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La gran chapuza ferroviaria: los nuevos trenes de Renfe para Cantabria no entran en los túneles
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"ES UNA PELÍCULA DE BERLANGA"

La gran chapuza ferroviaria: los nuevos trenes de Renfe para Cantabria no entran en los túneles

Renfe licitó la construcción de nuevos vagones con datos erróneos de los gálibos. Para remediarlo, se utilizará una técnica que no baraja la normativa española, pero sí la europea

Foto: Uno de los actuales trenes FEVE en Cantabria, que van más despacio que el atleta jamaicano.
Uno de los actuales trenes FEVE en Cantabria, que van más despacio que el atleta jamaicano.

El presidente de Cantabria está enfadadísimo. "Parece una broma del día de los inocentes”, relata Miguel Ángel Revilla a El Confidencial tras conocer el fiasco de Renfe para actualizar los vagones de la red ferroviaria cántabra. Y es que tanto Revilla como su región tenían un sueño que acabó en pesadilla: mejorar sus comunicaciones dentro y fuera de la comunidad. Sus trenes de cercanías y media distancia –antiguos FEVE, los primeros fundados en el 1965– iban a ser por fin sustituidos por infraestructuras de mejor calidad. Pero Renfe cometió un error; se equivocó en la medida de los gálibo y los trenes diseñados no entran por los túneles decimonónicos cántabros. "Me ha llamado la ministra [de Transportes, Raquel Sánchez] y dice que mañana, en un acto de campaña con sus compañeros socialistas, dará explicaciones en Castro-Urdiales de esta chapuza y metedura de pata. Dice que tengo razones para estar cabreado".

Foto: La llegada de los nuevos trenes podría retrasarse tres años más. (EFE/Pedro Puente Hoyos)

Ahora, la puesta en marcha de los nuevos trenes podría retrasarse tres años y todas las partes han deliberado durante meses qué alternativa era la idónea para desencallar el problema. Revilla recurre a un exatleta olímpico para ejemplificar la situación cántabra. Los actuales trenes cántabros circulan a una velocidad inferior al récord de Usain Bolt en los 100 metros lisos. Los últimos datos publicados sobre los FEVE hablan de 38,5km/h; Bolt corrió a 44,72 km/h. El presidente asegura que "la gente se lleva comida y juegos de cartas" a los viajes para entretenerse. "El primer viaje que hice en mi vida fue para ir a estudiar a Bilbao en 1961. Tardé tres horas y cinco minutos. Ahora tarda tres horas y diez".

Según la información consensuada entre la Agencia Española de Seguridad Ferroviaria, Renfe, CAF –empresa constructora– y Adif a la que ha tenido acceso El Confidencial, se barajaron tres opciones para solucionarlo. Ampliar los túneles del siglo XIX, hacer los trenes más pequeños o utilizar un método que no existe en la normativa española, pero sí en la europea; el “método comparativo”. Esta última ha sido la elegida. "¿Método comparativo?" -se pregunta el presidente-, "lo que tendrían que haber comparado es el tamaño del tren y el del agujero del túnel".

Foto: El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla. (EFE/Gorka Estrada)

El secretario general de infraestructuras del Ministerio de Transportes, Xavier Fortes, explica que este método “no es el habitual, pero nos permite construir trenes más grandes que la normativa actual”. Pero poner esto en marcha no es tan fácil. CAF deberá contratar una empresa especializada en esta alternativa, Renfe ofrecerá un tren para realizar trabajos de medición, Adif portará los datos de caracterización de la infraestructura y la Agencia de Seguridad Ferroviaria se encargará de que gestionar todos los trámites para aplicar este modelo. Fortes reconoce que “no es el escenario idóneo que nos hubiese gustado”, pero mantiene con firmeza que los trenes que circularán por la red “serán nuevos, modernos, mejorarán la calidad de vida de los ciudadanos y se ofrecerán con las máximas prestaciones que podamos aportar”.

Pero, ¿qué ocurrió? Básicamente, Renfe patinó. La empresa de transporte ferroviario en España publicó en enero de 2019 el pliego para la adquisición de 31 trenes para renovar la red. Se basaron en la métrica de los gálibos publicados en la Declaración sobre la Red de Adif. Un año y medio más tarde, Renfe adjudicó el contrato a la empresa vasca Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF). Fue esta compañía quien se percató del error y avisó a Renfe de que era posible que los vagones superasen la altura facilitada. La información fue desvelada por 'El Diario Montañés' este jueves, momento en el que se enteraron tanto el presidente de Cantabria como el de Asturias. "Nadie se puso en contacto con nosotros", señala Revilla. "¿Cómo un país con los mejores ingenieros y técnicos en materia de infraestructuras no es capaz de acoplar un tren a un túnel?", se pregunta.

Las partes responsables se reunieron para ver cómo conseguían apagar el fuego. Se confirmó que “la infraestructura actual incumple en numerosos puntos los gálibos GEE10 y GED10 definidos para actuaciones nueva construcción o de acondicionamiento en la Instrucción Ferroviaria de Gálibos (según Orden 1630/2015)”, tal y como señalan en el comunicado. Por el momento toca esperar. Cantabria seguirá soñando con trenes nuevos. "Esto es de tal calibre que parece una película de Berlanga", se lamenta el presidente.

El presidente de Cantabria está enfadadísimo. "Parece una broma del día de los inocentes”, relata Miguel Ángel Revilla a El Confidencial tras conocer el fiasco de Renfe para actualizar los vagones de la red ferroviaria cántabra. Y es que tanto Revilla como su región tenían un sueño que acabó en pesadilla: mejorar sus comunicaciones dentro y fuera de la comunidad. Sus trenes de cercanías y media distancia –antiguos FEVE, los primeros fundados en el 1965– iban a ser por fin sustituidos por infraestructuras de mejor calidad. Pero Renfe cometió un error; se equivocó en la medida de los gálibo y los trenes diseñados no entran por los túneles decimonónicos cántabros. "Me ha llamado la ministra [de Transportes, Raquel Sánchez] y dice que mañana, en un acto de campaña con sus compañeros socialistas, dará explicaciones en Castro-Urdiales de esta chapuza y metedura de pata. Dice que tengo razones para estar cabreado".

Miguel Ángel Revilla