presentación de unos presupuestos nuevos, en los que Arenas ya augura “un recortazo” del próximo Gobierno, habida cuenta de que se han quitado ya 2.700 millones de las cuentas previstas y el déficit en el pasado ejercicio llegó al 3,2 por ciento.

La clave será cómo la coalición de izquierdas compagina recortes con mantenimiento de la política social. Y es ahí donde el líder del PP parece esperar a los nuevos socios que asumen la responsabilidad de sacar a Andalucía del vagón de cola de la economía española.