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La Moncloa mantiene el secretismo sobre el verificador: "Si hay avances, los contaremos"
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Junts admite que serán discretos

La Moncloa mantiene el secretismo sobre el verificador: "Si hay avances, los contaremos"

Pilar Alegría elude pronunciarse sobre el mecanismo acordado con Junts y lo deja en manos del partido. En el Gobierno apuestan por la discreción que, entienden, hizo posible la investidura

Foto: Pilar Alegría, portavoz del Gobierno, después de la rueda de prensa del Consejo de Ministros, junto a Diana Morant. (Europa Press/Eduardo Parra)
Pilar Alegría, portavoz del Gobierno, después de la rueda de prensa del Consejo de Ministros, junto a Diana Morant. (Europa Press/Eduardo Parra)

En la Moncloa creen que la receta de la investidura es la que debe aplicarse en el desarrollo de su pacto con Junts. Esto quiere decir que el Gobierno mantendrá la discreción que ya decretó en las negociaciones previas a la reelección de Sánchez, que acabaron con éxito, para lograr el mismo resultado. "Cuando haya avances, los contaremos", explican desde el Ejecutivo para defender esta apuesta por el mutismo respecto a la figura del verificador. Este mecanismo de mediación fue uno de los principales escollos para cerrar el pacto con los neoconvergentes, junto con la amnistía.

El mensaje después de la rueda de prensa de Pilar Alegría es que debe ser el partido quien informe al respecto y no el Gobierno, a pesar de que la línea es muy difusa. Alegría era portavoz federal, un hueco que ahora está vacante, por lo que toda la presión está sobre Santos Cerdán, el secretario de Organización del partido. El navarro fue quien se hizo la foto con Carles Puigdemont para allanar el camino, quien se desplazó a bruselas durante casi una semana para atar los flecos de la ley de amnistía y es él el interlocutor.

En el PSOE todavía no han explicitado, como tampoco han hecho en Junts, quiénes serán los mediadores en las reuniones que comenzarán de forma inminente. Se esperaban incluso para la pasada, informaba Marcos Lamelas, pero finalmente se han retrasado y el encuentro en Ginebra todavía no se ha cerrado. Ni el partido ni el Gobierno dan pistas al respecto a pesar de la presión mediática. La excusa es esa replicación de la fórmula de la investidura, pero hay una diferencia sustancial. El debate para reelegir a Pedro Sánchez tenía fecha de caducidad y, si el PSOE llegaba al 27 de noviembre sin acuerdo, se repetirían las elecciones. Y se da por hecho que estas negociaciones entre PSOE y Junts se prolongarán durante toda la legislatura.

En la Moncloa no explican cómo ejercerán esa apuesta por la transparencia cuando haya "avances" ni aclaran a qué se refieren con esos avances. Lo poco que se ha sabido hasta ahora es que está previsto que haya tres figuras encargadas de esa tarea. Esto es algo que no ocurre en la mesa de negociación entre gobiernos pactada por ERC y el PSOE en la pasada legislatura. Los encuentros, protagonizados por Pedro Sánchez y Quim Torra, primero, y Pere Aragonès, después, se produjeron con todo el boato y la institucionalidad, el primero en la Moncloa y el segundo en el Palau de la Generalitat.

Foto: Santos Cerdán y Carles Puigdemont, en Bruselas, en su reunión para pactar la investidura. (EC)

"Siempre que se ha llegado a un acuerdo se ha sido profundamente transparente y se ha explicado a la ciudadanía", ha indicado Pilar Alegría en la Moncloa, que se ha excusado y ha explicado que debe ser "otra mesa" —en referencia al PSOE a nivel orgánico— quien lo explique. Fuentes socialistas apuntaron hace unos días a la posibilidad de que, en vez de una persona concreta, sea una organización especializada en materia de mediación quien vise estas conversaciones.

Alegría ha dicho ser consciente de que estas negociaciones y la existencia de este verificador son condiciones necesarias para seguir contando con el apoyo de Junts en la legislatura. "Somos perfectamente conscientes", ha dicho, en referencia a la multitud de acuerdos firmados para hacer posible la reelección de Pedro Sánchez. Esto, ha recordado Alegría, ya era así en la pasada legislatura, en un mensaje de optimismo respecto al devenir del nuevo mandato del líder del PSOE.

En la Moncloa creen que la receta de la investidura es la que debe aplicarse en el desarrollo de su pacto con Junts. Esto quiere decir que el Gobierno mantendrá la discreción que ya decretó en las negociaciones previas a la reelección de Sánchez, que acabaron con éxito, para lograr el mismo resultado. "Cuando haya avances, los contaremos", explican desde el Ejecutivo para defender esta apuesta por el mutismo respecto a la figura del verificador. Este mecanismo de mediación fue uno de los principales escollos para cerrar el pacto con los neoconvergentes, junto con la amnistía.

PSOE Junts per Catalunya