Sánchez exige a Bildu un mensaje de perdón a las víctimas para luego pedir su apoyo al escudo social
El jefe del Ejecutivo dio muestras claras de que seguirá buscando el apoyo de EH Bildu y el resto de formaciones del denominado bloque de investidura para sacar adelante sus medidas
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La polémica por las listas de EH Bildu con 44 exetarras como candidatos sigue protagonizando la campaña del 28-M y la actividad parlamentaria durante los últimos días. Aunque desde EH Bildu han tratado de poner el foco en la política social durante su intervención en la sesión de control al Gobierno para intentar pasar página a este asunto, el debate ha girado en torno a la polémica, y el propio Pedro Sánchez no lo ha eludido. El presidente del Gobierno ha aprovechado la pregunta de la portavoz del EH Bildu en el Congreso para trasladarle que "se han equivocado en la elaboración de las listas del 28-M". La polémica por la inclusión de 44 candidatos condenados por terrorismo, siete de ellos con delitos de sangre que ya han renunciado, fue calificado por Pedro Sánchez como algo que "puede ser legal, pero desde luego no es decente".
El jefe del Ejecutivo, que fue preguntado por la prórroga del escudo social, evitó sortear la polémica que está centrando la campaña electoral en su cara a cara con la portavoz de la izquierda abertzale, Mertxe Aizpurua, para pedirle públicamente "un mensaje más rotundo de reparación, perdón y reconciliación", así como un "homenaje a las víctimas que sufrieron tanto dolor". Si bien ya había agotado su tiempo, antes de entrar al hemiciclo, Aizpurua defendió el cambio de estrategia de su espacio político y su compromiso con las vías pacíficas y democráticas, en referencia a la denominada Declaración del 18 de Octubre. "Todos y cada uno de los candidatos y candidatas de EH Bildu, al igual que todos los cargos de nuestro partido, tenemos un compromiso claro con la paz y la convivencia, y compartimos palabra por palabra la Declaración del 18 de Octubre, la cual yo misma trasladé desde esta misma Cámara, en la cual mostrábamos nuestro pesar a las víctimas de ETA y nos comprometíamos a tratar de mitigarlo. Ese principio es compartido por todas y cada una de las personas que conformamos EH Bildu", afirmó en los pasillos del Congreso.
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Si Sánchez ignoró las preguntas previas de la portavoz del PP, que, al igual que Alberto Núñez Feijóo ayer en el Senado, se centró en los pactos con EH Bildu, el jefe del Ejecutivo dio muestras claras de que seguirá buscando el apoyo de EH Bildu y el resto de formaciones del denominado bloque de investidura para sacar adelante sus medidas. Concretamente, la prórroga del escudo social, con una serie de medidas que vencen el próximo mes de junio. "Espero que podamos contar el apoyo de su grupo y del conjunto de la Cámara", deseo Sánchez sin mover ni un ápice los marcos de su política de pactos durante la legislatura.
Desde la Moncloa siguen defendiendo los acuerdos parlamentarios con EH Bildu y el resto de socios parlamentarios por la negativa del PP a aprobar medidas, dicen, incluso comprometidas con Bruselas, como recientemente la reforma de las pensiones. Un Gobierno de coalición en minoría cuyas, según todas las encuestas, posibilidades de reeditarse tras las elecciones generales dependerán igualmente del apoyo de este bloque en el que está incluido EH Bildu.
La mesa política de EH Bildu respaldaba la renuncia de sus candidatos con delitos de sangre con una declaración en la que se defendía que "el presente ciclo electoral debe servir para crear y afianzar mayorías suficientes para encarar los grandes retos del país y abrir paso a modelos de gobernanza cada vez más democráticos y transformadores". Un mensaje en el que se trata de visualizar el cambio de estrategia de la formación para su normalización en la vida política, para la que es necesaria el concurso de otros sectores, y de ahí que en la mencionada declaración de la dirección del partido se reafirmaba que "voluntad de avanzar hacia el futuro y no generar zozobra en otros sectores que, desde la diversidad e incluso la discrepancia, están dispuestos a recorrer el camino para la construcción de la convivencia democrática mediante el ejercicio de todos los derechos para todas las personas".
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En el Gobierno, sin embargo, y pese a defender los acuerdos parlamentarios con EH Bildu, aseguran que a la formación política de la izquierda abertzale "todavía le quedan muchos pasos que dar". En un momento en el que varios de los barones socialistas han subido la presión para romper los acuerdos parlamentarios con los abertzales, fuentes de la Moncloa trasladaban ayer que la inclusión de exmiembros de ETA en las listas de EH Bildu "es legal, pero es incompatible con su normalización en la vida pública".
El cara a cara de Sánchez con la portavoz del PP, Cuca Gamarra, siguió un idéntico guion al que este martes protagonizó el jefe del Ejecutivo con Alberto Núñez Feijóo. El tono brusco se repitió con Gamarra acusando al jefe del Ejecutivo de "dilapidar la democracia", y el primero respondiéndole que "hacen declaraciones infames que luego no pueden sostener". Un distanciamiento total a las puertas del 28-M que polariza todavía más la campaña y la recta final de la legislatura.
La polémica por las listas de EH Bildu con 44 exetarras como candidatos sigue protagonizando la campaña del 28-M y la actividad parlamentaria durante los últimos días. Aunque desde EH Bildu han tratado de poner el foco en la política social durante su intervención en la sesión de control al Gobierno para intentar pasar página a este asunto, el debate ha girado en torno a la polémica, y el propio Pedro Sánchez no lo ha eludido. El presidente del Gobierno ha aprovechado la pregunta de la portavoz del EH Bildu en el Congreso para trasladarle que "se han equivocado en la elaboración de las listas del 28-M". La polémica por la inclusión de 44 candidatos condenados por terrorismo, siete de ellos con delitos de sangre que ya han renunciado, fue calificado por Pedro Sánchez como algo que "puede ser legal, pero desde luego no es decente".