La baronesa abre ‘sin papeles’ su museo

Sin papeles. El Museo Carmen Thyssen Málaga aún no se puede considerar como tal. Apenas un día antes de su inauguración oficial (el jueves por la noche) el Ayuntamiento de Málaga remitió la documentación a la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía para convertirse en museo. “La Delegación de Cultura tiene que estudiarlo todo y comprobar si lo que ha presentado está en regla”, recalca a este diario Francisco Conejo, secretario de Comunicación del PSOE andaluz y número 6 de los socialistas al Ayuntamiento de Málaga.

La Junta le requirió al Ayuntamiento el proyecto museológico y museográfico. Al no enviarlo a tiempo de la inauguración, Cultura reconoció que la colección podría abrirse al público, pero que la infraestructura cultural no podría ser inscrita en la Red Andaluza de Museos de Andalucía.

No acaban aquí las prisas por estrenar una museo que ha costado 30 millones de euros y que ha sido fuertemente contestado por colectivos sociales de la ciudad andaluza. El contrato de préstamo de la obras de Carmen Cervera al probable museo se aprobó el miércoles y durará 15 años. El retorno de la inversión pública tardará más de tres lustros en recuperarse y eso cumpliéndose las previsiones de visitantes: 250.000 al año.

El 28 de marzo de 2007 Cervera firmó con el alcalde Francisco de la Torre un protocolo de cesión de pinturas de la colección particular de la baronesa que incluía 350 obras, finalmente reducidas a 230, y que se centran en cuadros de artistas andaluces del siglo XIX, mostrados en 5.000 metros cuadrados de superficie expositiva.

Un inauguración con prisas

La urgencia en inaugurar el museo antes de las elecciones del 22 de mayo ha provocado continuos sobrecostes en su construcción. En la primavera pasada se inundaron los sótanos. También se adquirió el inmueble contiguo al Palacio de Villalón, el edificio principal, del siglo XVI, a 50 metros de la calle Larios, y que estaba abandonado hasta su compra por el Ayuntamiento.

Por si no fuera poco, hace apenas dos semanas De la Torre nombró a Javier Ferrer como gerente del museo, un puesto que no tenía cabida en el organigrama del Thyssen Málaga. Ferrer, ex jefe de Gabinete de la Alcaldía, se responsabilizó de la fracasada candidatura de Málaga a la capital cultural europea 2016. La propuesta de Ferrer no tiene, por ahora, cabida legal. Para que su nombramiento sea efectivo hay que cambiar los estatutos de la fundación.

Hay más. En la presentación del miércoles a los medios de comunicación hubo empujones y malas formas de los miembros del equipo de seguridad del museo. El jueves por la noche, en el estreno en sociedad de la colección artística, el caos fue total. Hubo varias entradas de acceso y los cámaras de televisión y fotógrafos no tenían un sitio definido para trabajar.

Fuera, en la calle, medio centenar de personas se manifestaban contra el coste del museo  al grito de “¡Baronesa, la crisis no te pesa!”. Carmen Cervera, escoltada por Antonio Banderas, padrino del acto, presentó su obra después de proclamar: “Me enamoré de ellas”. Apenas unas horas antes, una treintena de operarios daban los últimos toques de pintura a un museo que aún no es museo.