Manuel Chaves pierde hasta el apoyo de su clan: solo Pizarro va a sus mítines

La profunda soledad en la que el PSOE ha dejado al ex presidente de la Junta, Manuel Chaves, ha quedado patente en el único acto al que va a asistir en toda la campaña electoral. En un acto celebrado en El Puerto de Santa María (Cádiz), a Chaves sólo le ha acompañado el ex consejero Luis Pizarro. Mientras tanto, la otra pata del clan, González Cabaña, posaba en el pueblo del que quiere seguir siendo alcalde, Benalup, con Rosa Aguilar, invitada expresamente por él, en lo que se vislumbra ya como un intento del presidente de la Diputación, institución en la que se encuentra el núcleo duro del antigriñanismo, por enganchar a la ministra a la futura batalla por el control del PSOE-A.

 

En tiempo de zozobra los movimientos no son casuales. Y Rosa Aguilar ha querido dejar clara su sintonía con González Cabaña, uno de los principales enemigos internos de Griñán, apoyándolo públicamente en su feudo y proclamando las virtudes de quien más ha maniobrado contra el actual presidente del Gobierno andaluz y secretario general del PSOE-A.

Perder la Diputación para ganar el control del partido

El futuro del sector crítico con Griñán se libra en Cádiz, y en este embate las encuestas apuntan a que la pérdida de la ciudad de Jerez puede dejar al PSOE incluso fuera del Gobierno de la Diputación. Si así fuera, y hay muchas posibilidades de que ocurra, Cabaña perdería su principal poder institucional, y el griñanismo tendría libre el camino para renovar el partido en la provincia y laminar a los restos del chavismo. Para el PSOE oficial, el que lidera Griñán, sería perder la Diputación a cambio de ganar el control del partido en Cádiz.

En esta tesitura, hay quienes, sin declararlo públicamente, desean que Jerez caiga y, con esta ciudad, la Diputación, y por tanto los restos del clan Chaves. El resultado electoral del 22-M -las encuestas apuntan a ello- puede demostrar cómo muchos socialistas van a negarle el voto a su propia candidata, Pilar Sánchez, enfrentada a Cabaña pero que, por esas casualidades del destino, va a ser la causa con su derrota de la caída de la Diputación provincial y por tanto del presidente socialista de la institución, el propio González Cabaña.

Chaves ya no cuenta. Como publicó El Confidencial, el partido le ha apartado de la campaña electoral en Andalucía para tapar así los escándalos que tienen como referente al ex presidente andaluz. Y Luis Pizarro ha amarrado su propio destino al de su “amigo Manolo”. En esta tesitura, González Cabaña ha iniciado una carrera a la desesperada para formar parte de la alternativa que tras al 22-M pueda enfrentarse a Griñán si la debacle electoral del PSOE es la que marcan las encuestas.

Focos contrarios a Griñán

 

En este escenario, el hecho de Rosa Aguilar se defina en apoyo de Cabaña, cuando todo el griñanismo le ha hecho el vacío alejándose de este peligroso enemigo interno, no parece un gesto gratuito. El malestar con Griñán no es sólo privativo del sector crítico del PSOE de Cádiz sino que corre como la pólvora por otras provincias de Andalucía, donde militantes y cargos provenientes incluso del guerrismo que desmanteló Chaves cuando desembarcó en el Gobierno de la Junta, velan armas para alinearse con el sector que más futuro les ofrezca.

En este sentido, empieza a observarse cierta actividad en focos antigriñanistas desde Almería a Sevilla pasando por Málaga y Jaén. Todos están pendientes del 22-M, pero estos grupos de agraviados coinciden en que tras las elecciones se va a abrir un nuevo tiempo en el que se pondrá en jaque a la actual dirección del partido y se cuestionará no sólo a Griñán sino al equipo que escogió cuando ganó el congreso extraordinario en el que tomó el relevo de Manuelo Chaves.

El referente que se pueda enfrentar a Griñán no está claro. Rosa Aguilar sigue teniendo importantes elementos en contra, entre ellos el no ser aún militante del partido, algo que ella estaría dispuesta a resolver en cualquier momento. Pero el hecho de que haya quienes “vendan” que Aguilar tiene fuertes apoyos en la órbita federal del PSOE, parece ser suficiente para que los críticos empiecen a alinearse detrás de ella ante un futuro que puede ser convulso. El acto de González Cabaña en Benalup, con la ministra elogiando las virtudes del principal enemigo interno de Griñán, es una prueba de que las maniobras se suceden aunque con la diplomacia de la que es capaz la ex alcaldesa de Córdoba.