Un homenaje a Carme Chacón: la que quiso gobernar y no pudo

Querían los convocantes que lo de hoy no fuera otra presentación de otro libro. Y no lo fue. Fue un homenaje a una mujer que el domingo cumpliría 51 años y que se llama Carme Chacón. “Una persona de encuentro”, dijo de ella Luis Arroyo, presidente del Ateneo de Madrid, antes de dar paso a las tres personas que conversaron sobre la exministra de las carteras de Vivienda y Defensa. Joana Bonet, autora del libro ‘Chacón, la mujer que pudo gobernar’ (Península), el periodista Iñaki Gabilondo y el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.

Hubo muchos aplausos y también lágrimas. Y fue un acto precioso.

Lo de que Chacón era una persona de encuentro quedó demostrado por la cantidad de gente que acudió. Estaban los anónimos y también muchos de los que trabajaron con ella. Exministros como Juan Fernando López Aguilar, José Blanco, María Teresa Fernández de la Vega, Leire Pajín y Jordi Sevilla. Ministros del actual gobierno Miquel Iceta, Raquel Sánchez e Irene Montero. La delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González; la delegada del Gobierno de la Generalitat en Madrid, Ester Capella. Y en la antepenúltima fila, en un discretísimo plano y alejado de las negritas, el ex jefe del JEMAD y secretario general de Podemos en Madrid José Julio Rodríguez.

“No os encariñéis con ella”, cuenta que le dijeron los médicos a su madre, presente en la primera fila, que recordó lo mucho que exigió a Carme

El salón de actos del Ateneo de Madrid respiraba hoy una mezcla de solemnidad y abrigo. Con esas paredes imponentes y esos asientos en los que no cabía un alfiler. Y se dijeron muchas cosas. De la homenajeada sobre todo. La autora, que era amiga de Chacón, definió el libro como el resultado de un pacto de lealtad con una mujer de clase obrera que “nunca se sintió oprimida”, que utilizó “el dolor de la familia como elemento transformador” y que nació con una cardiopatía congénita que acabó con su vida con solo 46 años.

“No os encariñéis con ella”, cuenta que le dijeron los médicos a su madre, presente en la primera fila, que recordó lo mucho que exigió a Carme. “Me obsesionaba que fuera autónoma en todo por si yo faltaba o faltaba su padre”, narró. Levantaba a sus hijas a las seis de la mañana para limpiar la casa.

“De la cardiopatía me enteré cuando la nombré ministra de Defensa. Hablaba con la sonrisa y te quería con la mirada”, recordó Rodríguez Zapatero, que administró silencios y recibió muchos aplausos de los presentes. “Carme tenía la mejor visión de una España posible”, afirmó el que además de amigo fue su jefe. Porque a Chacón la llamaron de casi todo menos por su nombre. La niña de Montilla, la niña de Barroso y la de Zapatero. El expresidente recordó un artículo del diario El País, titulado “Chacón y compañía”, que calificó como vergonzoso. Otros artículos escritos por “personas tristes” en otros muchos medios le parecieron directamente “vomitivos”.

Ese viaje a Afganistán embarazada de siete meses. La felicidad que sintió cuando ETA anunció que dejaba las armas

Zapatero tiene mucho de cursi, pero también hace frases que una no se imagina jamás en la boca de Pedro Sánchez. Por ejemplo, que “el feminismo es de las cosas más felices que le pueden pasar a un hombre”. Y Chacón, recordaron los tres encargados del homenaje, lo era. Sin hacer aspavientos y con mando en plaza. Como aquella vez que pasó revista a las tropas. Ese “Capitán, mande firmes. Y ahora digan conmigo: ¡Viva España! ¡Viva el Rey!” repetido hasta la saciedad y que tanto gustaba a la periodista Julia Otero. Ese viaje a Afganistán embarazada de siete meses. La felicidad que sintió cuando ETA anunció que dejaba las armas. “Es el día que más feliz la he visto de los que estuvo conmigo”, aseguró el expresidente.

Pero vinieron las sombras. Ese 38º Congreso del PSOE al que se presentó decidida aunque le dijeron que no era su hora. La derrota por solo 22 votos. La relación “interesante”, según Iñaki Gabilondo, que mantuvo con su compañero y rival Alfredo Pérez Rubalcaba. Bonet dio a entender que más que interesante fue interesada por parte de él. “Pero ya se ha escrito mucho y se ha elogiado mucho a Rubalcaba. Hoy estamos aquí por Carme”, aclaró.

Y tras esa derrota llegó Miami, la ciudad a la que se mudó para dar clases y donde tenía pensado crear una escuela de líderes latinoamericanos para personas con pocos recursos. “El corazón le aguantó los momentos más duros y precisamente en esa etapa tan placentera fue cuando le falló”, dijo Gabilondo, que recordó como el torero Antonio Bienvenida mató un millar de toros y lo acabó matando una vaquilla. Fue una época en Florida, recordó Bonet, en la que Chacón ya no estaba tan pendiente del móvil y aparcó la sensación de tener que salir corriendo. “Se pudo sentar”, dijo.

Y tuvo tiempo para contarle a su hijo su enfermedad. Miquel, “Miquelete”, presente hoy en ese homenaje. Un adolescente de 13 años que posó al final en la foto de familia con la misma sonrisa de su madre. La que el domingo habría cumplido 51 años.