Ángel Gabilondo, un filósofo para defender al pueblo

Ángel Gabilondo (San Sebastián, 1949) será el nuevo defensor del pueblo. Hombre de consenso y discreto, el catedrático de Metafísica vuelve a primera línea después de las elecciones madrileñas del pasado 4 de mayo. Entonces, el PSOE cosechó sus peores resultados tras una campaña en la que Moncloa no dejó hacer a su candidato, obligándole a bajar al barro. Su nombramiento, acordado por el PSOE y el PP en el pacto cerrado para la renovación de los órganos constitucionales, supone, por la parte socialista un reconocimiento a los servicios prestados y una forma de rehabilitarle. El PP, por su parte, nunca ha puesto ningún reparo al nombre del también exministro de Educación.

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Pilar Gómez

Tras los comicios de la pasada primavera, Gabilondo se vio obligado a protagonizar una amarga salida por la puerta de atrás. Moncloa dirigió una campaña que supuso una auténtica debacle para los socialistas. El PSOE pasó de 37 a 24 escaños tras perder 275.000 votos. Además, la formación vio como por primera vez en la historia de la Comunidad de Madrid pasaba a ocupar el tercer puesto en representación, por detrás del PP y Más Madrid. Gabilondo, que sufrió una arritmia tan sólo 48 horas después de los comicios, renunció a su acta y desde entonces muchas voces clamaron para que Pedro Sánchez buscase la forma de reconocer al filósofo todo lo hecho por el partido.

Gabilondo sustituirá a Francisco Fernández Marugán, que lleva en el cargo en funciones desde 2017, cuando sucedió a Soledad Becerril por tiempo indefinido de acuerdo con el artículo 5.4 de la Ley Orgánica del Defensor del Pueblo. “Yo quiero ser presidente de la Comunidad de Madrid. Ahora, también digo, si la vida me presenta otro desafío, condiciones: tiene que ser en el servicio público y tiene que ser con dimensión social. A estas alturas de la vida, es lo único que sé hacer y lo único que me interesa”, señaló en una entrevista en RNE, el pasado mes de abril, durante la campaña electoral. Una declaración de intenciones que encaja a la perfección con el puesto que ahora ostentará.

Gabilondo, hombre tímido y mesurado, es Doctor en Filosofía y Letras, y aunque iba para fraile, a los 30 años perdió la fe e inició entonces una carrera ligada al ámbito universitario. En 2002 fue nombrado rector de la Autónoma de Madrid, distinguiéndose entonces como una de las voces más activas contra la Ley Orgánica de Universidades que impulsó el segundo Gobierno de José María Aznar. No tiene carné socialista, pero en 2009 decidió aceptar el reto que José Luis Rodríguez Zapatero puso encima de su mesa; el Ministerio de Educación. Durante esa etapa, el nuevo defensor del pueblo estuvo a punto de conseguir cerrar un pacto educativo con el PP. Hubiese sido un hito casi histórico que finalmente no se materializó. Amante del fútbol y de su Real Sociedad, está casado y tiene dos hijos.