4.000€ al mes por apoyar al Gobierno de Prohens: el escándalo político que sacude Formentera

Marga Prohens, presidenta de Baleares, tiene un nuevo frente abierto. A las tensiones con Vox por temas como la política lingüística se suma ahora el fuego desatado en Formentera. El protagonista es el presidente del Consell de la isla, Llorenç Córdoba, un independiente que se aferra al cargo después de haber sido acusado por el PP y Compromís per Formentera, las dos formaciones que lo auparon al puesto, de haberles exigido un sobresueldo de 4.000 euros al mes a cambio de garantizar su apoyo al Govern balear. Él niega ningún chantaje. Y aunque su voto no es decisivo para el Ejecutivo autonómico, el bloqueo es total.

Córdoba compatibiliza dos cargos. Es el presidente del Consell de la isla ―la entidad que concentra las labores de ayuntamiento y de autogobierno insular― y también el único diputado que tiene Formentera en el Parlamento de Baleares. El PP y Compromís conformaron una coalición, Sa Unió, para concurrir a las elecciones municipales y de cabeza de cartel eligieron a Córdoba, un independiente, veterinario de profesión, que consiguió arrebatar a la izquierda el Gobierno de la isla 15 años después. Pero la gesta ahora va camino de convertirse en una pesadilla y el bloque de la derecha está en manos de la oposición para que prospere la moción de censura que podría desalojarlo del cargo.

Todo empezó cuando a finales de noviembre Córdoba envió a los periodistas un wasap anunciándoles su decisión de dejar de apoyar “incondicionalmente” al Gobierno de Prohens en el Parlamento del archipiélago. “Los socios de la coalición no sabían nada e intentaron hablar con él, pero no respondió. A nivel autonómico, el PP también intentó ponerse en contacto con él, pero no contestó a nadie”, explican fuentes populares a El Confidencial. Córdoba se negó a aclarar qué sucedía, pero sí pidió una reunión con la ejecutiva del PP, a la que acudió la presidenta Prohens.

Allí, según las voces consultadas, Córdoba exigió al PP un sueldo del partido. “Explicó que tenía dificultades económicas y expuso una serie de circunstancias personales. Lo que se le dijo es que el partido podría asumir algún gasto de desplazamiento, pero nunca un sueldo”, precisan, y añaden: “Condicionó ese sueldo a mantener su apoyo”. Ahí se quebró cualquier confianza con el presidente del Consell. Según informó la semana pasada el vicepresidente de la entidad insular, José Alcaraz, el montante que exigió fue de entre “3.000 y 4.000 euros al mes”. El sueldo anual de Córdoba ronda los 80.000 euros entre salario y dietas.

Sa Unió lleva días pidiendo su dimisión, pero el presidente del Consell se niega a dejar su cargo. Asegura no haber exigido un sueldo y acusa al PP de mentir. "No soy un chantajista, no soy un extorsionador, no he entrado en política por intereses personales, sino para ayudar, y he intentado hacer siempre lo que pensaba que era mejor para Formentera", defendió este lunes, y emplazó al PP y a Compromís a que demuestren con pruebas si ha cometido alguna ilegalidad.

Negociaciones con la oposición

Aunque el voto de Córdoba no sea decisivo en el Parlamento de Baleares ―el PP suma con Vox y con el diputado que abandonó el partido de Abascal 33 escaños, tres por encima de la mayoría absoluta―, en Formentera la situación es diferente. Populares y Compromís necesitan el apoyo de toda la oposición de izquierdas para que salga adelante la moción de censura con la que podrían volver a tomar el control de la isla. “Va a la deriva y Sa Unió no quiere asumir ningún riesgo. No confían en él y por eso piden su dimisión”, explican en el PP.

Sa Unió intenta negociar ahora con Gent per Formentera y el PSOE su apoyo. “Hay conversaciones”, apuntan las fuentes consultadas, pero la izquierda reclama pruebas para tomar una decisión. "Es muy grave lo que estamos escuchando, se acusan de chantaje y por eso necesitamos pruebas. Estamos ante un escenario grave y no podemos jugar con la institución", expuso la semana pasada el secretario general de los socialistas en las islas, Rafa Ramírez, y este martes obtenía la respuesta de Sa Unió. "Tenemos algo más y está en manos del abogado. En cuanto nos deje mostrarlo a la oposición, así lo haremos. Cuanto antes, mejor, e intentaremos ser lo más ágiles posible en este tema", avanzó a Europa Press uno de los consejeros de la coalición, Óscar Portas.

Mientras siguen las conversaciones, este martes la Junta de Portavoces del Parlamento balear aprobó la solicitud de Córdoba para cambiar de sitio. Su escaño ha pasado de estar junto a los del PP y ahora se sitúa entre los asientos de Vox y los de Més per Menorca. A pesar de que su petición recibió el visto bueno, Córdoba no acudió al pleno que se celebró justo a continuación. Tampoco lo hizo la semana pasada.