Es noticia
El golpe de IU en Extremadura hace temblar al PSOE andaluz
  1. España
  2. Andalucía
EL SOCIALISMO TEME HUNDIRSE EN EL SUR PORQUE NO CONTROLA A LAS BASES DE CAYO LARA

El golpe de IU en Extremadura hace temblar al PSOE andaluz

La actitud de las bases de IU en Extremadura, y su decisión de permitir que el PP consiga el poder de la Junta por ser la

Foto: El golpe de IU en Extremadura hace temblar al PSOE andaluz
El golpe de IU en Extremadura hace temblar al PSOE andaluz

La actitud de las bases de IU en Extremadura, y su decisión de permitir que el PP consiga el poder de la Junta por ser la lista más votada, ha supuesto todo un golpe para los socialistas andaluces, que ven alejarse aún más si cabe la posibilidad de mantener el Gobierno tras las próximas elecciones. Cualificados representantes del PSOE-A, desde José Antonio Griñán a Rosa Torres, presidenta del partido, pasando por otros de nivel provincial, parecen dar ya por seguro que IU en Andalucía no es un socio estable y, en todo caso, que los pactos a los que lleguen con la cúpula de la coalición pueden ser rechazados por las bases, como ya ha ocurrido también de hecho en los ayuntamientos.

Era lo más parecido a la inquietud lo que se apreciaba en las caras de los representantes socialistas andaluces a medida que se resolvía la incógnita extremeña. De hecho, y por muchos rumores que llegaran por el circuito interno del poder, nadie en el PSOE-A podría creer que cayera Extremadura, uno de los graneros del partido. Sería, como ha asegurado el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, la antesala de la derrota andaluza.

El pánico en los micrófonos

Y fue a partir del momento en el que IU anunció que dejaría gobernar al PP extremeño cuando correteó el pánico por los micrófonos que se acercaban a los líderes socialistas andaluces. El presidente de la Junta, Griñán, lamenta que la derecha siempre esté unida mientas la izquierda se divide, y se dirige a los votantes de IU como si esperase una reacción contra sus líderes. Sin embargo, han sido precisamente las bases de la coalición las que han dado la espalda a su cúpula y, hoy por hoy, esas bases están mucho más lejos del PSOE que quienes les mandan sin conseguir que obedezcan.

Rosa Torres, presidenta del PSOE andaluz, ha llegado a calificar de “malversación” lo que ha hecho IU con el voto de sus electores entregándole el poder al PP en Extremadura; el portavoz socialista en la Cámara autónoma, Mario Jiménez, o la número dos del partido, Susana Díaz, conforman un coro de lamentaciones por la decisión extremeña, y los enemigos internos de Griñán aprovechan el golpe para socavar aún más su autoridad comentando en círculos envenenados lo que puede pasar en Andalucía por la escasa habilidad de su futuro candidato.

El poder de los secretarios

Sin embargo, no toda la culpa de la posible pérdida del feudo andaluz la tiene Griñán. Hace unos días, el presidente le ofreció a IU que presentara una propuesta de ley electoral para Andalucía que recogiera una Cámara con más diputados que los que tiene ahora. La oferta era una salida para la coalición, que podía así aspirar a contar con más escaños tras las próximas elecciones, superando limitaciones de la actual legislación. A cambio, Griñán pretendía asegurarse el apoyo de IU si le hacía falta tras los comicios de 2012.

La oferta la arrojaron a la papelera los secretarios provinciales del partido en una reunión celebrada en Sevilla. No estaban dispuestos a darle a IU “ni agua” después de lo que les hizo en los ayuntamientos. Públicamente, desde el PSOE se dijo que no era el momento de pelearse para colocar a más políticos en el Parlamento, el mismo argumento que Javier Arenas, líder del PP, utilizó para rechazar cualquier debate al respecto. Pero el fondo de la cuestión era un golpe de autoridad contra Griñán de sus propios secretarios provinciales, que cada día se arrogan más capacidad de decisión ante un partido que se rompe por los cuatro puntos cardinales de la región.

La amenaza de Valderas

El líder de IU en Andalucía, Diego Valderas, se sintió burlado al ver caer la oferta que le hizo Griñán, y anunció que su coalición no tenía previsto apoyar al PSOE si en las próximas elecciones no conseguía la mayoría absoluta en Andalucía. La amenaza de Valderas no era necesaria. El problema, si el PSOE necesita los votos de la coalición, será que alguien pueda controlar a las bases y a los propios diputados que salgan elegidos. Sánchez Gordillo, candidato de IU por Sevilla, no parece tener intención alguna de apoyar al PSOE-A en un gobierno de coalición, y lo que ha pasado en los ayuntamientos se ha convertido en una sombra que persigue cualquier previsión socialista de cara al 2012.

En este escenario, lo que ha ocurrido en Extremadura ha causado tal efecto en los socialistas andaluces que parece como si un golpe de viento los hubiera empujado un poco más hacia una derrota que en Andalucía se considera segura: no sólo un fracaso en las urnas sino el desalojo del poder en el Sur, que cierre un mapa nacional en el que el PSOE ha desaparecido de las instituciones autonómicas. “Las cosas no llegan hasta que llegan”, decía un alcalde de un pequeño municipio refiriéndose a que el PSOE no se esperaba la debacle del día 22. Y lo de Extremadura es la evidencia de que “las cosas” están más cerca de lo que muchos esperaban.

La actitud de las bases de IU en Extremadura, y su decisión de permitir que el PP consiga el poder de la Junta por ser la lista más votada, ha supuesto todo un golpe para los socialistas andaluces, que ven alejarse aún más si cabe la posibilidad de mantener el Gobierno tras las próximas elecciones. Cualificados representantes del PSOE-A, desde José Antonio Griñán a Rosa Torres, presidenta del partido, pasando por otros de nivel provincial, parecen dar ya por seguro que IU en Andalucía no es un socio estable y, en todo caso, que los pactos a los que lleguen con la cúpula de la coalición pueden ser rechazados por las bases, como ya ha ocurrido también de hecho en los ayuntamientos.

Tania Sánchez Extremadura José Antonio Griñán