Las tretas de la mujer que logró 10.000 pastillas con fentanilo: "Llegó a robar talonarios de recetas"

¿Cómo es posible que una sola persona tenga cientos de recetas de un medicamento cuyo principio activo es el fentanilo? Esa fue la pregunta que hizo caer a una mujer de 38 años que, entre 2019 y 2022, recorrió las consultas de médicos de hasta cuatro provincias del norte de España para hacer acopio de un medicamento, el Actiq 200, que contiene el opioide.

"Estos fármacos están sujetos a un gran control y los sanitarios, al ver que esta mujer disponía de tantas recetas, sospecharon que algo pasaba", exponen fuentes policiales consultadas por El Confidencial, que detallan que la mujer, de nacionalidad paraguaya y 38 años, llegó a falsificar "240 recetas con las que consiguió 343 envases del medicamento, lo que equivale a 10.230 comprimidos".

TE PUEDE INTERESAR

¿Qué es el fentanilo? Para qué se prescribe y qué efectos secundarios tiene

María del Pilar Díaz

Para no levantar sospechas, la mujer frecuentó las consultas de 21 médicos repartidos por cuatro provincias. 14 estaban en Logroño, tres en Pamplona, otras tres en Soria y una en Salamanca, lugares a los que se desplazaba, pese a que podría haber llegado a consumir, como exponen dichas fuentes, hasta 10 pastillas al día: "Les decía que su doctor estaba de vacaciones para conseguir el medicamento".

Su objetivo también era no dejar huella y operó de la misma forma a lo largo de tres años, entre 2019 y 2022, hasta que una llegó una denuncia a la Jefatura Superior de Policía de La Rioja, que ha liderado esta operación. Con ella, una persona del ámbito sanitario alertó a los agentes de que se habían usado de manera indebida sus datos personales para adquirir el medicamento.

Para no levantar sospechas, la mujer frecuentó las consultas de 21 médicos de cuatro provincias: Logroño, Pamplona, Soria y Salamanca

A partir de ahí comenzó una minuciosa investigación que culminó con la detención de la mujer en Navarra, puesto que ella residía en Pamplona. Este era, precisamente, el lugar desde el que emprendía las expediciones a las localidades limítrofes en busca del Actiq 200. Fuentes policiales confirma que la mujer era consumidora, no obstante, y aunque no haya podido probarse que vendiera las pastillas, el elevado volumen de dosis invita a pensar a los investigadores que también es una hipótesis plausible.

Mostraba un informe médico

Para que su versión resultara creíble ante los galenos, la mujer les mostraba un informe médico real en el que se acreditaba que padecía fuertes dolores lumbociáticos. Al margen de engañar a los doctores explicándoles que su médico de cabecera estaba de baja o de vacaciones, la detenida también "llegó a robar un talonario de recetas aprovechando un descuido".

Al margen, la Policía pudo comprobar cómo la detenida realizaba alteraciones en las recetas que ya tenía, "tanto en la fecha de prescripción como en el número de envases y también en la firma del médico". Su objetivo era conseguir a toda costa el fármaco en un modus operandi que evoca a otras latitudes. No obstante, como destacan fuentes policiales, en España el fentanilo no es un problema en estos momentos y comportamientos como el de la mujer detenida son hechos aislados.