Arenas se borra del primer debate electoral: tema que la 'TV de Griñán' sea una ratonera

El presidente del PP-A y candidato a la Presidencia de la Junta, Javier Arenas, ha reiterado su negativa a participar en el debate electoral que esta noche celebrará la Radio Televisión de Andalucía con los candidatos del PSOE-A e IULV-CA, José Antonio Griñán y Diego Valderas, respectivamente, argumentando que se trata de un medio condenado por la Junta Electoral por "falta de neutralidad". Si bien, ha enviado una carta a Televisión Española en la que acepta la propuesta formulada por parte de este medio para que se celebre un debate en sus instalaciones.

Así se ha pronunciado el líder de los 'populares' andaluces en un acto este lunes de la campaña electoral celebrado en Mairena del Aljarafe (Sevilla), en el que ha indicado que tiene "muchas cosas" que preguntarle al candidato socialista y ha insistido en que está abierto a la celebración de cualquier debate hasta el día 23 en un medio "no condenado". La única condición que pone es que se le avise con medio día de antelación para preparar el debate.

Si nadie lo remedia antes de la hora del programa, Griñán y Valderas, líderes del PSOE y de IU, respectivamente, tendrán que debatir entre ellos mientras Arenas sale por Antequera con su mitin de campaña. Para Griñán, lo que le ocurre a Arenas es que "no quiere arriesgar en los debates" porque se siente ganador.

Enzarzados por el escenario

Los políticos han empezado a arrojarse a la cabeza la pantalla de Canal Sur, la televisión pública que controla José Antonio Griñán, antes de sentarse a debatir sobre lo que de verdad preocupa a los andaluces. El consejo de administración del ente público, controlado por el PSOE, decidió convocar un debate a tres en la sede de la cadena. El PP temía que lo metieran en una ratonera y propuso que el debate se librase en la sede del Parlamento. Arenas ha indicado que había un acuerdo para que se celebrase en "la casa de los andaluces" pero que "se ha roto" por parte de la RTVA y de PSOE-A e IULV-CA, que han aducido dificultades técnicas. De esta manera, los contendientes se han enzarzado en una batalla que por un momento deja al margen la polvareda de los ERE y a Francisco Guerrero, el mullidor de los fondos de reptiles, esperando al sicólogo de la cárcel.

La televisión pública de Andalucía ya ha tenido un desliz que sus directivos califican de mero error técnico, pero que ha relacionado la imagen del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con una noticia sobre pederastas. Se han ofrecido disculpas, pero en el PP están convencidos de que estas coincidencias las carga el diablo, que siempre apunta con su tridente hacia la misma orilla del espectro.

Nerviosismo en el plano mediático

Este conflicto tiene que ver más con el nerviosismo que existe en los medios controlados por el PSOE en Andalucía que con la propia realidad de una comunidad sumida en el paro, la corrupción, y expuesta a un futuro tan incierto como poco claro parece aún el resultado electoral del 25 de marzo.

En los medios controlados por el PSOE y de forma especial en Canal Sur ha penetrado esa sensación de vértigo relacionada con un presumible fin de ciclo político que derivaría en el posible desalojo de los comisarios políticos del partido en el poder. En esta situación, quienes ven amenazado su futuro después de ejercer durante años como agentes del PSOE dentro de los medios públicos, parecen decididos a echar el resto en una actitud numantina por impedir que el PP llegue al poder.

Y es en esta actitud del aparato mediático del PSOE donde el PP de Arenas basa sus temores a que un debate en la sede de la televisión en la que se siente maltratado, sobre todo después de episodios como el del Rajoy y la pederastia, se convierta en una ratonera para su aspirante a la presidencia de la Junta.

Las excusas de la dirección de Canal Sur para no aceptar la realización del debate en la sede del Parlamento andaluz, como ha pedido el PP, son de carácter técnico. Sin embargo, resulta difícil de entender que con los medios de que dispone la televisión pública andaluza no sea posible celebrar un acto así en un lugar como la Cámara autonómica, a la que tantas veces se desplazan equipos para cubrir actos oficiales mucho más complejos que un debate con tres personas sentadas.