Efecto pandemia en los grados universitarios: sanidad y deporte, los más solicitados

Nadia Arranz supo que quería dedicarse a la medicina seccionando el corazón de un animal en el instituto. No le dio la nota a la primera y se metió a un grado superior de higiene bucodental, donde se dio cuenta de que, efectivamente, ser doctora —y en especial, cirujana— era lo que más le atraía. En junio del año pasado, echó la preinscripción para estudiar Medicina por fin, al igual que 64.163 personas más en toda España. Es un 46% más que en el año anterior, la cifra más alta desde que hay datos. “No sé si el covid ha influido, porque es una profesión muy vocacional, pero es cierto que está aumentando mucho y el año pasado la nota de corte fue de 13 y medio [sobre 14], la más alta que ha habido nunca”, explica esta alumna de primer año de la Universidad Autónoma de Barcelona.

El interés por las carreras relacionadas con la sanidad experimentó un gran incremento en el curso pasado, según los datos de preinscripciones a titulaciones de grado publicados por el Ministerio de Educación recientemente. No solo en Medicina, también en Enfermería y otros grados relacionados con la atención a pacientes ha crecido el interés un 32% de un curso para otro: de 28.500 a algo más de 37.700.

En el total de carreras, el crecimiento es del 15,6%, con 450.650 preinscripciones (otros años no pasaban del 2%). Las únicas que levantan menos interés que el curso anterior son las relacionadas con el turismo y la hostelería (-9%) y las de periodismo e información (-1%).

Pero aunque en números absolutos la que más crece es Medicina, porcentualmente son las relacionadas con el deporte las que más aumentan de un curso a otro (un 54%, hasta las 11.767 solicitudes), ejemplo también del creciente interés por la salud que está viviendo la sociedad a raíz de la crisis sanitaria. “Con la pandemia, hemos reconfigurado nuestras prioridades, y una de las que han primado es la salud. Lo primero que hicimos al salir del confinamiento fue ir a correr, y tanto las instituciones como culturalmente se le está dando cada vez más importancia”, explica Jesús Pérez, gerente de Coplef (Colegio Oficial de Licenciados de la EF y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Comunidad de Madrid). “Movernos y hacer ejercicio físico es algo que todos nos hemos dado cuenta de que es esencial. Tanto como lo fue ir al médico, al juez o a clase, porque también el entrenamiento físico fue considerado al final actividad esencial”.

"Con la pandemia, hemos reconfigurado nuestras prioridades, y una de ellas es la salud"

Según datos de la American College Sport Medicine, en este último año se han disparado dos tendencias deportivas, ambas relacionadas con la crisis del covid: la actividad física al aire libre y el entrenamiento 'online'. Además, a raíz de la demanda de profesionales, se va convirtiendo en una práctica cada vez más regulada. “Ese es el segundo motivo por el que creo que está creciendo. En los últimos cinco años, ha habido un 'boom' de regulaciones a nivel autonómico de la figura del entrenador profesional, y eso da seguridad a los estudiantes, que tenga garantías”, añade.

Nueve comunidades autónomas tienen una regulación aprobada, y se está planteando elevarlas a una ley a nivel estatal para unificar qué es ser entrenador personal. “Además, en los últimos años han crecido mucho las facultades, ya son casi 50 en toda España en las que se pueden estudiar estas carreras”, añade Pérez.

Según los datos del Sistema Integrado de Información Universitaria, ese creciente interés ha ido aparejado de un aumento de un 12% de la oferta de plazas públicas desde 2015 para los grados deportivos. Pero no siempre la demanda por estudiar una carrera va ligada a la oferta de plazas en las universidades públicas. En el caso de Medicina, solo ha subido un 2,5% desde la misma fecha, un 3,3% para las relacionadas con enfermería. Son las facultades privadas las que están absorbiendo el incremento que están teniendo las carreras de sanidad, que sí están aumentando su capacidad.

“En la última década, se han abierto 46 nuevas facultades de Medicina. Somos el segundo país del mundo con más facultades, por detrás de Corea del Sur. Son muchas, y supone un problema: que el MIR está acotado a una serie de plazas. Y esas no suben. En las últimas convocatorias, ha habido el doble de gente que de plazas ofertadas”, explica Sheila Justo, presidenta del sector MIR y médicos jóvenes de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts).

"Trabajo no falta, pero sí que seamos nosotros los que nos beneficiemos de ello"

Para poder trabajar en la Seguridad Social, es obligatorio hacer la especialización MIR en un hospital. Si no, las opciones se reducen a la medicina privada, oposiciones al Estado, al ejército o, la más habitual: irse al extranjero. “Casi semanalmente nos piden médicos para hospitales de Francia, Irlanda y Alemania. Trabajo no falta, pero sí que seamos nosotros los que nos beneficiemos de ello”, explica Justo, quien considera que el salto de las inscripciones en el último año también está influenciado por la irrupción del covid.

"Al final, un alumno cuando decide qué estudiar está muy influenciado por lo que vive, y llevamos un año en que se ha hablado mucho de la importancia de los sanitarios. Pero también informándonos sobre temas como las diferencias entre las vacunas, el funcionamiento de un virus o la incidencia acumulada… Eso genera interés y es normal que se note también en qué camino decides tomar".