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Sánchez traslada al PSOE que seguirá si supera los 100 escaños y niega ofertas del extranjero
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Planes tras las elecciones

Sánchez traslada al PSOE que seguirá si supera los 100 escaños y niega ofertas del extranjero

Si hay una debacle y se crea una gestora tras el 23-J, baraja seguir los pasos de Zapatero y acabar en el Consejo de Estado

Foto: Pedro Sánchez. (Reuters)
Pedro Sánchez. (Reuters)
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A un mes de las elecciones, los ánimos en el PSOE y el PP no se corresponden con la holgada victoria que la mayoría de los sondeos pronostican para Alberto Núñez Feijóo frente a Pedro Sánchez. El presidente ha ido cargándose de optimismo, según su entorno más cercano, a medida que se ha metido en campaña. Ve posible dar la vuelta a los pronósticos e, incluso si no lo logra, cada vez toma más fuerza su intención de aguantar al frente de los socialistas, aunque ganen los populares el 23-J. La cifra con la que Sánchez está dispuesto a medir su resistencia sería superar los 100 diputados en el Congreso.

Las encuestas publicadas este lunes reflejan una subida del bloque de la izquierda. En algunas, Sánchez recorta hasta medio punto en la última semana a Feijóo. Y hay división en cuanto a si el PSOE pasa la barrera de los 100. En su previsión, tiene un 80 por ciento de lograr el "indulto" en las urnas. Al PP las desavenencias con Vox no le sientan bien demoscópicamente. Hay nervios en el partido, donde empieza a instalarse la sensación de que Sánchez puede volver a sumar con la izquierda y los independentistas. Génova ha ordenado a sus barones rebajar al máximo los choques con la formación ultraconservadora para no perjudicar a Feijóo. Evitar que los pactos sean el eje del discurso político. El vicesecretario de Organización, Miguel Tellado, se ha puesto al mando tras las críticas internas de desgobierno en la dirección nacional.

Foto: Observatorio electoral. (EC)

Pese a que hay cierta "euforia" en el presidente al ver que cala en los ciudadanos el debate en torno a la convivencia entre PP y Vox, sabe que hay muchas posibilidades de que le toque gestionar una derrota. El plan que activará está en función de la magnitud de la caída. Sánchez sabe que, si baja de los 100 diputados, los barones presionarán para colocar al frente una gestora inmediatamente. Según ha trasladado a su círculo más cercano, no tiene ninguna oferta inminente en un organismo internacional, como se había difundido. Ante esta incertidumbre, el presidente espera aguantar al frente de los socialistas, al menos hasta las elecciones europeas previstas para dentro de un año.

Felipe González se mantuvo como secretario general y líder de la oposición hasta un año después de ser derrotado en 1996 por José María Aznar. En el Congreso, estuvo como diputado hasta 2002. En el partido, además, recuerdan que Sánchez tiene aún dos años de mandato orgánico. En caso de que la gestora sea inevitable, la primera salida sería emular a otro ex, José Luis Rodríguez Zapatero, para ocupar un puesto en el Consejo de Estado.

Tras la entrevista de Jordi Évole, los que han trabajado durante años percibieron que el mensaje era que estaba dispuesto a quedarse. No ven a Sánchez haciéndose a un lado sin plantar batalla. Ha vuelto al argumento "victimista", señalan desde el socialismo al agitar que la derecha y sus medios afines han promovido una "campaña de odio" contra él. Ya remontó una vez como mártir y está dispuesto a volver a probar suerte.

Foto: Pedro Sánchez en el programa 'Lo de Évole'.

Sánchez considera que tiene "tomada la medida" a Feijóo. De ahí la insistencia en hacer muchos debates. Salvo en su primer cara a cara en el Senado, en el resto el socialista se ha sentido cómodo. En la Moncloa celebran que sus previsiones se vayan cumpliendo por primera vez en meses. Hasta ahora, los escenarios presentados por los fontaneros de la Moncloa han fallado en la estrategia y en los números.

Desde antes del 28-M, los fontaneros presidenciales ponían todas sus esperanzas en que el PP pactase con Vox nuevas coaliciones. El cálculo era que, a partir de ese momento, Feijóo estaría "tocado y hundido". El presidente espera no solo movilizar a su electorado, sino volver a ocupar parte del espacio de centro ante un PP que se sirve de los extremos para arrebatarles el poder. Romper la imagen de "centrista" de Feijóo es el principal reto. Con el Sumar de Yolanda Díaz sin despegar, el PSOE apelará al "voto útil" para frenar a la ultraderecha. Sánchez se ha dado cuenta de que, compitiendo con Podemos, no recuperará al electorado socialdemócrata tradicional.

Los intereses de Sánchez chocan de lleno con los de los barones socialistas. Emiliano García-Page y Javier Lambán están en permanente contacto. La "vieja guardia" espera que el 23-J suponga un punto de inflexión para "recuperar el PSOE". Por el momento, la última palabra la tiene el presidente del Gobierno, que no tiene prisa por dejar de mandar.

A un mes de las elecciones, los ánimos en el PSOE y el PP no se corresponden con la holgada victoria que la mayoría de los sondeos pronostican para Alberto Núñez Feijóo frente a Pedro Sánchez. El presidente ha ido cargándose de optimismo, según su entorno más cercano, a medida que se ha metido en campaña. Ve posible dar la vuelta a los pronósticos e, incluso si no lo logra, cada vez toma más fuerza su intención de aguantar al frente de los socialistas, aunque ganen los populares el 23-J. La cifra con la que Sánchez está dispuesto a medir su resistencia sería superar los 100 diputados en el Congreso.

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