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Cada fallecido cuenta
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Las cifras más importantes de la pandemia

Cada fallecido cuenta

Apostamos por crear este formato especial para conocer el detalle y el contexto del avance de la pandemia y explicar cómo deben interpretarse los datos de mortalidad.

Foto: Foto: Carmen Castellón
Foto: Carmen Castellón

Entre todas las cifras que conocemos cada día, la de fallecidos es la que quedará para la posteridad. Por ser la información más relevante, en El Confidencial apostamos por crear este formato especial para conocer el detalle y el contexto del avance de la pandemia y explicar cómo deben interpretarse los datos de mortalidad, que tantas veces han sido objeto de confusión o desconfianza. Porque cada fallecido, cuenta.

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El número de víctimas mortales del que informa el Ministerio de Sanidad contabiliza todas aquellas que han fallecido con una prueba diagnóstica que confirme la enfermedad. Sabemos que, aunque ahora esta capacidad diagnóstica ha mejorado, durante los primeros meses de la pandemia fallecieron miles de personas sin que se les realizase una prueba PCR que confirmase su positivo en Sars-CoV-2. Todas estas víctimas quedan fuera de la cifra que da el Ministerio de Sanidad, así que el dato se queda corto. Pero hay otras fuentes, también oficiales, que nos ayudan a hacer una mejor aproximación de la mortalidad real.

Por un lado, el Instituto Nacional de Estadística publica el número total de fallecidos por todas las causas y no solo por covid-19. A partir de estas cifras, y teniendo en cuenta la media del número de fallecidos en los años previos, se puede calcular cuál es el exceso de mortalidad. Esto es: cuántas han sido las muertes no esperadas. El organismo ha publicado asimismo la cifra de fallecidos con covid o con sospecha de haber contraído la enfermedad hasta mayo: 45.684.

Por su parte, el Instituto de Salud Carlos III, dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, actualiza a diario su modelo de Monitorización de la Mortalidad (MoMo), que permite calcular el exceso de mortalidad a partir de la diferencia entre las muertes observadas y las muertes esperadas. No todos estos fallecimientos pueden ser atribuidos directamente al coronavirus, pero sí a la crisis provocada por la pandemia.

Puede consultar la comparativa entre la cifra de fallecidos oficial y el exceso según el INE y el MoMo en cada comunidad autónoma. Esta información será actualiza en el panel cada dos semanas, coincidiendo con la publicación de los datos en el INE.

El panel también recoge una realidad importante para entender los datos de la pandemia: los retrasos en la notificación de los fallecidos. Por ejemplo, el 15 de noviembre Sanidad registró que ese día habían muerto 52 personas, pero días después el dato para esa misma fecha era de más de 200. La información de los últimos días no está consolidada y las cifras definitivas terminarán siendo más elevadas. Para valorar la tendencia en la evolución de fallecidos hay que tener en cuenta esta cuestión. Por eso destacamos aquellos datos más fidedignos frente a los más actuales.

La pandemia ha terminado con la vida de personas de todos los grupos de edad, pero la letalidad es superior entre los mayores. Mostramos en el panel el número de defunciones sobre el total de diagnosticados. Y se reflejan dos datos muy distintos: el de la primera y el de la segunda ola. Como se indicó anteriormente, durante los primeros meses la capacidad diagnóstica era escasa. Prácticamente se conocían solo los casos más graves que llegaban al hospital. El dato de letalidad que conocíamos entonces y que publica semanalmente el ISCIII no era fiel a la realidad, pero era el que había.

La letalidad que conocemos ahora y que el ISCIII actualiza cada viernes, con casos diagnosticados a partir del 10 de mayo, refleja mejor la realidad. Pero no es un dato fijo, sino que varía en función de cómo evoluciona la epidemia. Los gráficos reflejan cómo de decisiva es la edad: los mayores presentan tasas de letalidad muy por encima del resto de personas que contrae la enfermedad.

Entre todas las cifras que conocemos cada día, la de fallecidos es la que quedará para la posteridad. Por ser la información más relevante, en El Confidencial apostamos por crear este formato especial para conocer el detalle y el contexto del avance de la pandemia y explicar cómo deben interpretarse los datos de mortalidad, que tantas veces han sido objeto de confusión o desconfianza. Porque cada fallecido, cuenta.

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