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¿Pueden vacunarse las lactantes? Sí, aunque no siempre las están dejando
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DISPARIDAD ENTRE LAS CCAA Y CENTROS

¿Pueden vacunarse las lactantes? Sí, aunque no siempre las están dejando

Cada comunidad autónoma, e incluso cada centro, está aplicando protocolos distintos para vacunar o no a las sanitarias que están ahora mismo dando el pecho

Foto: Una sanitaria es vacunada en Mallorca. (EFE)
Una sanitaria es vacunada en Mallorca. (EFE)

Como el resto de sus compañeros de hospital, Beatriz Martínez fue hace unos días a ponerse, por fin, la primera dosis de la vacuna para protegerse del covid-19. Tras meses trabajando en un centro hospitalario como psiquiatra infantil, expuesta a pacientes y posibles contagios, pensó que la inmunidad para trabajar más tranquila estaba cada vez más cerca.

“Pero, cuando llegué, me dieron un documento de consentimiento donde decía que no se les suministra a embarazadas, a menores de 16 años ni a lactantes. Y, claro, yo estaba dando el pecho”, cuenta al teléfono.

No quería firmar algo que no fuese verdad y habló con el departamento de Salud Laboral de su hospital: “Me dijeron si iba a arriesgarme a darle una sustancia desconocida a mi bebé y, además, que como tenía ya 16 meses, lo podía dejar. Me sentí juzgada porque obviamente yo ya había pensado en todo eso”.

"Me dijeron si me iba a arriesgar a darle una sustancia desconocida a mi bebé"

Tras contar su caso en Twitter, colegas de todas partes de España le escribieron con historias similares. También otras, incluso de la misma comunidad (Madrid), asegurando que se habían puesto la vacuna sin ningún problema. Es el ejemplo de la confusión y heterogeneidad de criterios, incluso dentro de una misma comunidad, con este colectivo. De hecho, ni siquiera todos los centros están haciendo firmar ese consentimiento, como es el caso del Gregorio Marañón, también en la capital.

“Parte de la confusión viene de que la vacuna de Pfizer, en su primer ficha técnica en Reino Unido, explicitó que no se pusiese a mujeres lactantes. Y esto se trasladó a las primeras fichas técnicas de algunas comunidades, como Cataluña”, explica Fernando Moraga-Llop, vicepresidente de la Asociación de Vacunología. “Pero en las siguientes revisiones de Pfizer dejó de aparecer y ahora mismo no hay nada que lo contraindique”.

En los ensayos clínicos de una vacuna, los menores de 16 años, las embarazadas y las mujeres lactantes son normalmente colectivos excluidos o los últimos en probarse. Pero eso, afirma el experto, no supone una contraindicación, sino un aviso de la falta de evidencia que puede haber con esa vacuna en concreto. “Hay que tener en cuenta que son muchas ya las vacunas existentes y la experiencia con ellas se puede extrapolar a la de Pfizer y Moderna porque son similares. Hasta la fecha, la única que sí está contraindicada para embarazadas y lactantes es la de la fiebre amarilla, porque esta sí lleva una parte atenuada del virus”, añade Moraga-Llop.

"Son muchas ya las vacunas existentes y la experiencia con ellas se puede extrapolar"

A pesar de las cautelas de algunas consejerías y direcciones de centros sanitarios, tanto el Ministerio de Sanidad como el Comité Asesor de Vacunas o la Agencia Española del Medicamento aseguran que hasta la fecha “no se dispone de evidencias” de que algún incipiente de la vacuna pueda transferirse a través de la leche al bebé. “A pesar de que no se dispone de estudios en la lactancia, no se espera ningún riesgo”, incide la AEMPS.

Además, aclara que la decisión del empleo de la vacuna en mujeres embarazadas o durante la lactancia materna “debería hacerse con la valoración de un profesional sanitario para evaluar individualmente los beneficios y riesgos según cada caso”.

También la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España (FACME) asegura que la administración de vacunas a una mujer que está amamantando “no constituye ningún riesgo para ella misma, la lactancia ni para el bebé”. Es más, recoge que “los anticuerpos maternos producto de la vacunación” pueden contribuir a la protección del lactante.

Sin embargo, esta unificación de criterio en las sociedades médicas y científicas no se traslada a las autoridades sanitarias de cada región y los protocolos en esta cuestión varían de una comunidad a otra, generando una gran heterogeneidad en el acceso a las dosis según dónde vivan las sanitarias lactantes.

Sobre el papel, tanto el ministerio como Andalucía, Asturias o Comunidad Valenciana amparan la vacunación en estos casos si las madres son de riesgo (alta exposición o posibilidad de complicaciones por otras patologías). Otras como Madrid y Navarra no lo recogen específicamente en sus protocolos, lo que deja a criterio de cada centro esta decisión. En el caso de Cataluña, ahora mismo no lo permite, aunque ha cambiado de criterio varias veces.

Pero, incluso en aquellas comunidades donde sí está permitida la vacunación a las madres que están dando el pecho, hay problemas. “Yo estoy de baja por maternidad, pero me llamó mi coordinadora para preguntarme si quería vacunarme. Le contesté que sí, pero al día siguiente me dijo que no podía hacerlo porque el protocolo no lo permitía. Le mandé varios enlaces de organizaciones médicas donde explicaban que no está contraindicado y me dijo que tenía razón, pero que no podía hacer nada”, cuenta una médica de familia de la Comunidad Valenciana, donde en principio sí está contemplada la vacunación a lactantes.

“Hay que tener en cuenta que hasta ahora a las madres que estaban dando el pecho y tenían el covid se les ha recomendado que siguiesen dando el pecho, por lo que con la vacuna debería haber menos problemas”, apunta el vacunólogo. “Tampoco recomendamos suspender la lactancia porque tiene más beneficios que ese riesgo hipotético”.

En el caso del embarazo, las comunidades son más restrictivas y prácticamente ninguna lo contempla, salvo alguna que abre la puerta a valorar casos especiales, como Andalucía o Asturias. “La situación es similar con el embarazo: si está embarazada y no es de riesgo, que acabe y se vacune. Pero si lo hacen, que estén tranquilas porque tampoco tiene por qué pasar nada. Y, si son de riesgo, que lo hagan”, recomiendan desde la Asociación de Vacunólogos.

Estudios en marcha

Ante la falta de esa evidencia científica en la fase de ensayos clínicos, la empresa LactApp acaba de poner en marcha un estudio junto al CSIC para analizar los efectos de la vacuna en las madres que ya se están vacunando por pertenecer al colectivo sociosanitario. “Precisamente lo pusimos en marcha por el aluvión de consultas que empezamos a recibir y la gran confusión que hay en este tema”, explica Laia Aguilar, comadrona y directora del estudio que está actualmente analizando las muestras de leche de 26 mujeres ya vacunadas.

El primer caso que recibieron fue precisamente el de una sanitaria a la que primero vacunaron y luego le dijeron que tenía que dejar de dar el pecho. “Ahora mismo las madres sufren tanto por no coger la enfermedad y pasársela a sus bebés como por ponerse las vacuna. El mensaje no es claro”, continúa Aguilar. “Entiendo que hay un sentido de precaución, pero este parece que está por encima de la decisión de la madre, sobre todo cuando lo que se sabe es que no tiene por qué afectar. Y aun así hay casos en los que directamente no las están dejando decidir”.

"Hay familiares que por no contagiarles a ellos me dicen que deje el pecho y me vacune"

“Recibes presiones para dejarlo. Hay familiares que, por no contagiarles a ellos, me dicen que deje el pecho y me vacune, porque cuando vuelva a incorporarme estaré en primera línea. Pero yo quiero mantener la lactancia lo que recomienda la OMS”, explica la médica valenciana, con un bebé de tres meses.

En el caso de Beatriz, consiguió que añadiesen al papel de la consejería de Sanidad que la trabajadora había sido informada de que hasta el momento “no existe evidencia de la administración de la vacuna frente al covid a mujeres lactantes” y así poder firmar. “No hago bandera de nada, pero yo creo que las vacunas mejoran la sociedad y consideré que me compensaba. Era mejor ese hipotético riesgo, que cogerlo y dejar a mi hija meses con una madre en la UVI”.

Las sanitarias, por su exposición en el trabajo, son colectivo de alto riesgo, pero su experiencia con la vacuna será determinante para lo que ocurra después con el resto de madres. Por el momento, para la población general, el Ministerio de Sanidad ha dejado fuera del plan de vacunación al resto de embarazadas, lactantes y menores de 16 años argumentando que no existe una vacuna aprobada específicamente para este grupo y recomiendan que se posponga la vacunación hasta el final de la gestación o la lactancia, salvo si su riesgo de exposición o complicaciones es alto.

Como el resto de sus compañeros de hospital, Beatriz Martínez fue hace unos días a ponerse, por fin, la primera dosis de la vacuna para protegerse del covid-19. Tras meses trabajando en un centro hospitalario como psiquiatra infantil, expuesta a pacientes y posibles contagios, pensó que la inmunidad para trabajar más tranquila estaba cada vez más cerca.

Vacunación Pfizer Ministerio de Sanidad
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