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El Congreso aprueba la ley trans con 188 apoyos y la abstención de Carmen Calvo
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Ley de la polémica en la coalición

El Congreso aprueba la ley trans con 188 apoyos y la abstención de Carmen Calvo

La presidenta de la Comisión de Igualdad ha sido la némesis de la ley tramitada por la Comisión que preside. El PSOE aprovechó el debate para recriminar a Unidas Podemos sus "faltas de respeto"

Foto: Carmen Calvo, este jueves, en el Congreso. (EC)
Carmen Calvo, este jueves, en el Congreso. (EC)

El Congreso ha aprobado este jueves con 188 apoyos la ley trans, una norma que ha generado duras batallas entre los partidos del Gobierno, y que se ha visto opacada por la abstención de la diputada socialista Carmen Calvo. La exvicepresidenta del Gobierno y presidenta de la Comisión de Igualdad ha sido la voz más crítica del Partido Socialista con esta norma, que hoy emprende su andadura hacia el Senado, donde logrará su aprobación definitiva. Incluso entre las filas del PSOE había dudas sobre el sentido del voto de Calvo, si bien anticipaban que no habría "problemas" para la aprobación de la que es una de las leyes estrella del Ministerio de Igualdad.

Al menos después de la derrota sufrida por el PSOE hace 10 días, durante la votación del dictamen de la norma, en la Comisión que preside Calvo, cuando descarrilaron las enmiendas que habían soliviantado a sus socios de Unidas Podemos, y que por momentos hicieron temer por el futuro de la ley. Pese a la contestación a la interna del partido, por el malestar generado por algunos preceptos de la ley, como los que tocan a autodeterminación de género en menores, Calvo ha sido la única en saltarse la disciplina de voto en el PSOE, si bien la norma ha cosechado otras seis abstenciones y ha contado con la oposición frontal de PP, Vox y Ciudadanos. Sara Giménez, portavoz de Cs en la Comisión de Igualdad, también se ha abstenido, si bien su grupo había dado libertad de voto en esta materia.

"Estoy de acuerdo con que exista una ley, pero no esta ley", afirmó Calvo a su salida del hemiciclo. "Asumo las consecuencias de mis actos siempre", apostillaba, preguntada por la posibilidad de que su grupo sancione esta ruptura de la disciplina de voto. Desde la reunión de la Comisión que aprobó en una única sesión de más de tres horas su dictamen, Calvo no había querido desvelar públicamente qué iba a votar. "Hasta este miércoles, los distintos grupos parlamentarios tienen tiempo para presentar enmiendas", afirmó entonces, sugiriendo que aún tenían opciones de evitar este escenario.

Foto: Carmen Calvo, en la Comisión de Igualdad, este lunes. (EFE/Fernando Alvarado)

Lo que se dirimía este jueves, más allá de la aprobación de una ley clave para los electorados de PSOE y Unidas Podemos, era una batalla por la bandera de las políticas de Igualdad. Los pulsos entre Calvo, al frente de Igualdad antes de la formación de la coalición, y la ministra del ramo, Irene Montero, han sido casi una constante durante la etapa de la socialista como número dos del Gobierno. En cualquier caso, el pulso va más allá de Montero y Calvo.

De hecho, en el debate de la ley, el miércoles, el PSOE mandó un par de recados a sus socios de Gobierno, mientras los aliados parlamentarios hacían lo propio contra los socialistas. Desde la tribuna, la diputada Andrea Fernández presumía de que el PSOE ha liderado "todas las conquistas sociales en los últimos 40 años", de que siempre será "el partido de los avances feministas" y hasta de ser el grupo "más importante, numeroso y determinante" en la aprobación de la ley. También recriminó a Podemos sus "presiones" y su "falta de respeto".

Foto: La líder de Ciudadanos en el Congreso, Inés Arrimadas (d), y la portavoz del PP, Cuca Gamarra. (EFE/Kiko Huesca)

Al otro lado del ring, aliados parlamentarios como PNV o Bildu reprocharon al PSOE que frenase la aprobación de nuevas enmiendas que podrían haber enriquecido el texto, o que quisiera hacer cambios de una ley aprobada en Consejo de Ministros para hacerla más "regresiva". Incluso apelaron directamente a una parte del feminismo socialista para negar que la norma promueva el "borrado de mujeres", como abanderan estos sectores. El PP aprovechó para cargar contra la ley, contra Montero, para recordar el fiasco de la ley del sí es sí y hasta para reclamar elecciones para salir de esta "pesadilla política".

El debate, además, se vio salpicado por las palabras de la diputada de Vox Carla Toscano, que acusó a la ministra de Igualdad de promover la corrupción de menores. La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, retiró estas palabras del diario de sesiones a petición del grupo de Montero. Hasta las 15.00 horas de este jueves, poco antes de votar, incluso en el equipo de la ministra se resistían a echar campanas al vuelo. En paralelo, a las puertas de la Cámara Baja, decenas de personas pertrechadas con banderas trans contenían el aliento antes de las votaciones, para después celebrar el resultado. Para ellos, las peleas de sus señorías habían quedado en un segundo plano.

El Congreso ha aprobado este jueves con 188 apoyos la ley trans, una norma que ha generado duras batallas entre los partidos del Gobierno, y que se ha visto opacada por la abstención de la diputada socialista Carmen Calvo. La exvicepresidenta del Gobierno y presidenta de la Comisión de Igualdad ha sido la voz más crítica del Partido Socialista con esta norma, que hoy emprende su andadura hacia el Senado, donde logrará su aprobación definitiva. Incluso entre las filas del PSOE había dudas sobre el sentido del voto de Calvo, si bien anticipaban que no habría "problemas" para la aprobación de la que es una de las leyes estrella del Ministerio de Igualdad.

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