Feijóo ve la elección de los nuevos ministros como "un premio de consolación"

"Parece un premio de consolación ser ministro en los últimos meses de la legislatura". Así ha reaccionado Alberto Núñez Feijóo al anuncio que este mismo lunes ha protagonizado Pedro Sánchez desde la Moncloa, cuando ha comunicado los dos sustitutos para las dos ministras salientes por su participación en las próximas elecciones autonómicas y municipales, Carolina Darias y Reyes Maroto. El jefe del Ejecutivo ha propuesto para coger el relevo de las carteras de Industria y Sanidad a Héctor Gómez y José Manuel Miñones, respectivamente, unos nombramientos que el líder de la oposición ha saludado, aunque censurando al mismo tiempo que Sánchez carezca de "autoridad" para ahondar en la remodelación gubernamental.

En declaraciones a los medios de comunicación tras participar en un desayuno informativo de Nueva Economía Fórum, Feijóo ha denunciado que Sánchez no haya aprovechado la crisis de Gobierno para cesar a otros dos ministros, refiriéndose a la ministra de Igualdad, Irene Montero, y al titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska. "Es sorprendente que el Gobierno no haya sido capaz de traer un nuevo rumbo a la política y confirme que los ministros y ministras más desgastados permanezcan en él, para llegar al final como puedan", criticaba.

Posteriormente, en una rueda de prensa posterior a la habitual reunión de los lunes de la cúpula del PP en Génova, Borja Sémper ha ampliado el discurso del jefe de los populares apuntando cómo, a su juicio, Sánchez no sólo evita confrontar con Irene Montero, sino que "refuerza su confianza" en la titular de Igualdad. "Da la sensación de que Yolanda Díaz es más atrevida plantando cara a Podemos que Pedro Sánchez", incidía, metiendo el dedo en la llaga de la izquierda por las tensiones internas que ha generado el lanzamiento de Sumar. "Podemos habla ya a título póstumo", reiterba el portavoz de campaña del PP.

Critican que el Gobierno "arrope" a "autócratas"

Alberto Núñez Feijóo ha ejercido este lunes de anfitrión de un acto protagonizado por el líder del PP en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, evento en el que ha tratado de salir del paso de las controvertidas declaraciones que el mandatario popular realizó el pasado sábado, cuando acusó al Ejecutivo de "rendir pleitesía a autócratas", justo cuando Sánchez participaba en la Cumbre Iberoamericana. El Gobierno salió en tromba contra el político gallego por sus palabras, recordó al jefe de la oposición que Felipe VI participa también en el evento y le instó a rectificar. "Es bastante sorprendente la insolvencia y la mala fe de Feijóo", censuró el propio Sánchez.

En este punto, el presidente del PP ha respondido al presidente del Gobierno acusándole de fabricar fake news y de malinterpretar sus declaraciones, puntualizando que se refería a los miembros de Unidas Podemos y a "exdirigentes socialistas", como José Luis Rodríguez Zapatero, cuando denunció que se "arrope" mediante "un contacto permanente y reuniones constantes" a "autócratas iberoamericanos". Feijóo puso como ejemplo a Venezuela o a la relación de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, con Cristina Fernández de Kirchner, y negó que el Partido Popular estuviese en contra de la celebración de la Cumbre Iberoamericana.

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"No es normal que el Gobierno intente decir esas cosas del PP. Deberían disculparse. Es una difamación, y en política no es bueno difamar al adversario", reiteraba durante una breve atención a medios. Feijóo lamentó que Sánchez se dedicase a "hacer oposición a la oposición", una actitud "más propia de regímenes totalitarios" que, a su juicio, "pone en riesgo la propia democracia", y auguró que los ataques del Ejecutivo al Partido Popular se intensificarían durante la campaña. "Irá a peor", zanjaba.

En el mismo sentido se ha expresado Borja Sémper, que ha incidido en la brusquedad con la que, a su juicio, se dirigió el Gobierno a Feijóo el fin de semana a tenor de las citadas declaraciones. "Hemos detectado manifestaciones de miembros de este Ejeuctivo condescendientes a autócratas o a gobernantes globales que tienen la democracia como un amigo invisible", afeaba el dirigente vasco, que trazaba una línea diferencial entre esta afrimación y el "respeto" del PP a la Cumbre Iberoamericana, que "permanece intacto".