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El PSOE andaluz estalla entre dimisiones y graves acusaciones contra Griñán
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YA NO RENUNCIA A UN ADELANTO ELECTORAL

El PSOE andaluz estalla entre dimisiones y graves acusaciones contra Griñán

El PSOE-A ha pasado del impacto inicial de la derrota del 22-M a una catarsis enloquecida con dimisiones, graves acusaciones contra el presidente José Antonio Griñán,

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El PSOE andaluz estalla entre dimisiones y graves acusaciones contra Griñán

El PSOE-A ha pasado del impacto inicial de la derrota del 22-M a una catarsis enloquecida con dimisiones, graves acusaciones contra el presidente José Antonio Griñán, de quien se cuestiona el liderazgo, y navajazos entre sectores enfrentados en Sevilla, con José Antonio Viera, secretario provincial implicado en el caso de los falsos EREs, en el punto de mira. Sólo horas después de la visita de Rubalcaba, el partido que lidera Griñán empieza a estallar desde Almería a Cádiz, pasando por la misma orilla del Palacio de San Telmo.

Si fuera de la casa común hace frío, el desalojo que va a sufrir el PSOE-A tras el 22-M puede ser la mejor prueba de las consecuencias de quedar a la intemperie. El secretario general del PSOE de Almería. Diego Asensio, ha presentado su dimisión con graves acusaciones a Griñán, de quien ha dicho que es un autoritario, que sacrifica los intereses almerienses a los suyos propios, y le atribuye al presidente de la Junta y sus maniobras la reciente debacle electoral.

Sin embargo, no todo es tan fácil como parece. Asensio se ha ido antes de que lo echen, después de que una mayoría de la dirección provincial del partido estuviera dispuesta a forzar su dimisión con el reglamento en la mano. Dentro de la permanente batalla interna del PSOE-A, Asensio es hombre de Martín Soler, uno de los consejeros de los que Griñán prescindió cuando accedió a la presidencia de la Junta sustituyendo a Chaves. Y el pecado de Soler entonces fue hacer “mesa camilla” con el chavista Luis Pizarro creando un núcleo autónomo en el consejo de Gobierno por el que pasaban influencias e informaciones no controladas por Griñán.

Griñán utilizó la Junta para mover el partido

Ante el foco de rebelión que se incubaba en Almería, Griñán reorganizó la administración de la Junta en la provincia colocando a gente controlada por él, utilizando así la estructura autonómica para retocar el partido fulminando a los fieles a Martín Soler. El trabajo de fondo de estos submarinos griñanistas ha derivado en el estallido de la actual dirección provincial, la dimisión de Asensio y otra crisis que sumar a la convulsa situación del PSOE, que hunde aún más la situación en que se encuentra el propio presidente de la Junta y secretario general.

Al estallido almeriense, que se produjo, curiosamente, horas después de que Rubalcaba pasara por las plantaciones de pepinos, le sigue otro en Cádiz, con la dimisión del hasta ahora subdelegado en el Campo de Gibraltar, Tomás Herrera, que tuvo que abandonar la alcaldía de Algeciras en pleno mandato para darle paso al secretario local del partido, que iba a salvar la plaza. Rafael España, sucesor de Herrera, no ha conseguido más que el hundimiento del partido en Algeciras, y a partir de ahí el subdelegado ha preferido volver a su trabajo de empleado en Unicaja al ver que la operación que le impusieron ha sido un fiasco.

Sevilla: navajas bajo el polvo

Sin embargo, donde más brillan las navajas bajo el polvo de la derrota es en Sevilla. A medida que se analizan por distritos los resultados del 22-M, que han dado al PP de Juan Ignacio Zoido el mayor respaldo municipal de la historia, partidarios del alcalde en funciones, Monteseirín, y del derrotado candidato Juan Espadas se enfrentan con acusaciones mutuas sobre el origen de la debacle. El referente principal de esta batalla interna, que amenaza con tener consecuencias de calado en el PSOE-A, es José Antonio Viera, secretario provincial del PSOE, implicado en el caso ERE por su etapa como consejero de Trabajo de la Junta, causa para muchos del hundimiento socialista.

El mapa de la rebelión interna puede seguir por otra provincias como Málaga e incluso Córdoba, donde los cuchillos se afilan a la espera de cómo responda Griñán a estos primeros golpes. A medida que cientos de militantes socialistas vayan saliendo por las puertas de las instituciones públicas como consecuencia del 22-M, las sedes serán un hervidero de malestar dispuesto para estallar. 

Pérez Rubalcaba se ha interesado por la situación del partido en Andalucía, en un encuentro que celebró con Griñán, con motivo de su reciente visita a Sevilla, en el que estuvo presente, entre otros, Gaspar Zarrías. Rubalcaba está decidido si, como se espera consigue ser el candidato a la presidencia del Gobierno, a imponer una serie de requisitos para unificar estrategias entre Ferraz y Sevilla para las próximas elecciones generales, que coincidirían con las autonómicas andaluzas. 

Griñán deja abierta la puerta al adelanto electoral

El requisito más importante sería la coincidencia obligatoria de ambos comicios, que en círculos socialistas ya se considera pueden celebrarse en otoño. En este sentido, Griñán, que siempre ha sido taxativo al anunciar que las elecciones andaluzas serán en marzo de 2012, ha dejado abierta por primera vez, en una entrevista en la radio pública andaluza, que él puede utilizar la facultad de adelantar las elecciones, de la misma forma que Zapatero puede hacer lo mismo.

Rubalcaba sería partidario, según algunas fuentes, de adelantar las elecciones si el PSOE continúa con la deriva de hundimiento, que puede ser más marcada aún a medida que se vaya consolidando la nueva situación institucional que ha deparado el 22-M. Y en el caso de que las elecciones generales se adelanten al otoño, las andaluzas se celebrarían condiciendo con ellas y la campaña de ambas estaría dirigida desde Madrid. 

El PSOE-A ha pasado del impacto inicial de la derrota del 22-M a una catarsis enloquecida con dimisiones, graves acusaciones contra el presidente José Antonio Griñán, de quien se cuestiona el liderazgo, y navajazos entre sectores enfrentados en Sevilla, con José Antonio Viera, secretario provincial implicado en el caso de los falsos EREs, en el punto de mira. Sólo horas después de la visita de Rubalcaba, el partido que lidera Griñán empieza a estallar desde Almería a Cádiz, pasando por la misma orilla del Palacio de San Telmo.

José Antonio Griñán