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El drama que inspira a Los Javis: medio millón de españoles enganchados en sectas
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El drama que inspira a Los Javis: medio millón de españoles enganchados en sectas

La serie La Mesías (Movistar) profundiza en una problemática para nada residual. Luis Santamaría, cofundador de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas, alerta del auge de estas organizaciones y sus redes en internet

Foto: Una escena de 'La mesías'. (Movistar+)
Una escena de 'La mesías'. (Movistar+)

Pasa por ser la serie del año. Y también por haberse inspirado, en buena parte, en un caso real sucedido en España hace unas décadas. No tantas como para que incluso algunas de sus protagonistas verdaderas se hayan sentido directamente reflejadas, pero La Mesías (Movistar) de Los Javis podía haber bebido de la traumática realidad que atraviesan otros miles de familias en España, que han visto cómo una secta les ha arrebatado a un familiar: en concreto cerca de medio millón.

La ficción, en este caso, también va a la zaga. Tanto, que a veces no necesita de los aditivos con los que la rodean Javier Ambrossi y Javier Calvo. En ocasiones, es la vida misma. Como la de la joven Patricia Aguilar, cuya escalofriante historia de esclava sexual de un gurú en la selva peruana cuenta en el documental 548 días: Captada por una secta (Disney+) o, sin tener siquiera que retrotraernos a ese año de 2017, echar la vista a septiembre pasado, cuando la Audiencia Provincial de Tarragona retiró la custodia de su hijo a una madre enganchada a una secta que tenía su centro de operaciones en México.

La abducción, denominada como posesión coercitiva, llega a anular la voluntad, hasta el punto de convertir a la víctima en un peligro para tu ser más querido. Las sectas representan una realidad compleja en plena mutación 2.0, a la que ahora algunas asociaciones quieren poner coto para que haya una legislación específica en España. "Es imposible cuantificar el número de sectas. Lo que yo he hecho ha sido analizar las que he encontrado, solo las de origen cristiano, y en mi libro recojo la existencia de 99. Pero desde su publicación, hace cuatro meses, ya han aparecido cinco más. Obviamente, no están todas las que son, y si se llega a publicar alguna nueva edición del libro, es seguro que aparecerán más grupos en ella", explica Luis Santamaría del Río, autor de A las afueras de la cruz. Las sectas de origen cristiano en España (BAC).

Eso si es que vuelve a ver la luz, porque este especialista, cofundador de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), reconoce a El Confidencial que está habiendo muchas "maniobras y presiones para retirar el libro de las librerías, porque salen muchos nombres propios y, sobre todo, por las entidades y asociaciones que aparecen, porque es el primer informe en donde salen por escrito". La lista de nada menos que 350 fundadores, líderes y personas significativas en las sectas analizadas, junto con otros 800 nombres de asociaciones, fundaciones, empresas, emisoras, productoras o agrupaciones de entidades que estos grupos utilizan como pantalla o de las que dependen directamente.

"Es imposible cuantificar el número", explica Del Río, profesor de la Universidad de Salamanca

"La importancia de estas sectas en España es innegable. Las cifras cantan", señala. Con la estimación del 1% de la población que hace Del Río, salen 470.000 personas enganchadas en nuestro país. Pero, a veces, las cuentas se le disparan, como en Portugal, adonde acudió para atender la llamada de unas familias que solicitaron su ayuda. "Descubrí que las estimaciones allí son de un 2% de su población metida en sectas… Me quedé muy sorprendido", apunta, achacando esa cifra de 200.000 adeptos portugueses a que el país vecino mantiene aún sólidas raíces religiosas, con el 80% de sus habitantes confesándose católicos.

En España, los miembros de los tres grupos más importantes bajo análisis suman ya algo más de 200.000. Son los Mormones, los Adventistas del Séptimo Día y los Testigos de Jehová. "Pero estos son números son relativos. Yo identifiqué 350 sectas. Pero son cifras conservadoras, el número real podría ser mayor porque de muchas de ellas nos enteramos cuando hay una operación policial o se ponen en contacto con nosotros familiares o exadeptos", apostilla el especialista, que empezó a seguir el rastro de estas organizaciones en 2014. Sus primeras investigaciones le llevaron a identificar a 43 sectas de origen cristiano. En 2021 se habían multiplicado por dos y le salieron 99. Ahora tiene fichadas 105. De ellas, 47 tienen sus raíces en el catolicismo, siendo la más conocida (también tuvo su miniserie en 2020) la de El Palmar de Troya, con unos pocos centenares de seguidores.

Los tres grupos coercitivos más importantes de España suman ya más de 200.000 adeptos

"La mayoría de ellas no llegan a la docena de miembros", reconoce Del Río, que apunta también a una metamorfosis en estos grupos en los últimos veinte años, coincidiendo con el uso masivo de las nuevas tecnologías de la información y el peso de la secularización. Ya no necesitan tener encuentros físicos, de hecho, pueden ser solo cuatro miembros y estar cada uno en un continente. Solo precisan una buena conexión a Internet que les dé visibilidad y unas redes sociales en las que lanzar la caña para pescar en el río revuelto de la incertidumbre o las inseguridades que cada uno lleva en la mochila.

Internet, el nuevo caladero

"Internet es el ámbito de crecimiento y expansión fundamental de las sectas. El caso de Patricia Aguilar es paradigmático, vino a dar la razón de una forma terrible e impactante a lo que veníamos diciendo en los últimos años sobre el auge las sectas 2.0", señala refiriéndose al caso de la joven de Elche que fue captada en la red y, cuando cumplió los 18 años, se fue a Perú sin que supieran nada sus padres, con un grupo minúsculo que no llegaba a la decena de personas. "En realidad era un harén de seguidoras a las que un gurú había convencido de que el fin del mundo estaba próximo y que él sería el salvador, para lo que tendría que procrear con ellas", resume.

Coincidiendo con el cambio de siglo, que trajo consigo un miedo milenarista en no pocos y la floración de sectas salvacionistas, "se pudo observar una evolución importante en el fenómeno sectario en España: dejaron de tener tanta importancia las sectas clásicas, con un contenido y apariencia más religioso, y lo que más ha crecido en este tiempo es todo lo relativo a la New Age, las sectas que proponen una espiritualidad menos institucional (supuestamente) y menos vinculada a las religiones, con lo que se puede decir que la secularización de nuestra sociedad también es una tendencia en el mundo de las sectas. Ahora, este campo se mueve en torno a la búsqueda del bienestar, el crecimiento personal, el autoconocimiento y la meditación, o el coaching, que se presenta como un acompañamiento psicológico o una herramienta para la mejora personal, incluso a veces empresarial. Detrás de muchas de estas iniciativas hay grupos sectarios", asegura Del Río.

Foto: Macarena García, en una imagen de 'La Mesías' (Movistar +)

A esto hay que añadir el apocalíptico tiempo de la pandemia, con un mundo paralizado por un organismo invisible. Y agítese con las teorías conspiranoicas que encontraron en la red un potente caldo de cultivo. El resultado es "un tiempo especialmente propicio para la proliferación de sectas". "Durante la época del coronavirus hemos visto que, si bien con el confinamiento las sectas dejaron de funcionar con sus reuniones habituales, sin embargo fue un impulso para la captación de toda aquella gente que estaba en búsqueda", explica. Y acto seguido profundiza en el efecto que provocó. "Es cierto que para algunas personas que se estaban planteando abandonar el grupo, el confinamiento les vino muy bien, y he visto casos en donde lo lograron, pero en general la pandemia ha servido para que muchas sectas diesen el salto definitivo al mundo virtual y allí se han encontrado con cada vez más gente aislada, sola ante la pantalla de su ordenador o móvil y ofreciéndose para ayudar en las necesidades que plantean los usuarios, que comparten todo sin filtros. Y el resultado es que las ofertas de las sectas se han multiplicado", añade.

Para el también profesor en el Máster de Análisis de la conducta criminal en la Universidad de Salamanca, las sectas en España más peligrosas "son las que no conocemos". Pero de las que maneja en sus ficheros, tiene claro que una de la más nocivas es también de las más grandes. Los Testigos de Jehová. "Es un grupo cuya presencia está tan normalizada en España, pues es una confesión religiosa debidamente legalizada, y con apariencia de normalidad, que tiene a más de cien mil españoles sometidos a un sistema doctrinal fanático y que los hace segregarse del resto del mundo".

Y en cuanto a las víctimas, también tiene claro quiénes son las que se llevan la peor parte. "Los niños son los más vulnerables y los que más sufren el fenómeno sectario, porque, por pequeños que sean, aunque no sean conscientes de lo que se está viviendo en su familia, si los adeptos son sus padres, o uno de ellos, que es lo más común, son los que más acusan los efectos de la secta", señala, asegurando que en España conoce casos de fanatismo religioso similar al que plantea la serie de Los Javis. Pero es remiso a entrar en ello. Con todo, tras un cuarto de siglo de experiencia en este mundo que le ha valido amenazas y denuncias, Del Río, aunque asegura que "no es fácil", afirma que es posible salir de una secta.

Foto: Javier Ambrossi y Javier Calvo, los Javis. (EFE/Fernando Alvarado)

"Cada vez llegan más familias pidiendo orientación, es un goteo diario porque como no hay ningún dispositivo en las administraciones públicas ni en los servicios sociales para afrontar esta cuestión. A los pocos profesionales y asociaciones que nos dedicamos a este fenómeno nos llueven las peticiones de ayuda. Yo hago esa primera orientación para derivar a los profesionales que puedan atender cada caso o, en ocasiones, haciendo la intervención yo mismo". Sí considera que, aunque suele haber un momento en que, "por muy manipulado que esté el adepto, la fase de enamoramiento decae, es fundamental tener alguien fuera esperándole incondicionalmente, como una familia que le sigue queriendo".

En no pocos casos son juguetes rotos, sobre todo los adeptos de segunda generación, los que han nacido ya dentro de una secta. Pero advierte el experto que "el primer gran error para caer en una es creernos inmunes a ellas". En sus redes no solo entran personas con carencias afectivas, con dificultades en las relaciones sociales o sobre todo problemas familiares. "También personas con iniciativa, inteligentes, cultas, con un puesto de trabajo reconocido, con dotes de liderazgo y atracción sobre otros. Y hay momentos especialmente propicios, como cuando estamos pasando una enfermedad o la muerte de un ser querido, una ruptura sentimental, una pérdida de trabajo, tener que emigrar a otro lugar… Todas esas cosas que nos dejan en un estado de mayor debilidad humana, es ideal para la captación", declara.

Luego se anulará la voluntad de la víctima, que "se ve convertida en un esclavo" de ese gurú y ese grupo, su nueva familia. "Incluso hay posibilidades de que se les induzca a cuestiones ilegales e inmorales, obviamente. Aquí en España, y lo recojo en mi libro, el tema de la prostitución ha estado claro en los Niños de Dios. La dinámica de la secta puede conseguir eso porque se impone el pensamiento del líder por encima de la moral, las leyes y cualquier persona", concluye Del Río. En definitiva, una película de terror en el bloque de al lado.

Pasa por ser la serie del año. Y también por haberse inspirado, en buena parte, en un caso real sucedido en España hace unas décadas. No tantas como para que incluso algunas de sus protagonistas verdaderas se hayan sentido directamente reflejadas, pero La Mesías (Movistar) de Los Javis podía haber bebido de la traumática realidad que atraviesan otros miles de familias en España, que han visto cómo una secta les ha arrebatado a un familiar: en concreto cerca de medio millón.

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