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La condesa Von Bismarck y la aristocracia marbellí declaran en ‘Malaya’
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ROCA DESMIENTE TODAS SUS DECLARACIONES

La condesa Von Bismarck y la aristocracia marbellí declaran en ‘Malaya’

Alexandra Gräfin von Bismarck vendió en su día una parcela en Marbella a una sociedad propiedad de Juan Antonio Roca. Por ello se sentó este lunes

Foto: La condesa Von Bismarck y la aristocracia marbellí declaran en ‘Malaya’
La condesa Von Bismarck y la aristocracia marbellí declaran en ‘Malaya’

Alexandra Gräfin von Bismarck vendió en su día una parcela en Marbella a una sociedad propiedad de Juan Antonio Roca. Por ello se sentó este lunes en el banquillo de la sala donde se celebra el juicio por el caso Malaya. La condesa aseguró que conocía a Roca, cerebro de la trama, de actos sociales marbellíes, pero de nada más. También precisó que, cuando ella llegó a Marbella, su marido ya era un hombre adinerado.

Von Bismarck coincidió en su estrategia con otros de los imputados que se sientan en este proceso: no conocían a Roca ni sus funciones en el Ayuntamiento marbellí; ni siquiera sabían que estaban realizando negocios con sociedades que pertenecían al hombre considerado como el cerebro de Malaya.

Roca está mostrando un millar de caras durante este juicio. Desde su asiento, este lunes se dedicó a rechazar cada declaración de la condesa negando con la cabeza. Cada dos por tres sacaba papelitos doblados de su bolsillo y apuntaba en su agenda lo que la bisnieta política del príncipe Otto von Bismarck relataba con solemnidad desde el banquillo. La condesa, a preguntas de su abogado, trató de esclarecer las irregularidades cometidas en una operación inmobiliaria de compraventa de terrenos a un testaferro de del ex asesor de urbanismo.

Esta pieza, separada de la causa principal del caso 'Malaya', consta en el sumario en un informe realizado por el grupo III de Blanqueo de la Udyco-Costa del Sol. Ahí se relata cómo una sociedad propiedad de la aristócrata vendió en 1997 por 204.000 euros unos terrenos de 17.000 metros cuadrados ubicados en la zona de Nagüeles a una empresa gestionada por el gabinete jurídico Sánchez Zubizarreta-Soriano Pastor, y en la que Roca participaba en un 50%. Dichos terrenos fueron objeto previamente (en 1996) de un convenio ratificado en pleno en 1997 por el cual se modificó su uso de no programado a suelo urbanizable programado para viviendas unifamiliares, extremo que este lunes también explicó la aristócrata.   

La cuñada de Gunilla

La condesa mantuvo la calma durante toda su declaración. Elegante y sobria, vestida con una chaqueta ocre y luciendo unas pequeñas gafas, que nunca utiliza en las fiestas a las que acude en Marbella, se fue ciñendo, frase a frase, a lo que le preguntaba su abogado.

Sandra Bismarck, conocida hasta ahora en la ciudad por ser cuñada de la musa de la jet Gunilla von Bismarck, cambió su residencia de Hamburgo a Marbella en el año 1973, donde se instaló definitivamente con su esposo Alexandro von Bismarck, uno de los cinco hermanos de Gunilla, para comenzar el proyecto inmobiliario Marbella Hill Club, un conjunto residencial de gran lujo situado en la Milla de Oro de la ciudad.

La condesa se erigió como la portavoz de la familia y, durante ese tiempo, representó a su cuñado Ferdinand von Bismarck. Aunque la condesa no tenía experiencia en urbanismo, los que la conocen de aquella época en Marbella señalan a El Confidencial que “Sandra se entregó al proyecto de esta promoción inmobiliaria con gran entusiasmo, transformando las treinta hectáreas propiedad de la familia del ex canciller Von Bismarck en una zona de gran prestigio compuesta por sesenta villas, la mayoría construidas y decoradas por ella misma”.

Tras el éxito de esta promoción, la familia Bismarck siguió construyendo en estos terrenos la segunda fase de Marbella Hill Club, siempre bajo la dirección de la condesa, quien estableció la misma categoría a todas las viviendas, cuidando al máximo el ambiente rústico y asegurando la privacidad de cada casa.

Alexandra Gräfin von Bismarck vendió en su día una parcela en Marbella a una sociedad propiedad de Juan Antonio Roca. Por ello se sentó este lunes en el banquillo de la sala donde se celebra el juicio por el caso Malaya. La condesa aseguró que conocía a Roca, cerebro de la trama, de actos sociales marbellíes, pero de nada más. También precisó que, cuando ella llegó a Marbella, su marido ya era un hombre adinerado.

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