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Los megabrotes ya no son lo que eran y el de Mallorca marca el inicio de la pospandemia
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INCIDENCIA PERO NO MORTALIDAD

Los megabrotes ya no son lo que eran y el de Mallorca marca el inicio de la pospandemia

Hace un año, un repentino brote de cientos de casos como el de Mallorca habría sido catastrófico para el sistema, dejando varias docenas de hospitalizados y fallecidos. Hoy no

Foto: Estudiantes aislados en el hotel de Palma de Mallorca. (Reuters)
Estudiantes aislados en el hotel de Palma de Mallorca. (Reuters)
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Dos postales para resumir la historia de la pandemia en España. Las imágenes de los jóvenes encerrados en el hotel Palma Bellver nos retrotraen a febrero de 2020, cuando el positivo de un médico italiano que hacía turismo al sur de Tenerife obligó a las autoridades a meter en cuarentena a 890 personas en el hotel H10 Costa Adeje Palace. Aquellos turistas fueron los primeros confinados del país y estos jóvenes, que se contagiaron en una excursión de fin de curso, han sido (de momento) los últimos.

A principios de 2020, fuera de las paredes de aquel hotel tinerfeño circulaba un coronavirus desconocido, pero con capacidad de enviar a la tumba a dos de cada 10 contagiados de más de 70 años. Hoy, la vacunación de la población más vulnerable ha hecho que el argumento sea muy diferente. Entre aquellas personas susceptibles a contraer el virus con más facilidad, los adolescentes y veinteañeros, la tasa de letalidad en España durante el último año se sitúa en el 0,05% o, dicho de otra manera, de los 1.167 positivos confirmados en el megabrote mallorquín, el número de personas que fallecerían es (0,58) cercano a cero.

Foto: Adolescentes confinados en los balcones del hotel Palma Bellver. (D.B.)

Es una cifra incluso más baja de las que habríamos contado si este brote se hubiese producido hace justo un año. Entonces la mortalidad por covid-19 entre personas de 10 a 20 años estaba en el 0,41%, por lo que podrían haberse contabilizado entre cuatro y cinco muertes de un brote de esta magnitud. Todo ello sin contar que todos estos positivos habrían acabado contagiando a sus padres o abuelos provocando subsiguientes oleadas de hospitalizaciones y muertes. Así, en definitiva, es como empezó la segunda ola.

Este lunes, Fernando Simón quiso contextualizar el suceso de Mallorca y sus consecuencias: "Algunos hospitalizarán y es posible que alguno fallezca", dijo el director del CCAES en su comparecencia. "Numéricamente serán muy poquitos, pero la posibilidad está ahí". Pese a ser el mayor brote registrado en España desde que comenzó la pandemia, actualmente apenas hay una decena de personas ingresadas y un estudiante ilicitano de 18 años en la UCI.

La pandemia de los <30

El foco de la pandemia se está posando actualmente en la llamada variante delta, cuyas principales características son que se transmite más y provoca menos víctimas, ¿pero son características de la propia variante o solo un reflejo del estrato de edad al que afecta?

Desde el verano pasado, los jóvenes tienen la incidencia acumulada más alta. Tiene sentido: son el grupo que registra mayor movilidad y el que provoca más contactos por positivo. Desde esta primavera, la diferencia con los grupos de mayor edad se ha agrandado debido a la vacunación. Ahora, mientras la incidencia entre los mayores de 60 años está por debajo de los 50 casos por cada 100.000 habitantes, en el grupo de 10 a 29 años está por encima de los 200, tras el repunte de los últimos días.

¿Cómo de probable es que muera una persona joven por covid-19? Desde el 11 de mayo de 2020 —antes de esa fecha, la notificación era bastante deficiente y los datos de letalidad conllevan a error— el 0,003 de los contagiados en el grupo de edad de 10-19 ha fallecido. Tres por cada 100.000 casos. En el grupo de edad de 20-29 años, la letalidad ha sido del 0,013, 13 muertes por cada 100.000 casos.

La incidencia en mayores de 60 es de menos de 50, entre jóvenes supera los 200 casos

Según el último informe del Instituto de Salud Carlos III con datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE), en el último año ha habido 904.397 casos entre personas de 0 a 29 años, de los que 9.601 (un 1,06%) han acabado hospitalizados y 502 han fallecido. Por tanto, la mayor preocupación del megabrote de Mallorca no es tanto la vida de esos jóvenes, sino la de los mayores no vacunados —o insuficientemente vacunados— a los que puedan contagiar.

Incluso así, la ventana de oportunidad para que el virus acceda a esta gente se va estrechando día tras día. En la primera semana de julio debería acelerarse la completación de la pauta con AstraZeneca de miles de personas de entre 60 a 69 años, el principal punto negro en la campaña de vacunación nacional.

Dos postales para resumir la historia de la pandemia en España. Las imágenes de los jóvenes encerrados en el hotel Palma Bellver nos retrotraen a febrero de 2020, cuando el positivo de un médico italiano que hacía turismo al sur de Tenerife obligó a las autoridades a meter en cuarentena a 890 personas en el hotel H10 Costa Adeje Palace. Aquellos turistas fueron los primeros confinados del país y estos jóvenes, que se contagiaron en una excursión de fin de curso, han sido (de momento) los últimos.

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