"El niño era alegre y dicharachero": luto en el pueblo de Navarra donde residía el padre que se lanzó al vacío con su hijo

Las localidades de Estella e Igúzquiza, en Navarra, guardan tres días de luto tras localizarse los cuerpos de un padre y su hijo en la sierra de Urbasa. El informe preliminar de la autopsia apunta a que el progenitor, de 54 años, se arrojó al vacío abrazando a su hijo, de siete, para amortiguar la caída libre desde el Balcón de Pilatos. Ambos fallecieron por los golpes y los vecinos, tras conocer estos detalles, no ocultan que están consternados. El informe oficial de la autopsia todavía no está redactado, por lo que habrá que esperar a las conclusiones de la investigación. De confirmarse la principal hipótesis, desde la localidad donde residía el padre aseguran que nadie se esperaba que Txetxo, albañil de profesión y originario de Burlada, pudiera hacer algo así.

El suceso pilló a los habitantes del pequeño municipio de Igúzquiza, formado por cuatro concejos, absolutamente perplejos. Txetxo llevaba 17 años viviendo en el pueblo y, tras conocer a Eguzkiñe -su expareja-, se trasladaron juntos a esta localidad ubicada a seis kilómetros de Estella. Según fuentes conocedoras de la familia, la convivencia con los vecinos era buena y participativa.

Todos sabían quién era Mateo, el menor fallecido. Un niño "alegre, dicharachero e involucrado en todas las actividades" del municipio. "El crío no se perdía una", explican desde el consistorio. Este miércoles a las siete de la tarde se celebrará el funeral en la iglesia de San Juan de Estella. El menor, además, jugaba al fútbol en un equipo del que su padre también era entrenador.

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A. Farnós EFE

Hace dos años, la pareja decidió poner fin a su relación. Pero de puertas para fuera, el trato era estable. No constan denuncias previas por violencia de género. La madre acudía con frecuencia a Igúzquiza a recoger a su hijo cuando le tocaba estar con su progenitor. Eguzkiñe no dejó de participar en los actos del municipio donde residía Txetxo. Mateo iba a la escuela en Estella, pero tenía allí a su grupo de amigos e iban a la piscina y a la cabalgata de reyes cada año.

No obstante, de tanto en tanto, Txetxo dejaba entre ver su malestar por las calles de su pueblo. Alegaba que no se encontraba bien, que no estaba pasando un buen momento. La separación le trastocó, pero no era una expareja que, aparentemente, se apreciase malestar o riña entre ellos. "Él estaba muy entusiasmado con el niño", relatan fuentes del Consistorio.

Quienes también conocían la situación que atravesaba Txetxo eran sus seres queridos y familiares. Tanto es así que, cuando la madre del menor llamó a los allegados del padre porque no podía dar con él, su hermano se desplazó corriendo desde Pamplona hasta el Balcón de Pilatos. Fue él quien encontró el vehículo. El vínculo entre ambas familias era bueno: según fuentes cercanas, en la esquela del pequeño aparecen los nombres de sus abuelos y tíos paternos.

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El Ayuntamiento de Igúzquiza emitió este martes un comunicado alertando del “profundo dolor” que siente el municipio de apenas 325 habitantes. Además, Eguzkiñe es una mujer muy conocida tanto en esta pequeña localidad como en Estella. Trabaja en la peluquería Coquette, un negocio popular en la zona. Los equipos de Gobierno de ambos municipios están trabajando en colaboración porque "se conocen todos". El domingo se celebrará una misa por Mateo.

La madre se percató de la desaparición cuando fue a recoger a su hijo al colegio el lunes. El menor no había acudido a clase y la mujer se desplazó a poner una denuncia a la Guardia Civil en Estella. Fue entonces cuando se activó un operativo de búsqueda formado por diferentes cuerpos de seguridad, emergencia y voluntarios. Este martes por la mañana se localizaron ambos cuerpos.