Adiós a las mascarillas
"No iba a desaprovechar Pedro Sánchez la oportunidad de atribuirse la decisión de quitarnos la mascarilla. Es él quien nos vacuna, nos abarata la luz y quien nos libera de la mordaza"
"No iba a desaprovechar Pedro Sánchez la oportunidad de atribuirse él mismo la decisión de despojarnos de la mascarilla. Ni iba a renunciar a su procedimiento favorito de ejecución política: el real decreto. Es Sánchez quien nos vacuna, quien nos abarata la luz y quien ahora nos libera de la mordaza, so pena que respetemos un metro y medio de distancia en exteriores.
Procede y conviene celebrar la noticia. La mascarilla es la expresión iconográfica de la pandemia. El uniforme que nos hemos puesto para organizarle al coronavirus la frontera más inmediata, más desesperada y evidente. No solo era un límite sanitario, sino un recurso psicológico y hasta supersticioso con el que hemos coexistido más de un año."
"No iba a desaprovechar Pedro Sánchez la oportunidad de atribuirse él mismo la decisión de despojarnos de la mascarilla. Ni iba a renunciar a su procedimiento favorito de ejecución política: el real decreto. Es Sánchez quien nos vacuna, quien nos abarata la luz y quien ahora nos libera de la mordaza, so pena que respetemos un metro y medio de distancia en exteriores.
Procede y conviene celebrar la noticia. La mascarilla es la expresión iconográfica de la pandemia. El uniforme que nos hemos puesto para organizarle al coronavirus la frontera más inmediata, más desesperada y evidente. No solo era un límite sanitario, sino un recurso psicológico y hasta supersticioso con el que hemos coexistido más de un año."