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La última desgracia de Ábalos: el AVE llega a la España vacía (sin rotonda y sin él)
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La última desgracia de Ábalos: el AVE llega a la España vacía (sin rotonda y sin él)

La nueva ministra de Transportes inaugura la estación de Otero de Sanabria tras “meses muy complejos” de una obra que salpicó al todopoderoso exministro caído en desgracia

Foto: La nueva ministra de Transportes en la inauguración de la estación de AVE de Sanabria. (EFE)
La nueva ministra de Transportes en la inauguración de la estación de AVE de Sanabria. (EFE)

Una ardilla podría atravesar España saltando de rotonda en rotonda; ya es mala suerte, por tanto, que a un ministro de Fomento se le atasque la construcción de una rotonda.

Este jueves se inauguró la estación de AVE de Otero de Sanabria (segunda estación del AVE de Zamora), que llevaba ‘lista’ desde hace más de un año, pero acumulaba retrasos por distintos motivos. Faltaba la rotonda de acceso desde la nacional 525 (por un embrollo incomprensible con la concesionaria). Faltaba también cuadrar la agenda del ministro de Fomento, José Luis Ábalos, para poner fecha a la inauguración.

Ni está ni se le espera

Pero cómo todo es posible en la España de los milagros, la estación de Otero de Sanabria se ha inaugurado al fin... sin rotonda y sin Ábalos... Vamos por partes.

1) A falta de ministro defenestrado (Ábalos), apareció ministra reluciente (Raquel Sánchez, de Movilidad, Transportes y Agenda Urbana): "Hemos puesto todo nuestro empeño para estar hoy aquí tras unos meses muy complejos", dijo Sánchez, que se estrenó como les gusta a los ministros de obras públicas: cortando cinta (los "meses complejos' se los chupó todos Ábalos). Así es la vida en el Olimpo.

2) ¿Y a falta de rotonda? Una ñapa de acceso (un camino asfaltado tomado de una calle del pueblo) que tiene a los vecinos de los nervios, pues si bien se alegran de que el AVE haya llegado por fin al pueblo, preferirían no tener que hacer una yincana cada vez que acceden al tren bala español.

Si bien los vecinos se alegran de que el AVE haya llegado al pueblo, preferirían no tener que hacer una yincana cada vez que acceden al tren bala

De hecho, ahora que vienen las Olimpiadas, y que las posibilidades de medallas patrias son escasas, es una lástima que las Inauguraciones Absurdas no sean deporte olímpico, pues España es potencia mundial: no todos los países pueden presumir de haber inaugurado un dispensador de gel en el metro (Garrido y Aguado), una estación de metro (con 1000 días de retraso) y que los ascensores no funcionen (Ayuso en Gran Vía), un aeropuerto sin aviones (Fabra en Castellón) o inaugurar varias veces lo mismo, pues Ábalos ya inauguró este mismo tramo de AVE el año pasado, en un extraño viaje propagandístico con Yolanda Díaz (¿Yolanda Díaz? Sí, es un tramo del AVE Madrid/Galicia).

Extraño viaje porque la estación de Sanabria aún no estaba abierta, y si bien los ministros cubrieron el trayecto en tren, los pasajeros a Sanabria seguían prolongando su viaje en AVE hasta la provincia de Ourense, dónde un autobús los trasladaba luego hasta Sanabria, desandando 50 kilómetros, pues el AVE había pasado antes de largo por la estación cerrada de tren... Inauguraciones, el musical.

Inauguración preventiva que Ábalos debía haber culminado este jueves, pero si bien es raro que a un ministro de Fomento español se le resista una rotonda, más inesperada aún ha sido la defenestración de Ábalos como ministro todopoderoso y secretario de organización del PSOE. El mismo Ábalos al que Sánchez consultó la remodelación de Gobierno. El mismo Ábalos al que un sector de la prensa castiza dijo que iba para arriba... cinco minutos antes de que su cabeza rodará salvajemente por las escalinatas de Moncloa... y llegara ahora dando tumbos a una estación de AVE de la España vacía...

No sabemos por qué Ábalos cayó en desgracia, no sabemos por qué la rotonda de acceso no se ha construido aún, no sabemos muchas cosas importantes que nos atañen en la vida, pero el AVE ha llegado a Otero de Sanabria, con yincana incluida, y la vida continua en la España vacía (con traqueteo ferroviario de fondo).

Una ardilla podría atravesar España saltando de rotonda en rotonda; ya es mala suerte, por tanto, que a un ministro de Fomento se le atasque la construcción de una rotonda.