El discurso de Armengol enciende a la oposición: "Cree que el Congreso es su cortijo"

El discurso de Francina Armengol en la apertura solemne de la XV Legislatura ha gustado a propios y ha disgustado a extraños, algo que se ha podido ver de forma inmediata en el hemiciclo. Mientras los diputados y senadores del PSOE aplaudían, los de PP y Vox permanecian inmóviles a la espera de que Felipe VI tomara el relevo. Y entre uno y otro, la presidenta del Congreso ha optado por no lanzar el "viva el Rey" que sí pronunció su antecesora y compañera de filas, Meritxel Batet. "Cree que es su Cortijo", ha dicho Pepa Rodríguez Millán, la portavoz de Vox. "Es lamentable", ha respondido Alberto Núñez Feijóo, que ha asegurado que volvería a ordenar el silencio después de la interención de la expresidenta balear.

"Es el peor discurso de un presidente del Congreso que he escuchado en mi vida", ha asegurado el líder de la oposición, que ve en Armengol una jefa de la Cámara baja que ejerce "como una diputada socialista". La intervención de la baronesa socialista encaja con la línea de discursos que viene haciendo desde que es la tercera autoridad del Estado, con menciones a la pluralidad del Estado y defensa del uso de las lenguas cooficiales en el hemiciclo. También ha tenido menciones a la juventud, a la violencia de género e incluso al origen del parlamentarismo en España.

Tambien ha hecho un recorrido por algunas leyes aprobadas en las últimas décadas con medidas de casi todos los gobiernos que van desde la ley general de Sanidad a la de Cambio Climático, pasando por el divorcio y la eliminación del servicio militar obligatorio. Esta última iniciativa es la única de las mencionadas por Armengol que ha sido impulsada por un Gobierno del PP, el de José María Aznar en 2001. Ese reparto desigual ha soliviantado a los populares y ha provocado esa reacción, novedosa en las filas populares. En los anteriores discursos de Armengol, como en la inauguración ordinaria de la legislatura y en la jura de la princesa Leonor, las filas del PP sí aplaudieron después de la intervención de la presidenta.

Armengol ha defendido la "legitimidad" del Gobierno de Pedro Sánchez y justo después ha lanzado un dardo contra los riesgos de “distorsionar la realidad” o “cuestionar importantes valores democráticos”. La expresidenta balear ha defendido que esas prácticas provocan “desafección” en la sociedad, igual que “la crispación, la polarización y el ruido”. Pero Armengol no ha convencido al PP. "Se ha salido de su marco institucional", ha criticado Borja Sémper poco después de ser confirmado como portavoz orgánico del PP, que ha evitado entrar en el contenido del discurso.

"Es impresentable, gobiernan para los suyos y contra los demás", ha dicho Rodríguez de Milán tras el discurso de Armengol, que ha diferido de forma llamativa en su cierre respecto al de la apertura de la XIV Legislatura. La balear ha optado por obviar el "viva el Rey" que si pronunció su antecesora. La actual presidenta del Congreso destaca por sus posiciones dentro del PSOE en el ámbito territorial, más pegada a un modelo federal. Y también son reseñables algunas de las decisiones que tomó en las islas respecto al debate entre monarquía y república.

En su currículum figura, no sin polémica, el planteamiento una consulta sobre el modelo de Estado después de la abdicación de Juan Carlos I. Lo hizo en la ejecutiva socialista dirigida entonces por Alfredo Pérez Rubalcaba y de la que ella formaba parte. Años después, ya como presidenta de las islas, defendió la idoneidad de un debate en las cortes autonómicas, a propuesta de sus socios de nacionalistas de izquierdas, de plantear una consulta sobre la monarquía.