Frustración en el PSOE tras el daño que les ha hecho Junts: "Piden algo inconstitucional"

No siempre se gana. Por muchas veces que Pedro Sánchez lo haya conseguido, en algún momento fallan los cálculos. Y ha sucedido en la votación clave de la ley de amnistía, cuando debía aprobarse en el Congreso y remitirse luego al Senado. Este martes, que debía ser glorioso para la mayoría parlamentaria que sujeta al Gobierno, hilvanada precisamente gracias a la concesión del PSOE de un perdón general a los independentistas, termina con una enorme frustración general para los socialistas, después de que el partido de Carles Puigdemont haya tumbado el proyecto, que vuelve ahora a la comisión de Justicia.

Caras largas en el Gobierno, el propio presidente, la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, y el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, visiblemente contrariados. Y una sensación general de cabreo entre los diputados por la actitud de Junts. "Después de todo lo que no han hecho padecer", señala una parlamentaria, en relación al daño interno que les ha generado el pacto con Junts y el cambio de opinión sobre la amnistía. "A mí casi me pegaron", recordaba otro sobre los días en que se conoció el acuerdo y se materializó la investidura.

Además, en el Ejecutivo y en Ferraz, no acaban de entender por qué la formación del expresident ha tomado esta decisión porque, destacan, desde el principio de las negociaciones se "les dejó claro" hasta dónde se podía llegar. En el Gobierno, que ayer ya sabía que no había nada que hacer con Junts porque piden que se puedan amnistiar los delitos de terrorismo y de alta traición, para salvar a Puigdemont y a su entorno y sortear así las nuevas investigaciones judiciales, subrayan que no pueden avalar una ley "inconstitucional", en alusión a que las pretensiones de Junts "complican que la amnistía pase el filtro del Tribunal Constitucional".

Lo sucedido este martes en el Congreso da la razón a quienes dentro y fuera del PSOE advertían que la formación del expresident no era de fiar. Y esto ahora también se reconoce en la propia cúpula socialista: "Viven en otro planeta". El propio Bolaños se ha visto obligado, en unas declaraciones tras finalizar el pleno, a dejar claro que el Ejecutivo no apoya las críticas que la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, ha hecho desde la tribuna contra el Poder Judicial y, en concreto, contra los jueces Manuel García-Castellón y Joaquín Aguirre, impulsores de nuevas causas contra Puigdemont.

TE PUEDE INTERESAR

Junts derriba la ley de amnistía y Sánchez pierde su segunda votación clave en 20 días

Carlos Rocha Ana Belén Ramos

Aunque nadie en el partido se atreve a afirmar que no habrá un nuevo cambio de opinión para que a lo largo de este mes, durante la nueva tramitación en la comisión de Justicia, se alcance un pacto con Junts, la postura del Gobierno a día de hoy es que no tienen "margen" y que "lo que es inconstitucional, es inconstitucional". "No vamos a rebasar lo que, a nuestro juicio, debilita la seguridad jurídica del texto", apunta un dirigente territorial, que considera que el plan de acción debe pasar por hacer a Junts entender que los socialistas no se pueden mover de su actual posición.

"Yo me movería entre cero y nada", expresa otro barón socialista, que coincide con el mensaje que ha lanzado Bolaños tras la derrota en el Congreso para señalar a Junts por votar en el mismo sentido que PP y Vox. Esta posición ya se manejaba en Moncloa antes incluso de la votación. En el Ejecutivo ya instaban a primera hora de la tarde a pedir explicaciones a los de Carles Puigdemont en caso de que, como acabó pasando, rechazasen la amnistía. "Cada partido que asuma su responsabilidad", zanjan.