'Arte digital solidario', una iniciativa de El Confidencial y Vottun para los refugiados

Apenas tres semanas después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, anunciara un ataque militar a las fronteras de Ucrania, el conflicto continúa su escalada. Más de dos millones y medio de ucranianos han dejado atrás sus hogares y se han desplazado para refugiarse del conflicto, que ha causado la muerte de más de 400 civiles, según el último balance de la ONU. En las naciones vecinas, ya son muchas las muestras de apoyo y solidaridad para acoger a los que han huido de los ataques. A ellas se suma el compromiso de El Confidencial, junto con la plataforma Vottun y 14 artistas digitales, en la iniciativa ‘Arte digital solidario’, con un objetivo: garantizar la acogida y manutención de los niños ucranianos que han llegado a España de mano de la Fundación Tanu.

Tanu lleva dos décadas trabajando para conectar a las familias españolas con los niños de Nikopol, una ciudad al sur de Kiev, en una de las regiones más empobrecidas del país. Allí abundan orfanatos como los que ahora peligran ante los ataques del Ejército ruso. Y ahora, cuando más los necesitan, estos lazos han servido para actuar contrarreloj, con la evacuación de un centenar de niños ucranianos. La Fundación Tanu busca los recursos necesarios para garantizar el bienestar de estos niños, de sus familias y de quienes se han prestado a la acogida.

Estos son los objetivos que han unido a El Confidencial, Vottun y 14 artistas en ‘Arte digital solidario’, una iniciativa para recaudar fondos que se destinarán íntegramente a esta ONG. A través de un ‘marketplace’ solidario, desde este lunes hasta el 21 de marzo, se podrán realizar aportaciones en forma de ‘puja’ para cada obra cedida por los artistas. Con cada donación, a modo de subasta solidaria, se podrá obtener un certificado NFT exclusivo de las obras cedidas por estos creadores. Entre ellos, se encuentran los artistas Felipao, Javier Arrés, el fotógrafo Ignacio Pereira, la fotógrafa Teresa Ordás o el escritor Javier Moro, entre otros.

Para aportar las donaciones, que se destinarán íntegramente a la ONG, no es necesario manejar el funcionamiento de la tecnología NFT ni de las criptodivisas. En este particular ‘mercado’ solidario, los 'tokens' no fungibles (NFT, por sus siglas en inglés) y el arte digital se materializan en un único propósito, compartido por muchos: proteger una infancia asaltada por la guerra.

El arte digital, volcado en Ucrania

Las donaciones podrán efectuarse desde este lunes en la web de 'Arte digital solidario', y las más cuantiosas pujarán por un NFT de cada obra cedida. Se trata de un 'token' no fungible, completamente original y exclusivo, asociado a un archivo digital. Fotografías, el manuscrito de una novela, adaptaciones de obras físicas… Una vez aportada la donación, si resulta ganadora, el certificado NFT acreditará que se ha adquirido una obra de arte digital exclusiva y auténtica. Además, todos los participantes obtendrán un certificado de donación de la ONG Tanu para su desgravación y un NFT conmemorativo, con un ‘collage’ de las obras que han participado en la iniciativa solidaria impulsada por El Confidencial y Vottun. Por otro lado, el equipo de Vottun aportará la tecnología, el soporte y el asesoramiento necesarios para las donaciones y 'minteo' de las obras, que podrán hacerse en formas de pago ‘online’ ordinario. Todos los fondos recaudados se destinarán a las acciones de la Fundación Tanu y a los niños refugiados de la guerra.

El dibujante granadino Javier Arrés, uno de los pioneros del arte digital en España y ganador del primer premio Work in Paper en la London Arte Biennale 2019, ha participado en la iniciativa con una obra creada para la ocasión. “He extraído una parte de la Catedral de Santa Sofía, en Kiev, y la he combinado con los colores de la bandera ucraniana. Mi obra no suele tener significado político, pero en esta iniciativa he decidido servirme de símbolos culturales con un significado actual por primera vez”, explica Arrés. “Hay que pensar en los perjudicados de verdad, en las personas que tienen sus problemas cotidianos, como todos nosotros, y de repente se les viene un conflicto encima. Si puedo aportar mi granito de arena para ayudar a esos niños con mi creatividad, bienvenido sea. Hay que arrimar el hombro”.

La fotógrafa y periodista Teresa Ordás ha creado, como Arrés, una obra ‘ex profeso’ para este mercado de arte solidario. Y lo ha hecho en la línea de ‘Paisojos’, la serie de fotografías que le abrió las puertas del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. “Paisojos' es el reflejo de los paisajes en el ojo. Como ya fotografié el reflejo de las obras de arte en los ojos de los visitantes del museo, he decidido representar nuestras miradas puestas en Ucrania. En la obra que he donado, se representa el ojo de mi hijo mirando una bandera ucraniana”, relata esta artista. “La imagen de un ojo inundado por los colores de Ucrania guarda un gran simbolismo en este momento”.

Las obras donadas no provienen solo de artistas visuales. Un certificado NFT puede asociarse a cualquier archivo digital y, por tanto, a cualquier obra de arte. No puede reemplazarse, ni sustituirse ni consumirse con su uso. No es una moneda de cambio, sino una forma irrepetible y única de plasmar la propiedad en el mundo digital. Es lo que ocurre con el manuscrito de ‘A flor de piel’, la obra donada por el escritor y ganador del Premio Planeta Javier Moro. “Se trata del manuscrito digitalizado que envié a la editorial. Me parece un objeto único que ha tenido cierta repercusión literaria”, opina. La novela retrata la travesía de la enfermera española Isabel Zendal, que en el siglo XIX cuidó de los niños a bordo del barco que llevó la vacuna de la viruela a Ultramar.

“La historia es simbólica. Tiene que ver con una acción humanitaria histórica, la expedición en el mar de los españoles que llevaron la vacuna de la viruela a América. El conflicto de Ucrania nos involucra a todos, nos toca a todos. Nos conmueve porque es como si nos pasara a nosotros mismos. Es una cuestión de conciencia, y todo lo que pueda aportar a través de mi obra es bienvenido”, explica el escritor.

El fotógrafo Ignacio Pereira, conocido por sus imágenes de puntos urbanos emblemáticos vacíos, ha donado una fotografía de la madrileña Puerta de Alcalá. “Es el apoyo de la ciudad de Madrid, de España, a Ucrania y a su pueblo”, señala. Una de las imágenes de Pereira de la Gran Vía se convirtió en protagonista de una de las campañas de Vox, que manipuló la obra y obvió sus derechos de propiedad intelectual. Por eso, el fotógrafo defiende el certificado NFT como una “iniciativa interesante, que en algún momento tenía que surgir, para proteger los derechos de los artistas digitales”.

[Al final de esta pieza puede consultar la lista completa de creadores y obras donadas]

¿Cómo participar?

Desde este lunes hasta el 21 de marzo, queda abierta la plataforma ‘Arte digital solidario’ para las donaciones por cada obra. No es necesario ser usuario de criptomonedas ni conocer el funcionamiento de la tecnología Blockchain para realizar aportaciones. Los pagos pueden efectuarse en la web mediante tarjeta de crédito, transferencia bancaria y criptomonedas ethereum (ETH) y polygon (MATIC). La cantidad mínima son cinco euros y no hay límite superior. Una vez realizado el pago, mediante la solución tecnológica de Vottun, se abre una cuenta de usuario en esta plataforma de referencia para el uso empresarial de Blockchain en España. Automáticamente, el usuario obtendrá un ‘wallet’ o cartera digital donde recibirá el NFT. Todo el proceso cuenta con la supervisión legal del despacho Roca Junyent.

Tanto si resultan ganadoras o no, las donaciones obtendrán un NFT, un certificado que registra la propiedad de archivos digitales, en este caso obras de arte. La tecnología Blockchain, utilizada también en el mercado de las criptomonedas, garantiza la autoría y propiedad del NFT, haciéndolo casi imposible de piratear. Del mismo modo que una obra física, la obra digital puede ser coleccionada o vendida a través de este NFT. Se trata de obras de artistas digitales que pueden ser compradas y vendidas posteriormente por coleccionistas de todo el mundo.

Con esta iniciativa, El Confidencial se suma a la ola de solidaridad con el pueblo ucraniano para favorecer la protección de la infancia que, desde hace décadas, la Fundación Tanu defiende en Nikopol. Una iniciativa que cuenta con el respaldo y el impulso de Vottun, la empresa referente en soluciones de Blockchain para empresas en España. Descrita como "el Wordpress para Blockchain", los servicios de Vottun hacen posibles las donaciones, la emisión de NFT y el respaldo tecnológico para este mercado de arte digital solidario. Ni los artistas ni ninguna de las empresas promotoras recibirán ninguna remuneración. Todo el dinero recaudado por esta iniciativa se destinará a la Fundación Tanu.

Artistas y obras donadas

Javier Arrés (artista digital). ‘Ucrania’.

Javier Moro (escritor). Manuscrito con correcciones del autor de la novela ‘A prueba de fuego’.

Teresa Ordás (fotógrafa). ‘Ucrania en la mirada’.

Ignacio Pereira (fotógrafo). ‘Edu llegando a casa’.

Cuco de Frutos (artista digital). ‘Velero NFT’.

Ángel López Soto (fotógrafo). ‘Gran Vía’.

Bit Error (artista digital). ‘Peace, Brothers & Sisters!’.

María Emegé (artista digital). ‘НІ ВІЙНІ’.

Felipao (artista digital). ‘Paz en Ucrania’.

Gala Mirissa (artista digital). ‘We want peace in Ukraine’.

Jorge Arévalo (artista digital). ‘Azul’.

Sergi Reboredo (fotógrafo). ‘Volverá a salir el sol’.

Daniel Duart (fotógrafo). ‘Ciudades desde un taxi’.

Ernst Blaad (artista digital). Dos obras: ‘F*ck Putin’ y ‘Go and FYS’.