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El PSOE-A no tiene relevo para Griñán y sólo Rosa Aguilar ofrece el perfil de un nuevo ciclo
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PENDIENTE DE LAS PRIMARIAS Y DEL PODER DE ZARRÍAS

El PSOE-A no tiene relevo para Griñán y sólo Rosa Aguilar ofrece el perfil de un nuevo ciclo

En contra de lo que ocurre a nivel federal, donde Zapatero, inicialmente, cuenta con Rubalcaba y Chacón como posibles liderazgos alternativos, los dirigentes del PSOE-A se

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El PSOE-A no tiene relevo para Griñán y sólo Rosa Aguilar ofrece el perfil de un nuevo ciclo

En contra de lo que ocurre a nivel federal, donde Zapatero, inicialmente, cuenta con Rubalcaba y Chacón como posibles liderazgos alternativos, los dirigentes del PSOE-A se han encontrado con que tras el hundimiento electoral del 22-M no hay banquillo para ensayar ninguna operación de sustitución a Griñán. Sólo Rosa Aguilar da un perfil de nuevo ciclo.

En este punto, la alternativa de los socialistas andaluces es esperar a las primarias y una vez se sepa para dónde sopla el viento, alinearse detrás de la nueva bandera para ver qué hacer en Andalucía. Aunque las simpatías de la cúpula dirigente andaluza -Griñán o Mar Moreno, entre otros- están con Carme Chacón, la sensación general es que Pérez Rubalcaba puede ganar las primarias que se convoquen el próximo sábado.

Esperando a “Rasputín” Zarrías

Si así ocurriera, la influencia de Gaspar Zarrías en el socialismo andaluz se multiplicaría, y Zarrías es precisamente uno de los adversarios internos de José Antonio Griñán, sin Chaves detrás por la situación de abandono en que se encuentra ahora el vicepresidente, pero con el mismo peligro por su condición de conspirador nato, hasta el punto de que algunos socialistas lo comparan con el propio Rubalcaba y llegan a considerarlo un “Rasputín”.

La ausencia de posibles líderes alternativos que se observa en el PSOE-A no es más que el resultado del control ejercido en el partido por Manuel Chaves. El ex presidente de la Junta construyó un sistema de control interno y externo -de la propia sociedad andaluza- basado en la dependencia y en la ausencia de delfines que pudieran hacerle sombra. El propio Griñán pudo ser un eficaz consejero pero sin madera de líder, tanto es así que en este perfil estuvo el principal mérito del actual presidente de la Junta para que su antecesor le eligiera como sucesor: alguien que pudiera ser manejable por el propio Chaves cuando estuviera en Madrid.

El perfil del nuevo ciclo

Ante la ausencia de liderazgos alternativos, el único perfil que conecta con el nuevo ciclo que se abre con el 22-M está para algunos y ahora más que nunca en la figura de Rosa Aguilar, aunque nadie se atreve a defender esta propuesta de forma oficial. Procedente de la izquierda, con un innegable carisma y capacidad de conexión con la gente corriente, Aguilar une además el hecho de que siendo independiente, no se puede considerar responsable ni víctima de la debacle del 22-M, a pesar de haber intervenido como apoyo en algunos mítines menores.

Sin embargo, el mayor aval que Aguilar tiene en Andalucía es la confianza que en ella puso Griñán, por la excelente relación que ambos mantienen desde que la primera era alcaldesa de Córdoba y el actual presidente, diputado por la misma provincia. Aguilar no va a librar batalla alguna contra Griñán y ella misma asegura que “tiene y tendrá siempre mi aprecio personal”. En estas circunstancias, todo depende de lo que en Madrid ocurra después de las primarias y del poder que se le conceda al sucesor de Zapatero.

La cueva de la serpiente

La solución óptima para el PSOE, con el clan de Chaves apartado de la escena, sería un Gaspar Zarrías con influencia federal y control desde el partido que aceptara una candidatura de Rosa Aguilar para las autonómicas. El propio Griñán ha asegurado después de la última reunión de la Ejecutiva regional que su cargo siempre está a disposición del partido. Sin embargo y al margen del afecto común que en el plano personal se tengan, Aguilar no cuenta aún con apoyos en el PSOE-A que le permitan iniciar una batalla de estas características.

El gesto que la ministra tuvo en la pasada campaña apoyando a González Cabaña, del clan Chaves, le podría haber granjeado el apoyo de este sector crítico con Griñán. Pero precisamente ha sido el 22-M el que ha acabado hundiendo a este rama del socialimo andaluz con la pérdida de la Diputación de Cádiz, que tenían bajo su control y que alguien cercano a Griñán ha llegado a calificar incluso como “la cueva de la serpiente” por ser en esta institución donde se cobijaba el núcleo duro del chavismo.

En contra de lo que ocurre a nivel federal, donde Zapatero, inicialmente, cuenta con Rubalcaba y Chacón como posibles liderazgos alternativos, los dirigentes del PSOE-A se han encontrado con que tras el hundimiento electoral del 22-M no hay banquillo para ensayar ninguna operación de sustitución a Griñán. Sólo Rosa Aguilar da un perfil de nuevo ciclo.

José Antonio Griñán